«En la cocina nocturna», de Maurice Sendak
Mickey se cae de su cama, atravesando el techo y cayendo en la masa de la tarta que se prepara en la Cocina Nocturna. ¿Podrá salir a toda prisa? Por supuesto, con un estilo ingenioso y alocado. Este clásico de Sendak sigue deleitando y cautivando a los niños, y los adultos tienen mucho que ver con el arte, lleno de detalles. Cuando se necesita un libro juguetón para ir a dormir, éste es el estándar de oro.
«Un gran pastel de luna para la pequeña estrella», de Grace Lin
La madre de la pequeña estrella coloca un pastel de luna recién horneado para que se enfríe en el cielo nocturno en esta historia que trata sobre el festival chino de la Luna de Otoño, pero que es maravillosa como libro para dormir durante todo el año. Incluso puede utilizarse para explicar por qué la luna cambia de forma cada noche. Las páginas en negro tinta son un rico fondo para las magníficas estrellas doradas y la propia Estrellita, con sus adorables travesuras mientras la luna pasa por sus fases.
«El camino a casa por la noche», de Akiko Miyakoshi
En este precioso y reconfortante libro, una conejita soñolienta es llevada por su madre a través de las calles de la ciudad, dando a los niños la oportunidad de ver todas las formas en que el mundo se asienta cuando se acerca la hora de dormir. De alguna manera, los personajes de los conejos parecen humanos mientras preparan la cena, ven la televisión o se cepillan los dientes. Es una historia perfecta para terminar cualquier día, y ayudar a un pequeño a dar la bienvenida a la noche y al sueño.