Los coyotes suelen ser tímidos y escurridizos, pero a menudo se les puede ver individualmente, en parejas o en pequeños grupos donde es habitual encontrar comida. Permanecen activos todo el año y no hibernan. Los coyotes se comunican vocalizando, marcando con su olor y a través de diversas manifestaciones corporales. Es habitual oírlos aullar y aullar por la noche, o incluso durante el día, en respuesta a las sirenas y otros ruidos fuertes. Cuando se oye aullar a una familia de coyotes, es fácil pensar que la zona está repleta de coyotes, pero normalmente se trata de unos pocos coyotes con sus crías. Los coyotes no aúllan para anunciar una matanza; esto atraería a otros animales salvajes. Los coyotes aúllan porque:
- Están diciendo a los miembros no familiares que se mantengan fuera de su territorio.
- Están localizando a los miembros de su familia dentro de su territorio.
- Están anunciando una pareja durante la temporada de cría.
- Las crías practican el aullido y pueden ser especialmente ruidosas a finales del verano cuando intentan imitar a sus padres.
- Cuando hay una amenaza potencial hacia las crías, los coyotes adultos se dispersan y aúllan para distraer la amenaza lejos del sitio de la madriguera.
Los coyotes son alimentadores oportunistas, lo que significa que se alimentarán de lo que esté más fácilmente disponible y sea más fácil de obtener. Su dieta omnívora consiste en una variedad de alimentos que incluyen roedores, conejos, ciervos, aves, insectos, reptiles, frutas y bayas. Buscan entre los cadáveres de la carretera, los roedores y los pájaros muertos por los gatos, así como la basura y la comida de las mascotas que se dejan al aire libre. En las zonas suburbanas, se sabe que cazan animales domésticos desprotegidos, incluidos gatos domésticos y perros pequeños.