Autor: Dr. Jean-Paul Rodrigue
La geografía del transporte es una subdisciplina de la geografía que se ocupa de la movilidad de las personas, de las mercancías y de la información y de su organización espacial considerando los atributos y las limitaciones relacionadas con el origen, el destino, la extensión, la naturaleza y la finalidad de los movimientos.
El propósito único del transporte es superar el espacio, que está conformado por una variedad de limitaciones humanas y físicas como la distancia, el tiempo, las divisiones administrativas y la topografía. Conjuntamente, confieren fricción a cualquier movimiento, comúnmente conocida como la fricción de la distancia (o fricción del espacio). En un mundo ideal, el transporte no supondría ningún esfuerzo en términos de coste y tiempo y tendría una capacidad y un alcance espacial ilimitados. En tales circunstancias, la geografía no importaría. Sin embargo, en el mundo real la geografía puede ser una limitación importante para el transporte, ya que intercambia espacio por tiempo y dinero y sólo puede circunscribirse parcialmente. La medida en que lo hace tiene un coste que varía significativamente en función de factores como la duración del viaje, la capacidad de los modos e infraestructuras y la naturaleza de lo que se transporta. La geografía del transporte puede entenderse a partir de una serie de ocho principios básicos:
- El transporte es la vinculación espacial de la demanda derivada.
- La distancia es un concepto relativo que involucra el espacio, el tiempo y el esfuerzo.
- El espacio es concomitantemente el generador, el soporte y una restricción para la movilidad.
- La relación entre el espacio y el tiempo puede converger o divergir.
- Un lugar puede ser central, donde genera y atrae el tráfico, o un elemento intermedio donde el tráfico transita.
- Para superar la geografía, el transporte debe consumir espacio.
- El transporte busca la masificación pero se ve limitado por la atomización.
- La velocidad es un esfuerzo modal, intermodal y de gestión.
Estos principios subrayan que no habría transporte sin geografía, y no habría geografía sin transporte. Así, el objetivo del transporte es transformar los atributos geográficos de la carga, los pasajeros o la información, desde un origen a un destino, confiriéndoles un valor añadido en el proceso. Existen diferencias operativas sustanciales entre los modos de transporte, especialmente entre los pasajeros y las mercancías, que a menudo se explotan por separado. La comodidad con la que se puede hacer esto varía considerablemente y se suele denominar movilidad.
Movilidad La facilidad de un movimiento de un pasajero o una unidad de carga. Está relacionada con los costes de transporte, así como con los atributos de lo que se transporta (fragilidad, perecedero, precio). Los factores políticos también pueden influir en la movilidad, como las leyes, los reglamentos, las fronteras y los aranceles. Cuando la movilidad es alta, las actividades están menos limitadas por la distancia.
El transporte no es necesariamente una ciencia, sino un campo de aplicación que toma prestados conceptos y métodos de una gran variedad de disciplinas. El propósito específico del transporte es satisfacer una demanda de movilidad, ya que el transporte sólo puede existir si mueve pasajeros, carga e información. De lo contrario, no tiene razón de ser. Esto se debe a que el transporte es predominantemente el resultado de una demanda derivada; tiene lugar porque otras actividades están teniendo lugar. La distancia, atributo central del transporte, puede representarse de diversas maneras, desde una simple distancia euclidiana -una línea recta entre dos lugares- hasta lo que puede llamarse distancia logística; el conjunto completo de tareas necesarias para que la distancia pueda ser superada.
Así pues, cualquier movimiento debe considerar su entorno geográfico, que está vinculado a los flujos espaciales y a sus patrones. El concepto de flujo tiene cuatro componentes principales:
- Geográficos. Cada flujo tiene un origen y un destino y, en consecuencia, un grado de separación. Los flujos con altos grados de separación tienden a ser más limitados que los flujos con bajos grados de separación.
- Físico. Cada flujo conlleva unas características físicas específicas en cuanto a las unidades de carga posibles y las condiciones en las que pueden ser transportadas. Los flujos, en función del modo de transporte, pueden ser atomizados (unidad de carga más pequeña) o masificados (desplazamiento de unidades de carga en lotes).
- Transaccionales. La realización de cada flujo debe negociarse con los proveedores de servicios de transporte, como la reserva de una plaza en un portacontenedores o de un asiento en un avión. Un flujo está comúnmente relacionado con un intercambio monetario entre un proveedor de servicios de transporte y el usuario.
