La parte más profunda de nuestros océanos, la región que va desde menos de 6.000 metros hasta el fondo de la fosa marina más profunda, se conoce como zona hadal. Lleva el nombre de Hades, el inframundo de la mitología griega (y su dios). La mayor parte de la zona hadal se compone de zanjas en picado formadas por el desplazamiento de las placas tectónicas. Hasta la fecha, se han identificado unos 46 hábitats hadales, aproximadamente el 41% de la profundidad total del océano y, sin embargo, menos de la cuarta parte del 1% de todo el océano. Los científicos todavía saben muy poco sobre esta región misteriosa y difícil de estudiar, pero lo que hemos aprendido es asombroso.
- 1. MÁS PERSONAS HAN ESTADO EN LA LUNA QUE HAN EXPLORADO LAS PROFUNDIDADES DEL HADAL.
- 2. LAS PROFUNDIDADES EXTRAORDINARIAS SE MEDEN CON TNT.
- 3. JACQUES COUSTEAU FUE EL PRIMERO EN FOTOGRAFIAR LA ZONA DEL HADAL.
- 4. ACABAMOS DE CONFIRMAR EL VISTAZO MÁS PROFUNDO DE UN PEZ VIVO.
- 5. PERO NO SABEMOS CUÁNTO MÁS PROFUNDO PUEDEN SOBREVIVIR LOS PECES.
- 6. TONELADAS DE RESIDUOS TÓXICOS SE VERTIERON EN LA ZONA HADAL.
- 7. EL ESTUDIO DE LA ZONA HADAL AYUDA A COMPRENDER CÓMO PUEDE SOBREVIVIR LA VIDA EN EL ESPACIO.
- 8. LOS SUPERGIGANTES EXISTEN EN LA ZONA HADAL.
1. MÁS PERSONAS HAN ESTADO EN LA LUNA QUE HAN EXPLORADO LAS PROFUNDIDADES DEL HADAL.
Para dar algo de perspectiva, el Monte Everest cabría dentro de la fosa marina más profunda de la Tierra, la Fosa de las Marianas, con unos pocos kilómetros de sobra. Esto ayuda a explicar por qué se ha explorado tan poco: sólo tres personas han llegado al fondo de la fosa de las Marianas: dos científicos a bordo del Trieste en 1960 y el director de cine James Cameron en 2012.
Las fosas de las profundidades hadales son tan remotas que llevar equipos o personas a esas profundidades es extremadamente difícil. Esto se agrava por el hecho de que la presión submarina a esa profundidad -aproximadamente 8 toneladas por pulgada cuadrada, más o menos la de 100 elefantes parados sobre tu cabeza- hace que los instrumentos ordinarios implosionen.
Los científicos que se aventuran a tanta profundidad requieren equipos especiales que puedan soportar la inmensa presión, pero incluso estos pueden ser poco fiables. En 2014, el submarino remoto no tripulado Nereus se convirtió en el último de una larga lista de sondas de investigación que se perdió durante una misión. El Nereus fue construido por la Institución Oceanográfica de Woods Hole (WHOI) y había completado varias misiones pioneras en la zona hadal, incluyendo en 2009 la llegada al fondo de la Fosa de las Marianas. Pero durante su última misión, en la Fosa de Kermadec, frente a Nueva Zelanda, el submarino implosionó y se rompió, probablemente debido a la intensa presión del agua. Puedes ver algunas imágenes del Nereus tomando muestras del fondo marino de la Fosa de las Marianas durante su expedición de 2009.
2. LAS PROFUNDIDADES EXTRAORDINARIAS SE MEDEN CON TNT.
Para medir las partes más profundas del océano, los científicos utilizan el sondeo de bombas, una técnica en la que se lanza TNT en las fosas y el eco se registra desde un barco, lo que permite a los científicos estimar la profundidad. Aunque los científicos cuestionan la sensibilidad del método, incluso los resultados aproximados son impresionantes: Hasta ahora, además de la Fosa de las Marianas, se han identificado otras cuatro fosas -la de Kermadec, la de Kuril-Kamchatka, la de Filipinas y la de Tonga, todas ellas en el Océano Pacífico Occidental- con una profundidad superior a los 10.000 metros.
3. JACQUES COUSTEAU FUE EL PRIMERO EN FOTOGRAFIAR LA ZONA DEL HADAL.
La primera expedición que tomó muestras de la zona del hadal fue la pionera Expedición HMS Challenger, que trabajó de 1872 a 1876. Los científicos a bordo lograron extraer muestras de 26.246 pies bajo el océano, pero en ese momento no pudieron confirmar si los restos de animales que encontraron vivían realmente a esa profundidad o eran simplemente los restos de criaturas marinas de más arriba en el océano que se habían hundido a esa profundidad después de morir. No fue hasta 1948 cuando un buque de investigación sueco, el Albatross, pudo recoger muestras a 25.000 pies, lo que demostró que existían criaturas a más de 20.000 pies de profundidad y, por tanto, que la zona hadal estaba habitada.
Pero no fue hasta 1956 cuando Jacques Cousteau tomó la primera fotografía de la zona hadal. Cousteau sumergió su cámara hasta el fondo marino de la Fosa Romana en el Océano Atlántico, a unos 24.500 pies de profundidad, proporcionando la primera visión de esta parte del océano que hasta entonces no se había visto.
