La psicología… es una rama experimental puramente objetiva de la ciencia natural. Su objetivo teórico es la predicción y el control de la conducta. La introspección no forma parte esencial de sus métodos. JB Watson; «Psychology as the Behaviorist Views It» (1913)
Continuando donde lo dejamos la última vez: Los últimos años del siglo XIX y los primeros del siglo XX fueron una época embriagadora (sin juego de palabras) para la ciencia cognitiva. En un esfuerzo por sacar a la psicología del ámbito del mercantilismo, una rama de la psicología optó por limitarse por completo a la conducta exteriormente observable y a los factores que podían influir en ella (de ahí el nombre de este campo de trabajo: conductismo). Edward Thorndike (1874-1949) y John Broadus Watson (1878-1958) son los «padres» del conductismo estadounidense.
Watson fue destituido de su puesto universitario pocos meses después de publicar sus resultados de Little Albert, debido a una indiscreción personal: una relación extramatrimonial con la estudiante graduada que trabajó con él en el estudio de Albert. Tras dejar el mundo académico, Watson trabajó en la publicidad (una industria cuyo único objetivo es influir en el comportamiento de las personas), y escribió un influyente libro sobre la crianza de los niños: Cuidado psicológico del lactante y del niño, que dedicó «A la primera madre que crió un niño feliz». En su libro, Watson negaba la existencia de cualidades innatas como «la ira, el resentimiento, la simpatía, el miedo, el juego, la curiosidad, la sociabilidad, la timidez, la modestia, los celos, el amor, la capacidad, el talento, el temperamento», declarando que todo el comportamiento infantil era producto de un condicionamiento previo: «Construimos en una edad temprana todo lo que luego va a aparecer». También criticó la educación pública porque se basaba en la suposición de que los niños podían desarrollarse desde dentro, si los profesores podían aprovechar el potencial creativo de cada niño: «Creo que esta doctrina ha hecho un grave daño… los conductistas creen que no hay nada que desarrollar desde dentro». (énfasis añadido).
Esta declaración me parece bastante triste. Ciertamente está en desacuerdo con los hechos tal y como los conocemos hoy en día (tomemos, por ejemplo, el enorme conjunto de datos sobre gemelos idénticos criados por separado, y lo similares que acaban siendo, a pesar de tener entornos familiares enormemente diferentes).
La próxima vez, revisaremos las contribuciones de la figura más famosa del conductismo, BF Skinner.
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