- Distribución. Los flujos se organizan en secuencias donde los más complejos son los que implican diferentes modos y terminales. Muchos flujos de transporte se programan y enrutan para minimizar los costes o maximizar la eficiencia, a menudo a través de lugares intermedios.
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La consideración espacial de un movimiento -
Tipos de flujos espaciales -
El transporte y la movilidad de pasajeros y mercancías -
Las escalas de la geografía del transporte
Urbanización, las empresas multinacionales y la globalización económica son ejemplos de fuerzas que configuran y aprovechan el transporte a escalas diferentes, pero a menudo relacionadas. En consecuencia, el propósito fundamental del transporte es de naturaleza geográfica, ya que facilita los movimientos entre diferentes lugares. El transporte desempeña un papel en la estructura y organización del espacio y los territorios, que puede variar según el nivel de desarrollo. En el siglo XIX, el objetivo de las nuevas formas modernas de transporte, principalmente el ferrocarril y la navegación marítima, era ampliar la cobertura espacial con la creación, expansión y consolidación de los mercados nacionales.
En el siglo XX, el objetivo pasó a ser la selección de itinerarios, la priorización de los modos de transporte, el aumento de la capacidad de las redes existentes y la respuesta a las necesidades de movilidad, y ello a una escala cada vez más global, con su propio espacio de flujos. En el siglo XXI, el transporte debe hacer frente a un sistema económico de orientación global de forma oportuna y rentable, pero también a varios problemas locales como la congestión y las limitaciones de capacidad.
La importancia del transporte
El transporte representa una de las actividades humanas más importantes en todo el mundo, ya que nos permite mitigar la limitación de la geografía. Es un componente indispensable de la economía y desempeña un papel fundamental en el apoyo a las relaciones espaciales entre lugares. El transporte crea vínculos entre las regiones y las actividades económicas, entre las personas y el resto del mundo, y como tal, genera valor. Está compuesto por componentes básicos, que son los modos, las infraestructuras, las redes y los flujos. Estos componentes son fundamentales para que se produzca el transporte, pero también subrayan que la geografía, a pesar de los importantes cambios tecnológicos, sociales y económicos, sigue siendo una fuerza destacada que da forma al transporte.
El transporte es una actividad multidimensional cuya importancia es:
- Histórica. Los medios de transporte han desempeñado diferentes papeles históricos en el surgimiento de las civilizaciones (Egipto, Roma y China), sus redes comerciales, el desarrollo de las sociedades y la defensa nacional. Como tal, el transporte ofrece una valiosa perspectiva para entender los procesos históricos a cualquier escala; desde la local hasta la nacional.
- Social. Los medios de transporte facilitan el acceso a la asistencia sanitaria, al bienestar y a las manifestaciones culturales, prestando así un servicio social. Configuran las interacciones sociales al favorecer o inhibir la movilidad de las personas. Una mayor movilidad implica la posibilidad de ampliar las interacciones sociales. Por tanto, el transporte apoya e incluso puede dar forma a las estructuras sociales.
- Política. Los gobiernos desempeñan un papel fundamental en el transporte como fuentes de inversiones en transporte y como reguladores de las operaciones de transporte. El papel político del transporte es innegable, ya que los gobiernos suelen subvencionar la movilidad de sus poblaciones, por ejemplo, proporcionando carreteras y transporte público. Aunque la mayor parte de la demanda de transporte está relacionada con imperativos económicos, muchas infraestructuras de transporte se han construido por razones políticas, como la accesibilidad nacional o la creación de empleo. Por tanto, el transporte tiene un impacto en la construcción de la nación y la unidad nacional, pero también es una herramienta que da forma a la política.
- Económica. La evolución del transporte ha estado ligada al desarrollo económico. Es una industria por derecho propio, como la fabricación de automóviles, las empresas de transporte aéreo o los ferrocarriles. El sector del transporte es también un factor económico en la producción de bienes y servicios. Contribuye al valor añadido de las actividades económicas, facilita las economías de escala, influye en el valor del suelo (inmobiliario) y en la especialización de las regiones. El transporte es a la vez un factor que da forma a las actividades económicas y también es moldeado por ellas.
- Medio ambiente. A pesar de las aparentes ventajas del transporte, sus impactos medioambientales también son significativos. Entre ellos se encuentran los impactos negativos sobre la calidad del aire y del agua, el nivel de ruido y la salud pública. Todas las decisiones relacionadas con el transporte deben evaluarse teniendo en cuenta los correspondientes costes medioambientales y cómo pueden mitigarse. El transporte es, por lo tanto, un factor dominante en las cuestiones medioambientales contemporáneas, incluyendo la sostenibilidad y el cambio climático.
