Con tantas estatinas disponibles para su uso clínico en los síndromes coronarios, se ha discutido mucho sobre cuál es la mejor. Dos ensayos recientes han comparado los resultados clínicos de la reducción intensiva de lípidos con atorvastatina 80 mg/día y la reducción estándar con pravastatina 40 mg/día. En el ensayo «Pravastatin or Atorvastatin Evaluation and Infection Therapy» (PROVE IT) se inscribieron pacientes con síndromes coronarios agudos, y la pravastatina redujo el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL) a 2,46 mmol/l, mientras que la atorvastatina lo redujo a 1,60 mmol/l. Además, la tasa de eventos clínicos (infarto de miocardio, revascularización) a lo largo de 2 años fue menor con atorvastatina que con pravastatina (22,4 frente a 26,3%, respectivamente). El ensayo Reversal of Atherosclerosis with Aggressive Lipid Lowering (REVERSAL) también incluyó a pacientes que necesitaron una angiografía, y la pravastatina redujo el colesterol LDL a 2,84 mmol/l, mientras que la atorvastatina lo hizo a 2,04 mmol/l. En el ensayo REVERSAL, el volumen del ateroma progresó con la pravastatina en un 2,7%, mientras que se mantuvo estable en el grupo de atorvastatina (-0,4%) durante 18 meses. Así pues, la atorvastatina 80 mg/día provoca una mayor reducción del colesterol LDL que la pravastatina 40 mg/día, y esto se asocia a una menor progresión del ateroma y a una reducción de los acontecimientos clínicos. Como consecuencia de estos hallazgos, las directrices del Programa Nacional de Educación sobre el Colesterol y las europeas sobre los niveles de colesterol LDL deberían reducirse.