El «Destripador de Pechos», que se utilizaba para torturar a las mujeres sospechosas de adulterio o aborto durante la Edad Media, les arrancaba los pechos para marcarlas de por vida (si sobrevivían a la tortura).
El «Destripador de Pechos», también conocido como la «Araña de Hierro», era un instrumento de tortura durante los últimos años de la Edad Media. Reservado, a diferencia de muchos de los artículos que aparecen en esta lista, exclusivamente para las mujeres, el dispositivo se empleaba predominantemente contra aquellas personas acusadas de adulterio o aborto. En consecuencia, el mecanismo estaba específicamente diseñado para mutilar y destruir el atributo femenino más visible en retribución de los supuestos crímenes poco femeninos: los pechos. De este modo, la persona, si sobrevivía al castigo, quedaba marcada de por vida, incapaz de amamantar a sus futuros hijos y, por tanto, impedida de desempeñar el papel principal de la mujer en la sociedad medieval.
Fabricado en hierro y calentado para asegurar un desgarro más fácil, los pinchos del «desgarrador» se fijaban al pecho de la mujer condenada. Al manipular el dispositivo, éste destrozaba lenta pero inexorablemente el pecho, dejándolo inservible. En muchos casos registrados, el pecho era arrancado limpiamente, junto con una parte sustancial de la parte superior del torso, lo que provocaba una muerte casi instantánea. Una variante similar del implemento, la «araña de hierro», era una alternativa menos portátil. Sujeta a una pared con pinchos, la desafortunada mujer era atada al mecanismo y arrastrada por sus pechos hasta que se los arrancaban.