El transporte, como tarea multidisciplinar, puede abordarse a través de varios campos de investigación, algunos de los cuales constituyen el núcleo de la geografía del transporte, como la demanda, los nodos y las redes de transporte. En cambio, otros son más periféricos, como los recursos naturales, la geografía política y la geografía regional. Sin embargo, todas ellas contribuyen a la comprensión de las actividades de transporte y sus impactos en la economía, la sociedad y el medio ambiente.
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Componentes básicos del transporte -
Campos de la geografía del transporte -
Indicadores de uso de vehículos, Mundo, 1950-2019 -
Índices de costes de transporte y comunicaciones, 1920-2015 -
Red mundial de carreteras principales -
Red mundial de ferrocarriles y sistemas ferroviarios
La evidencia empírica sustancial subraya que la importancia del transporte está creciendo, particularmente a la luz de las siguientes tendencias contemporáneas:
- Crecimiento de la demanda. En la segunda mitad del siglo XX se ha producido un crecimiento considerable de la demanda de transporte relacionada con los individuos (pasajeros), así como de la movilidad de las mercancías. Este crecimiento es el resultado conjunto de un mayor número de desplazamientos de pasajeros y mercancías, pero también de las mayores distancias que se recorren. Las tendencias recientes subrayan un proceso continuo de crecimiento de la movilidad, que ha llevado a la multiplicación del número de viajes en los que intervienen varios modos que dan servicio a la demanda de transporte.
- Reducción de costes. Aunque varios modos de transporte son costosos de poseer y operar, como los barcos y los aviones, los costes por unidad transportada han disminuido considerablemente en las últimas décadas. Este es el caso, sobre todo, de los servicios de transporte sometidos a la presión de la competencia. La reducción de los costes de transporte ha permitido superar distancias más considerables y explotar más las ventajas comparativas del espacio. Como resultado, a pesar de los menores costes, la proporción de las actividades de transporte en la economía se ha mantenido relativamente constante en el tiempo. Se utilizan más servicios de transporte, pero sus costes disminuyen.
- Expansión de las infraestructuras. Las dos tendencias anteriores han ampliado la demanda de infraestructuras de transporte, tanto cuantitativa como cualitativamente. Las carreteras, los ferrocarriles, los puertos, los aeropuertos, las instalaciones de telecomunicaciones y los oleoductos se han ampliado considerablemente para dar servicio a nuevas zonas y añadir capacidad a las redes existentes. Las infraestructuras de transporte son, por tanto, un componente importante del uso del suelo.
De cara a estas tendencias contemporáneas, una parte importante de la diferenciación espacial de la economía está relacionada con el lugar en el que se ubican los recursos (materias primas, capital, personas, información, etc.) y su distribución. Las rutas de transporte se establecen para distribuir los recursos entre los lugares donde son abundantes y los lugares donde son escasos, pero sólo si los costes son menores que los beneficios. Por consiguiente, el transporte tiene un papel importante en las condiciones que afectan a las economías mundiales, nacionales y regionales. Se trata de una infraestructura estratégica que está tan integrada en la vida socioeconómica de los individuos, las instituciones y las empresas que a menudo es invisible para el consumidor, pero siempre forma parte de todas las funciones económicas y sociales. Esto es paradójico, ya que la percibida invisibilidad del transporte se deriva de su eficiencia. Si el transporte se interrumpe o deja de funcionar, las consecuencias pueden ser dramáticas, como que los trabajadores no puedan llegar a su lugar de trabajo o que no se entreguen las piezas a las fábricas.
El transporte en la geografía
Características como los recursos, las poblaciones y las actividades económicas no se distribuyen al azar por el mundo; hay una lógica, un orden y una jerarquía en la distribución espacial. La geografía trata de comprender el orden espacial de las cosas, así como sus interacciones, especialmente cuando este orden espacial es menos evidente. El transporte, siendo un elemento de este orden espacial, está, al mismo tiempo, influenciado por la geografía, así como influyendo en ella. Por ejemplo, el camino que sigue una carretera está influido por los atributos económicos y físicos de la región, pero una vez construida, la misma carretera determinará el futuro desarrollo regional.
