- Folleto de información para el paciente imprimible
- Absceso anal y fístula (1Mb)
- ¿Qué es un absceso anal?
- ¿Qué es una fístula anal?
- ¿Qué causa un absceso?
- ¿Qué causa una fístula?
- ¿Cómo se trata un absceso?
- ¿Cómo se trata una fístula?
- ¿Y si el problema vuelve a aparecer?
- ¿Cuánto tiempo se tarda en recuperarse de este tipo de cirugía?
Folleto de información para el paciente imprimible
Absceso anal y fístula (1Mb)
¿Qué es un absceso anal?
Un absceso anal es una cavidad llena de pus que se encuentra cerca del conducto trasero (‘ano’). Es una afección frecuente, con más de 10.000 ingresos al año. Si tiene dolor, sensibilidad, enrojecimiento y/o un bulto en la región del ano puede estar sufriendo un absceso. También puede sentirse mal con fiebre.
Cuando se ha tratado el absceso, normalmente se cura y no causa más problemas. A veces, no se cura del todo, lo que indica que puede haberse formado una fístula anal.
¿Qué es una fístula anal?
Una fístula anal casi siempre es el resultado de un absceso anterior. Se trata de un túnel que conecta el revestimiento del conducto trasero con la piel junto al ano.
La fuga persistente de pus desde la abertura junto al ano sugiere que se ha desarrollado una fístula.
Si esta abertura cicatriza parcialmente, el pus puede acumularse en el túnel. Esto conduce a un absceso que se descarga cuando la presión aumenta. Por lo tanto, una fístula puede provocar la aparición repetida de abscesos en el mismo lugar.
¿Qué causa un absceso?
Un absceso está causado por una infección que penetra en una de las glándulas que producen moco para lubricar el ano.
¿Qué causa una fístula?
Cuando un absceso se ha descargado o se ha lanceado («drenado»), la piel suele cicatrizar. Sin embargo, a veces queda un pequeño agujero en el exterior. Esto suele significar que se ha desarrollado un túnel (una «fístula») entre la glándula anal y el orificio exterior.
Sólo una minoría de las personas que han tenido un absceso llegan a desarrollar una fístula.
¿Cómo se trata un absceso?
Si la infección se detecta muy pronto, los antibióticos pueden funcionar. Sin embargo, la mayoría de los abscesos requieren un drenaje. Esto suele requerir una anestesia general (dormir) y una breve estancia en el hospital.
Por lo general, la cavidad del absceso (agujero) que se ha drenado tardará unas semanas en llenarse de tejido cicatricial. A veces (pero a menudo no) la cavidad requerirá un «taponamiento» por parte de una enfermera de distrito para ayudar al proceso de curación.
¿Cómo se trata una fístula?
Una fístula casi siempre requiere una intervención quirúrgica para curarla.
La mayoría de las fístulas son relativamente fáciles de tratar, pero deben ser realizadas preferentemente por un especialista en cirugía colorrectal (intestinal).
La intervención quirúrgica suele consistir en cortar una pequeña parte del músculo del esfínter anal. De este modo, el túnel se abre (‘deroofed’) para formar una zanja o surco que cicatriza desde el fondo de la zanja hacia fuera.
De la misma manera que para la cicatrización de una cavidad de absceso, normalmente se necesitarán unas semanas para que la fístula que se ha eliminado se llene de tejido cicatricial. Una vez más, la cirugía suele requerir anestesia general y puede realizarse como procedimiento de un día..
Puede ser necesario que se lleve una gasa en la ropa interior durante una o dos semanas después de la operación para evitar que el drenaje ensucie la ropa.
Los movimientos intestinales no afectarán a la cicatrización.
A veces la fístula no es del tipo que puede abrirse simplemente, ya que hay demasiado músculo del esfínter anal implicado para cortarlo (lo que puede suponer un riesgo de incontinencia) o hay múltiples vías. En este caso, se puede pasar un cordón a través de la vía («seton») y el cirujano le traerá de vuelta y discutirá otras opciones para su tratamiento.
¿Y si el problema vuelve a aparecer?
Las fístulas pueden ser condiciones particularmente difíciles de tratar y pueden volver a aparecer. En este caso, y en el caso de las fístulas más complicadas, puede ser necesario realizar una resonancia magnética del conducto de la espalda para comprobar que no se han pasado por alto otras fístulas o «vías».
Si la fístula es complicada, existen varios enfoques quirúrgicos alternativos. Su cirujano se lo explicará si es necesario.
¿Cuánto tiempo se tarda en recuperarse de este tipo de cirugía?
Las molestias tras la cirugía de la fístula son moderadas durante la primera semana y pueden controlarse con simples analgésicos. El tiempo de baja laboral suele ser mínimo pero dependerá del tipo de trabajo que realice.
Bañarse o ducharse dos o tres veces al día ayuda a mantener la zona limpia y cómoda. Se recomiendan los laxantes para minimizar las molestias asociadas a la evacuación
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