La obesidad ha aumentado sustancialmente en las últimas décadas y es ahora uno de los principales problemas de salud a nivel mundial. La gran carga sanitaria relacionada con la obesidad repercute negativamente en muchos resultados sanitarios relevantes (por ejemplo, la calidad de vida, la discapacidad y la mortalidad) y conduce a una mayor utilización de los servicios sanitarios. Este uso excesivo de servicios es el principal motor de los elevados costes sanitarios de las personas obesas. Los resultados indican que los costes aumentan de forma curvilínea con el aumento del índice de masa corporal, especialmente entre los obesos. A medida que aumenta el número de individuos de la población de un país que son obesos, una mayor parte del gasto sanitario nacional anual se destina a la obesidad y a los problemas de salud relacionados con ella. Además del aumento de los costes sanitarios, la obesidad conlleva costes indirectos por la disminución de la productividad de la mano de obra. Las pruebas empíricas han demostrado sin lugar a dudas que la obesidad repercute negativamente en las personas, los sistemas sanitarios, los empresarios y la economía en su conjunto. Este artículo ofrece un breve resumen de algunas consecuencias económicas asociadas al exceso de peso.