El transporte es relevante para la geografía por dos razones principales. En primer lugar, las infraestructuras, terminales, modos y redes de transporte ocupan un lugar importante en el espacio y constituyen la base de un sistema espacial complejo. En segundo lugar, dado que la geografía busca explicar las relaciones espaciales, las redes de transporte revisten un interés específico por ser el principal soporte físico de estas interacciones.
La geografía del transporte, como disciplina, surgió como una rama de la geografía económica en la segunda mitad del siglo XX. En consideraciones anteriores, sobre todo desde la perspectiva de la geografía comercial (finales del siglo XIX y principios del XX), el transporte era un factor importante en las representaciones económicas espaciales del espacio, concretamente en términos de localización de las actividades económicas y de los costes monetarios de la distancia. Estas consideraciones de costes se convirtieron en la base de varias teorías geográficas, como la de los lugares centrales y el análisis de la localización (véase transporte y espacio). La creciente movilidad de pasajeros y mercancías justificó la aparición de la geografía del transporte como campo de investigación especializado e independiente.
En la década de 1960, los costes del transporte se formalizaron como factores clave en las teorías de la localización, y la geografía del transporte comenzó a basarse cada vez más en métodos cuantitativos, en particular sobre un análisis de redes e interacciones espaciales. Sin embargo, a partir de la década de 1970, los cambios técnicos, políticos y económicos pusieron en tela de juicio la centralidad del transporte en muchas investigaciones geográficas y de desarrollo regional. El efecto de anclaje espacial de los elevados costes del transporte retrocedió, y la descentralización se convirtió en un paradigma dominante observado dentro de las ciudades (suburbanización), pero también dentro de las regiones. Los fundamentos de la teoría espacial de la geografía del transporte, en particular la fricción de la distancia, se volvieron menos relevantes, o menos evidentes, para explicar los procesos socioeconómicos. En consecuencia, el transporte pasó a estar poco representado en la geografía económica de los años setenta y ochenta, aunque la movilidad de las personas y las mercancías y los bajos costes de transporte se consideraran factores importantes de la globalización del comercio y la producción. Además, la falta de capacidad de cálculo y la escasa disponibilidad de datos socavaron la aplicabilidad de los modelos de transporte que se estaban desarrollando hasta entonces.
Desde la década de 1990, la geografía del transporte ha recibido una atención renovada con nuevos ámbitos de investigación. La difusión masiva de los ordenadores personales y de los programas informáticos de análisis, como las hojas de cálculo, el análisis estadístico, el diseño gráfico y los sistemas de información geográfica, ha permitido a los investigadores y planificadores del transporte realizar trabajos que antes sólo estaban al alcance de los organismos grandes y bien financiados. Las cuestiones de movilidad, producción y distribución se interrelacionaron en un entorno geográfico complejo en el que lo local, lo regional y lo global se difuminaron cada vez más gracias al desarrollo de nuevos sistemas de transporte de pasajeros y mercancías. Por ejemplo, la suburbanización dio lugar a una serie de retos relacionados con la congestión y la dependencia del automóvil. La rápida urbanización de las economías en desarrollo puso de manifiesto los retos de la inversión en infraestructuras de transporte para usos tanto privados como colectivos. La globalización apoyó el desarrollo de complejas redes de transporte aéreo y marítimo, apoyando las cadenas de suministro global y las relaciones comerciales a través de largas distancias. El papel de las tecnologías de la información y la comunicación también se hizo sentir, a menudo como apoyo o como alternativa a la movilidad. Y lo que es más importante, el auge del comercio electrónico está cambiando el panorama del comercio minorista y la distribución con el crecimiento de las entregas a domicilio. Todo lo anterior está relacionado con nuevas y ampliadas movilidades de pasajeros y mercancías.
Sistemas de transporte
La geografía del transporte se basa en la premisa de que el transporte es un sistema que soporta relaciones complejas articuladas por tres conceptos centrales:
- Nodos de transporte. El transporte enlaza principalmente lugares, a menudo caracterizados como nodos. Sirven como puntos de acceso a un sistema de distribución o como lugares intermedios dentro de una red de transporte. Esta función la cumplen principalmente las terminales de transporte donde los flujos se originan, terminan o son transbordados de un modo a otro. La geografía del transporte debe considerar sus lugares de convergencia y transbordo.
- Redes de transporte. Considera la estructura y organización espacial de las infraestructuras y terminales de transporte. La geografía del transporte debe incluir en su investigación las estructuras (rutas e infraestructuras) que soportan y conforman los movimientos.
