¿Qué es el hueso?
El hueso es un tejido vivo que constituye el esqueleto del cuerpo. Existen 3 tipos de tejido óseo, entre ellos los siguientes:
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Tejido compacto. El tejido exterior más duro de los huesos.
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Tejido cancelloso. El tejido esponjoso del interior de los huesos.
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Tejido subcondral. El tejido liso de los extremos de los huesos, que está cubierto por otro tipo de tejido llamado cartílago. El cartílago es el tejido conectivo especializado y rugoso que está presente en los adultos. También es el tejido a partir del cual se desarrollan la mayoría de los huesos en los niños.
La dura y fina membrana exterior que recubre los huesos se llama periostio. Bajo la dura capa exterior del periostio hay túneles y canales por los que discurren los vasos sanguíneos y linfáticos para llevar el alimento al hueso. Los músculos, ligamentos y tendones pueden adherirse al periostio.
Los huesos se clasifican por su forma: largos, cortos, planos e irregulares. Principalmente, se denominan largos o cortos.
Hay 206 huesos en el esqueleto humano, sin incluir los dientes y los huesos sesamoideos (huesos pequeños que se encuentran dentro del cartílago):
¿Cuáles son las funciones del hueso?
El hueso proporciona forma y soporte al cuerpo, así como protección para algunos órganos. El hueso también sirve como lugar de almacenamiento de los minerales y proporciona el medio -la médula- para el desarrollo y almacenamiento de las células sanguíneas.
¿Cuáles son los diferentes tipos de células óseas?
Los diferentes tipos de células óseas son los siguientes:
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Osteoblasto. Se encuentra dentro del hueso y su función es formar nuevo tejido óseo.
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Osteoclasto. Una célula muy grande formada en la médula ósea, su función es absorber y eliminar el tejido no deseado.
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Osteocito. Se encuentra dentro del hueso y su función es ayudar a mantener el hueso como tejido vivo.
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Hematopoyética. Se encuentra en la médula ósea y su función es producir glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
Las células grasas también se encuentran dentro de la médula ósea.
Debido a las complejidades de la función de un hueso, desde proporcionar fuerza y soporte al cuerpo, hasta servir como sitio de desarrollo y almacenamiento de células sanguíneas, hay muchos trastornos y enfermedades que pueden afectar al hueso.