La autofagia (comer el propio cuerpo) no está clasificada como un trastorno mental o un síntoma de un trastorno mental en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM), el manual de diagnóstico utilizado en Estados Unidos. Sin embargo, la autofagia podría clasificarse en la sección del DSM «Trastornos del control de los impulsos no clasificados en otra parte». Los trastornos del control de los impulsos implican la incapacidad de resistir un impulso, una pulsión o una tentación de realizar un acto que es perjudicial para la persona o para los demás. La mayoría de los individuos afectados por este trastorno suelen sentir una sensación de tensión o excitación antes de cometer el acto, y luego experimentan placer, gratificación o alivio en el momento de cometerlo. Una vez completado el acto, el individuo puede o no sentir arrepentimiento, autorreproche o culpa.
La autofagia se produce cuando uno se ve obligado a infligirse dolor a sí mismo mordiendo y/o devorando partes de su cuerpo. A veces se observa en la esquizofrenia, la psicosis y el síndrome de Lesch-Nyhan.
Se ha observado un comportamiento similar en ratas de laboratorio en experimentos en los que se estudian las lesiones de la médula espinal y los nervios periféricos. El comportamiento resultante consiste en que las ratas se lamen y luego se muerden las uñas y las puntas de los pies. En casos extremos, las ratas se muerden los dedos enteros o incluso el pie. Para acabar con este comportamiento, los investigadores aplicaron una serie de mezclas evaporantes de sabor amargo (combinación de metronidazol y New Skin) en la extremidad de la rata, ya que la mayoría de los animales evitan masticar cualquier cosa con sabor amargo. Tras probar esta mezcla en 24 ratas con lesiones en la médula espinal, sólo una de ellas se había mordido los dedos de los pies después de un periodo de dos a tres semanas.
Las personas que experimentan alucinaciones de mando (a menudo asociadas con la esquizofrenia y el trastorno bipolar) son más propensas a la automutilación, incluyendo el morderse o comerse su propia carne. Más ejemplos de personas que son muy susceptibles a la automutilación severa como la autofagia son los que tienen preocupaciones religiosas, historia de abuso de sustancias, y el aislamiento social intenso.