- Demanda de transporte. Considera la demanda de servicios de transporte, así como los modos utilizados para apoyar los movimientos. Una vez realizada esta demanda, se convierte en una interacción que fluye a través de una red de transporte. La geografía del transporte debe evaluar los factores que afectan a su función de demanda derivada.
El análisis de estos conceptos dentro de la geografía del transporte se apoya en metodologías a menudo desarrolladas por otras disciplinas como la economía, las matemáticas, la planificación y la demografía. Por ejemplo, la estructura espacial de las redes de transporte puede analizarse con la teoría de grafos, que se desarrolló inicialmente para las matemáticas. Además, muchos modelos desarrollados para analizar los movimientos, como el modelo de gravedad, se tomaron prestados de las ciencias físicas. La multidisciplinariedad es, por tanto, un atributo importante de la geografía del transporte, como de la geografía en general, ya que cada disciplina aporta una dimensión diferente a la geografía del transporte. La geografía del transporte debe ser sistemática, ya que un elemento del sistema de transporte está relacionado con otros muchos; los sistemas de transporte son sistemas complejos.
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El sistema de transportes -
Dimensiones de la geografía de los transportes -
Sistemas complejos y transportes -
Falas comunes en la geografía de los transportes. Falacias en Geografía del Transporte -
Desafíos comunes a los sistemas de transporte
El papel de la geografía del transporte es comprender las relaciones espaciales que se producen en los sistemas de transporte. Esto puede dar lugar a varias falacias sobre el transporte en cuanto a las respectivas relaciones entre acceso, accesibilidad, distancia y tiempo. Una mejor comprensión de las relaciones espaciales es esencial para ayudar a los agentes privados y públicos implicados en el transporte a mitigar los principales problemas del mismo, como los límites de capacidad, la transferencia entre diferentes sistemas, la fiabilidad de la movilidad y la integración de los sistemas de transporte. Hay tres consideraciones geográficas básicas relevantes para los sistemas de transporte:
- Ubicación. Dado que todas las actividades se localizan en algún lugar, cada ubicación tiene características que confieren una oferta y una demanda potencial de recursos, productos, servicios o mano de obra. Una localización determinará la naturaleza, el origen, el destino, la distancia e incluso la posibilidad de que se realice un movimiento. Por ejemplo, una ciudad proporciona empleo en varios sectores de actividad además de consumir recursos.
- Complementariedad. Algunos lugares tienen un excedente de mano de obra, recursos, piezas o bienes finales, mientras que otros tienen un déficit. La única forma de alcanzar un equilibrio es mediante movimientos entre las localizaciones que tienen oferta (o un excedente) y las que tienen demanda. Por ejemplo, se crea una complementariedad entre una tienda (oferta de bienes) y sus clientes (demanda de bienes).
- Escala. Los movimientos generados por la complementariedad se producen a diferentes escalas, en función de la naturaleza de la actividad. La escala ilustra cómo se establecen los sistemas de transporte en geografías locales, regionales y globales. Por ejemplo, los desplazamientos de casa al trabajo suelen tener una escala local o regional, mientras que es muy probable que la red de distribución de una empresa multinacional abarque varias regiones del mundo.
En consecuencia, los sistemas de transporte consumen tierra, apoyan las relaciones entre lugares a una escala cada vez más global. Por encima de esto, la geografía del transporte proporciona una perspectiva multidisciplinar para entender la complejidad del transporte y cómo el espacio apoya y dificulta la movilidad.
Perspectivas de la geografía del transporte
La geografía del transporte desempeñó un papel relativamente pequeño en el campo de los estudios sobre el transporte, un campo que ha estado dominado por ingenieros y economistas. Esto se debía en parte a las necesidades de la industria centradas en el suministro de infraestructuras y tecnologías, a qué coste y beneficios, y a qué nivel de precios. La industria contemporánea es mucho más compleja, con cuestiones tan variadas como la seguridad, la estética, las condiciones de trabajo, el medio ambiente y la gobernanza como consideraciones necesarias. Por lo tanto, se requiere un conjunto de competencias mucho más amplio, y los estudios sobre el transporte se han convertido en un campo de aplicación multidisciplinar. La geografía del transporte tiene oportunidades de contribuir a los estudios de transporte, a la planificación del transporte y a las operaciones de transporte, en parte debido a la amplitud del enfoque y la formación. Aun así, la geografía del transporte, como el campo del transporte en general, no recibe un nivel de atención en el ámbito académico proporcional a su importancia económica y social.
