Complemento
El sistema inmunitario innato sirve como primera respuesta a las amenazas patógenas que sortean las barreras físicas y químicas naturales del organismo. Utilizando una combinación de ataques celulares y moleculares, el sistema inmunitario innato identifica la naturaleza de un patógeno y responde con inflamación, fagocitosis (donde una célula engulle una partícula extraña), liberación de citoquinas, destrucción por parte de las células NK y/o un sistema de complemento. En este concepto, discutiremos el sistema del complemento.
Un conjunto de aproximadamente 20 tipos de proteínas solubles, llamado sistema del complemento, funciona para destruir patógenos extracelulares. Las células del hígado y los macrófagos sintetizan continuamente proteínas del complemento. Estas proteínas son abundantes en el suero sanguíneo y son capaces de responder inmediatamente a los microorganismos infectantes. El sistema del complemento se llama así porque es complementario a la respuesta de los anticuerpos del sistema inmunitario adaptativo. Las proteínas del complemento se unen a las superficies de los microorganismos y se sienten especialmente atraídas por los patógenos que ya están unidos por anticuerpos. La unión de las proteínas del complemento se produce en una secuencia específica y altamente regulada, en la que cada proteína sucesiva se activa mediante la escisión y/o los cambios estructurales inducidos por la unión de la(s) proteína(s) precedente(s). Tras la unión de las primeras proteínas del complemento, se produce una cascada de eventos de unión secuencial en la que el patógeno se recubre rápidamente de proteínas del complemento.
Las proteínas del complemento realizan varias funciones. Sirven de marcador para indicar la presencia de un patógeno a las células fagocíticas, como los macrófagos y los linfocitos B, con el fin de mejorar la absorción. Este proceso se denomina opsonización. Algunas proteínas del complemento pueden combinarse para formar complejos de ataque que abren poros en las membranas de las células microbianas. Estas estructuras destruyen a los patógenos provocando la fuga de su contenido. Cuando los mecanismos innatos son insuficientes para eliminar una infección, se informa y moviliza la respuesta inmunitaria adaptativa.