Ya estás de 34 semanas de embarazo y te quedan las últimas seis semanas. Tu bebé ha crecido hasta alcanzar unos 46 cm de longitud y unos 2.350 gramos de peso.
Durante las próximas seis semanas aproximadamente, la principal tarea de tu bebé es ganar peso y crecer un poco más, así como reforzar su sistema inmunitario, que se obtiene gracias a la transmisión de anticuerpos en la sangre a través de la placenta.
Los bebés que nacen entre las semanas 34 y 35 normalmente se encuentran bastante bien, pero siguen considerándose como «ligeramente prematuros», por lo que suelen requerir algún tiempo en la sala de cuidados intensivos. Puede ser para observación, monitorización, posiblemente pequeñas cantidades de oxígeno durante unas horas (o días), obtención de calor en una cuna húmeda y quizás alimentación por goteo en su vena y/o alimentación de leche por un tubo en su estómago.
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Cambios físicos
Aparecen cuando la sangre de las venas de las piernas se acumula, haciendo que las venas se hinchen y se conviertan en bultos de color morado/azul. El aumento de las hormonas de la progesterona debilita las paredes de las venas, junto con la presión y el peso en la parte inferior del cuerpo por el crecimiento del bebé, especialmente si no es su primer bebé.
Varices de la vulva
Las varices de la vulva son hinchazones de los labios exteriores de los genitales. Están causadas por la acumulación de sangre en las venas, lo que hace que se hinchen, de forma similar a las varices de las piernas. Las varices vulvares pueden hacer que los genitales duelan y se sientan muy llenos. No causan problemas para el proceso de parto y deberían desaparecer unos días después de que nazca tu bebé.
Levantar las piernas puede ayudar. Imagen: iStock.
Reacciones emocionales
En algún momento del embarazo, la mayoría de las mujeres se preguntan si su bebé es normal. También pueden plantearse qué harían si algo fuera mal. Estos sentimientos pueden ser instintivos, posiblemente relacionados con pensamientos inexplicables como «¿Me merezco un bebé sano?» O puede haber razones concretas, como trastornos que se dan en la familia.
Ejercicios para el suelo pélvico
El suelo pélvico es una lámina de músculos que se extiende como una hamaca desde el hueso púbico, en la parte delantera de la pelvis, hasta el hueso de la cola, en la parte trasera. El suelo pélvico controla el paso de la orina y la apertura de los intestinos, además de sostener los órganos internos, incluido el útero en crecimiento y el bebé durante el embarazo. Las hormonas de la progesterona también relajan y debilitan el suelo pélvico, por lo que es necesario realizar ejercicios de suelo pélvico para ayudar a sostener y fortalecer estos músculos.
Masaje perineal
El perineo se estira bastante durante el parto para permitir que nazca la cabeza del bebé. En los últimos años, muchas mujeres han recurrido al masaje perineal durante las últimas semanas del embarazo para intentar minimizar o prevenir los desgarros durante el parto.
Preparación del parto
Para algunas mujeres, el proceso de parto y nacimiento puede ser inusualmente rápido. Los partos rápidos tienden a ser más comunes en los segundos o posteriores bebés, pero también pueden ocurrir ocasionalmente en las madres primerizas. Si se induce el parto, no es raro que sea más rápido de lo normal, especialmente si el cuerpo de la mujer es muy sensible a los medicamentos que se utilizan.
Bebé nacido antes de la llegada
Si su bebé nace rápidamente, puede preguntarse qué haría si esto ocurre antes de llegar al hospital o, en el caso de un parto en casa, antes de que llegue la comadrona. El término médico para esto es Born Before Arrival (BBA), que ocurre en aproximadamente el 0,3 por ciento de los nacimientos australianos cada año.
BBA significa Born Before Arrival. Imagen: iStock.
Episiotomía o desgarro
Una episiotomía es un corte quirúrgico realizado por el cuidador en el tejido perineal, normalmente durante la fase de coronación del parto. En años pasados se solía hacer de forma rutinaria, pero hoy en día sabemos que su uso tiene muy pocos beneficios para la salud de las madres o de los bebés. De hecho, muchos estudios demuestran ahora que pueden ser más perjudiciales que beneficiosos. En algunos casos, sin embargo, puede ser necesario y es bueno hablar con tu cuidador o comadrona antes del parto sobre tus preferencias a la hora de realizar una episiotomía si se da el caso; a menudo, en el momento, no te sentirás capaz de tomar una decisión.
Preparación para el parto
La segunda fase del parto comienza cuando el cuello uterino de la mujer se abre por completo y la cabeza de tu bebé desciende fuera del útero y entra en el canal de parto, finalizando con el nacimiento de tu bebé. Sin embargo, la segunda etapa puede constar de cuatro fases diferentes, con sus propias características individuales: la fase de reposo, la activa, la de coronación y la de parto.
Emociones
El parto afecta emocionalmente a las mujeres de diferentes maneras. Muchas se sienten activas y llenas de energía, algunas experimentan alivio y emoción y otras se sienten agotadas y frustradas, o quizás incluso abrumadas. Todo ello es normal y ayuda que su pareja o persona de apoyo esté bien informada sobre esta etapa.
Hay varias herramientas y técnicas que la mujer y su pareja o persona de apoyo pueden utilizar a lo largo de las distintas fases del parto. El apoyo físico y emocional deberá continuar de la primera a la segunda fase, aunque las necesidades de la mujer pueden ser muy diferentes.
Qué debe esperar de su cuidador
El paso de la primera a la segunda fase del parto puede ser detectado por su cuidador realizando un examen vaginal, o reconociendo el cambio por la forma en que usted gruñe, gime o puja (no es esencial realizar un examen a menos que su cuidador esté preocupado porque pueda haber problemas).