4. ACABAMOS DE CONFIRMAR EL VISTAZO MÁS PROFUNDO DE UN PEZ VIVO.
Estudiar las criaturas que sobreviven en la zona hadal puede ser muy difícil. Antes de 2008, la mayoría de las especies se describían a partir de una sola muestra, a menudo en mal estado. (Un científico describió la mayoría de las muestras de hadal como «especímenes marchitos en los museos»). En 2008, en un enorme salto hacia la comprensión de las criaturas de las profundidades marinas, se registraron las primeras imágenes de organismos vivos de la zona hadal. El buque de investigación japonés Hakuho-Maru desplegó un aterrizador con cebo en caída libre en la Fosa de Japón, en el Océano Pacífico, convirtiéndose en los primeros científicos en producir imágenes de criaturas hadales vivas in situ. La cámara captó imágenes del pez caracol hadal (Pseudoliparis amblystomopsis), que se cree que es la especie más frecuente en las profundidades del hadal. Las imágenes mostraban, sorprendentemente, enjambres de peces activos que se alimentaban de camarones diminutos, lo que desbarata la idea de que los peces de esta profundidad son criaturas solitarias y perezosas que apenas sobreviven. Un artículo de 2016 identificó peces caracol vivos a una profundidad de 26.722 pies, el avistamiento más profundo confirmado de un espécimen vivo.
5. PERO NO SABEMOS CUÁNTO MÁS PROFUNDO PUEDEN SOBREVIVIR LOS PECES.
Expediciones recientes como el proyecto HADES en el Pacífico sugieren que no se encuentran peces por debajo de los 27.560 pies. Pero la zona hadal se extiende hasta los 36.000 pies. El biólogo marino del Whitman College, Paul Yancey, plantea la hipótesis de que los peces alcanzan un límite en torno a los 27.500 pies porque las proteínas a tan grandes profundidades no pueden construirse adecuadamente. Para contrarrestarlo, los peces de aguas profundas han desarrollado una molécula orgánica conocida como óxido de trimetilamina, o TMAO (esta molécula también da al pescado su olor «a pescado»), que ayuda a las proteínas a trabajar a alta presión. Los peces de aguas poco profundas tienen niveles bastante bajos de TMAO, mientras que los de aguas profundas tienen niveles cada vez más altos. Yancey propone que la cantidad de TMAO necesaria para contrarrestar la enorme presión por debajo de los 27.560 pies sería tan grande que el agua empezaría a fluir sin control a través de sus cuerpos, matando a los peces.
Sin embargo, por debajo de los 27.560 pies existen otros tipos de criaturas, como los anfípodos hadal, parecidos a los camarones. Estas criaturas se alimentan de los desechos y cuerpos muertos de las criaturas marinas que flotan desde arriba, prosperando sorprendentemente a grandes profundidades.
6. TONELADAS DE RESIDUOS TÓXICOS SE VERTIERON EN LA ZONA HADAL.
En la década de 1970, toneladas de residuos farmacéuticos tóxicos -el equivalente a 880 Boeing 747- se vertieron en la Fosa de Puerto Rico. En aquella época, Puerto Rico era un gran productor de productos farmacéuticos, y el vertido se permitió como medida temporal mientras se construía un nuevo centro de tratamiento de aguas residuales. Inevitablemente, los retrasos hicieron que los vertidos continuaran en el lugar hasta la década de 1980. Las muestras tomadas en el vertedero indicaron que los ecosistemas estaban gravemente dañados por los contaminantes, y un estudio de 1981 reveló «cambios demostrables en la comunidad microbiana marina de la región utilizada para el vertido de residuos».
7. EL ESTUDIO DE LA ZONA HADAL AYUDA A COMPRENDER CÓMO PUEDE SOBREVIVIR LA VIDA EN EL ESPACIO.
Las criaturas que prosperan en entornos extremos como la zona hadal se denominan extremófilos. Estas criaturas pueden soportar temperaturas muy bajas, altas presiones y pueden sobrevivir con poco o ningún oxígeno. El estudio de estos extraordinarios animales puede aportar grandes conocimientos a los científicos, indicando cómo podría persistir la vida en el espacio donde no hay oxígeno. Se han encontrado microorganismos como el Pyrococcus CH1 en respiraderos de aguas profundas, lo que da a los científicos una idea del tipo de vida que podría existir en planetas como la luna de Júpiter, Europa.
8. LOS SUPERGIGANTES EXISTEN EN LA ZONA HADAL.
Una de las criaturas con nombres más emocionantes que se encuentran en la zona hadal es el enigmático supergigante, también conocido como Alicella gigantea. Este anfípodo es por lo menos 20 veces el tamaño de sus primos que viven a menor profundidad. Esto hace que suene muy emocionante, hasta que uno se da cuenta de que no dejan de ser minúsculas criaturas emparentadas con el humilde saltamontes, una diminuta bestia que a menudo se encuentra saliendo de las algas de la playa a gran velocidad. El mayor espécimen de supergigante jamás encontrado fue una hembra de 13,4 pulgadas de largo, hallada en una fosa del Océano Pacífico.