El proceso de organización comunitaria es un proceso dinámico con pocas directrices rígidas, lo que sugiere que las funciones de un organizador comunitario requieren flexibilidad, creatividad y excelentes habilidades de liderazgo.
La organización comunitaria tiene como objetivo organizar, movilizar y educar a la gente para construir un sentido de comunidad. Al hacerlo, la comunidad adquiere poder o influencia sobre las cuestiones que conciernen a su bienestar. El fortalecimiento de los grupos de base capacita a la comunidad para dirigir su propio camino hasta cierto punto, haciendo que el gobierno y las organizaciones privadas sean responsables de las políticas y los programas que afectan directamente a la comunidad.
Organización de base
La organización comunitaria es una estrategia valiosa a todos los niveles, incluido el nacional, el regional y el local. La unión hace la fuerza, y los esfuerzos iniciales del organizador comunitario se centrarán en conseguir que los individuos se adhieran a los objetivos colectivos del grupo. Los esfuerzos de unificación implican llegar a los individuos y a los hogares y conseguir que se comprometan con la comunidad. En esta etapa, el organizador de la comunidad se centra en aumentar los números en lugar de difundir el mensaje de bienestar de la comunidad.
Llegada con impacto
La necesidad de la organización de la comunidad existe porque ciertos grupos tienen poco o ningún acceso a los bienes o servicios que afectan a su calidad de vida. Una de las funciones de un organizador comunitario es identificar las áreas que requieren ciertos servicios sociales e iniciar programas de alcance para atender estas necesidades. Los programas de divulgación permiten a los organizadores presentarse a los lugareños de forma positiva. Es una estrategia que fomenta la confianza al tiempo que garantiza una acción inmediata sobre las necesidades apremiantes de la comunidad.
Educar e informar al colectivo
Un organizador comunitario es un comunicador eficaz. Alguien que sabe escuchar y empatizar con los individuos y los grupos tendrá la capacidad de organizar y liderar sin importar los diversos orígenes de los involucrados. Para reunir a los individuos en torno a cuestiones controvertidas que afectan a la comunidad, es crucial hacerles conocer la verdad sobre los temas, así como el impacto a largo y corto plazo en sus vidas. Este es uno de los mayores retos de los organizadores comunitarios, ya que lograr el cambio es a menudo una batalla contra creencias arraigadas y sistemas tradicionales.
Trabajador comunitario
Los organizadores comunitarios trabajan con la gente de la comunidad y no para ella. Es importante hacer esta distinción porque los esfuerzos de defensa del organizador a favor de la comunidad pueden ser entendidos erróneamente por el grupo. Los organizadores de la comunidad trabajan junto al grupo, guiando sus esfuerzos mediante una intervención directa o indirecta, y el grupo consigue cambios gracias a sus esfuerzos. El papel del organizador comunitario es de asesoramiento más que de liderazgo directo. El organizador desarrolla líderes entre los miembros de la comunidad, preparándolos para que se conviertan en el rostro y la voz de la comunidad.
Investigador
Trabajar estrechamente con una comunidad proporciona al organizador comunitario una excelente posición para observar las prácticas, creencias e interacciones locales. El organizador podrá documentar los cambios que se produzcan y evaluar el impacto social y económico de determinadas políticas. Es el deber del organizador mantener registros precisos de estas observaciones, generar informes procesables según sea necesario y enviar dichos informes a las organizaciones gubernamentales y privadas apropiadas que puedan proporcionar soluciones a los problemas de la comunidad.
El organizador de la comunidad desempeña un papel importante en el desarrollo, la evaluación y el cambio de la política social en lo que respecta a grupos específicos. Se trata de un papel influyente, que requiere excelentes habilidades de comunicación, pasión por ayudar a los demás y destacadas capacidades de persuasión y liderazgo. Las funciones de un organizador comunitario preparan a las personas adecuadas para desempeñar papeles más grandes e importantes a mayor escala, como demuestra el presidente Barack Obama, que atribuye a sus años como organizador comunitario su pasión, fortaleza y capacidad de liderazgo.