También es fundamental subrayar que el transporte es una actividad espacial. Siempre ha sido un servicio que se ajusta al espacio, pero en las últimas décadas se ha vuelto cada vez más global. El transporte contemporáneo opera en una gama de escalas más amplia que nunca, desde las entregas locales a domicilio hasta las redes mundiales de transporte aéreo. Además, existen complejas interacciones entre lo local y lo global. Por ejemplo, las cuestiones relacionadas con la ampliación de un aeropuerto suelen decidirse a nivel local. Es probable que los impactos se sientan a nivel local, es decir, sus externalidades como el ruido y la congestión. Sin embargo, los efectos sobre los flujos de pasajeros y mercancías pueden tener un impacto global. La espacialidad del transporte y las múltiples escalas a las que opera son elementos que preocupan a la geografía del transporte. Ninguna otra disciplina tiene como interés central el papel del espacio en la configuración de las actividades humanas. La globalización de las actividades de transporte ha representado, pues, oportunidades únicas en el desarrollo de la geografía del transporte.
Una de las razones del éxito de los ingenieros y economistas en los estudios y aplicaciones del transporte es que su formación ha sido rigurosa en la aplicación de las matemáticas y la estadística multivariante. Han demostrado su capacidad para dar respuestas precisas a las preguntas que los responsables de la toma de decisiones han requerido: qué construir, a qué coste, con qué efectos de coste. Esto subraya una perspectiva dominante en la industria del transporte, según la cual tiene poco valor si no se puede cuantificar un proceso. La geografía del transporte aporta conocimientos cuantitativos en materia de modelización, teoría de gráficos y estadística multivariante. Sin embargo, hay técnicas más recientes que ofrecen a los geógrafos la posibilidad de contribuir a los estudios sobre el transporte. Los Sistemas de Información Geográfica para el Transporte (SIG-T) se están convirtiendo en un elemento esencial en la enseñanza y la investigación de la geografía del transporte. La naturaleza multiescalar y multivariable de la industria del transporte hace del GIS-T una herramienta inestimable que eleva el perfil de la geografía del transporte en la industria del transporte.
Uno de los retos clave en los estudios del transporte es la disponibilidad de datos. Muchas veces, los datos del censo y de las encuestas son inadecuados o no están disponibles en la forma requerida. Sin embargo, la disponibilidad en línea de grandes conjuntos de datos es cada vez mayor, lo que ofrece un conjunto más rico de información para analizar los problemas de transporte en una amplia variedad de modos y geografías. También surgen nuevas oportunidades a partir de lo que se conoce como «big data», donde una gran cantidad de información digital está disponible a bajo coste a través de dispositivos móviles, sensores, teledetección y RFID. La movilidad puede observarse ahora a una escala y con un nivel de detalle sin precedentes, en el que se puede hacer un seguimiento de los pasajeros, los vehículos y la carga.
El conocimiento de las técnicas de encuesta y sus limitaciones son también una parte importante del conjunto de herramientas de la geografía del transporte. Independientemente del atractivo de las tecnologías de la información, muchas de las herramientas y enfoques tradicionales siguen siendo pertinentes. Permiten abordar problemas que otras disciplinas suelen pasar por alto debido a la falta de datos o a la incapacidad de representarlos espacialmente. Los cuestionarios y las entrevistas representan una fuente de información vital en muchas situaciones. El análisis de contenido es extremadamente útil para proporcionar datos cuantificados a partir de fuentes no cuantificadas. Al mismo tiempo, el trabajo de campo ofrece la oportunidad de obtener una comprensión detallada de las particularidades de las condiciones locales que no puede obtenerse de otro modo. Los datos, los métodos y los modelos no son un paliativo para el sentido común, que sigue siendo un reto constante cuando el enfoque se centra más en las herramientas que en la realidad en la que se desenvuelve el transporte. Los siguientes capítulos se centrarán en las numerosas dimensiones de esta realidad, empezando por la relación entre el transporte y el espacio.
Temas relacionados
- 1.2 – El transporte y el entorno físico
- 1.5 – El transporte y la geografía comercial
- A. Métodos en Geografía del Transporte
- B.1 – Enseñanza de la Geografía del Transporte
- 10. Cuestiones y desafíos en la geografía del transporte
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