Beneficios de la coenzima Q10 (CoQ10): 7 probados por la ciencia

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No queremos hacerle recordar la agonía de las ecuaciones químicas, pero la CoQ10 es importante. A pesar de su complicado nombre, la CoQ10 o coenzima Q10 tiene una función relativamente sencilla en el organismo. Este compuesto ayuda a las células a generar energía.
La CoQ10 es producida por el cuerpo (aunque la producción tiende a disminuir a medida que se envejece) y se almacena en las mitocondrias, el centro de producción de energía de las células. Desempeña un papel fundamental en la producción de trifosfato de adenosina (ATP), una sustancia química que impulsa muchos procesos del organismo, como la contracción muscular. Pero la CoQ10 también actúa como antioxidante en su cuerpo, protegiendo sus células del daño que pueden causar los compuestos llamados radicales libres.

Beneficios de la CoQ10

Muchos de nuestros procesos biológicos normales crean subproductos conocidos como radicales libres. Estos compuestos a veces pueden causar daños celulares conocidos como estrés oxidativo, pero no siempre. Muchos de los beneficios para la salud de la CoQ10 se deben a la capacidad de esta enzima para proteger contra el estrés oxidativo. Como verá, no es una capacidad insignificante, ya que el estrés oxidativo y el daño oxidativo están asociados a la inflamación y a una amplia gama de enfermedades crónicas.

Puede tratar las afecciones cardíacas y la insuficiencia cardíaca

La insuficiencia cardíaca no se produce sin más. Es el resultado de la acumulación de daños provocados por afecciones cardíacas como la enfermedad arterial coronaria o la hipertensión (presión arterial anormalmente alta). Con el tiempo, estas afecciones modifican la estructura o el funcionamiento del corazón hasta que deja de ser capaz de bombear la sangre a todo el cuerpo como debería.
Pero los estudios demuestran que la CoQ10 puede ser de ayuda. En uno de ellos, en el que participaron 420 personas con insuficiencia cardíaca de moderada a grave, se descubrió que la enzima era capaz de reducir sus síntomas e incluso disminuir el riesgo de muerte por eventos cardiovasculares (Mortensen, 2014). Los participantes de otro estudio tratados con CoQ10 tuvieron menos hospitalizaciones por empeoramiento de la insuficiencia cardíaca o de los síntomas que el grupo de placebo (Morisco, 1993). Los investigadores creen que la CoQ10 es capaz de mejorar el estado de los pacientes con insuficiencia cardíaca porque ayuda a restablecer la producción adecuada de energía y la función cardíaca, al tiempo que protege contra el daño oxidativo (DiNicolantonio, 2015).

Puede ayudar a reducir la presión arterial

Una presión arterial anormalmente alta, o hipertensión, es uno de los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares. Pero la CoQ10 puede ser capaz de potenciar la salud del corazón al disminuir estas cifras en los pacientes hipertensos y, por tanto, reducir su riesgo de enfermedad cardíaca. Una revisión sistemática de 12 ensayos clínicos descubrió que la CoQ10 era capaz de reducir la presión arterial sistólica hasta 17 mm Hg, el mayor indicador de riesgo de enfermedad cardíaca, pero también la presión arterial diastólica hasta 11 mm Hg (Rosenfeldt, 2007).

Puede ayudar a tratar el Parkinson

La CoQ10 fue capaz de frenar el desarrollo de discapacidades en pacientes con la enfermedad de Parkinson en un pequeño estudio clínico. Todas las dosis de la enzima mostraron un beneficio significativo sobre el placebo, pero la dosis más alta (1200 mg de CoQ10 al día) fue la más eficaz (Shults, 2002).

Puede ayudar a la miopatía inducida por las estatinas

Las estatinas son un tipo de medicamento para reducir el colesterol que se prescribe habitualmente a las personas con factores de alto riesgo de enfermedad cardiovascular. Pueden ser muy eficaces para reducir los lípidos en sangre, pero no están exentas de efectos secundarios. Uno de los efectos secundarios más graves de las estatinas es la miopatía, una enfermedad en la que las fibras musculares no funcionan correctamente. El resultado es un dolor muscular y una sensación de fatiga y debilidad muscular. Pero un meta-análisis de ensayos controlados aleatorios muestra que la CoQ10 puede ayudar a mitigar este efecto. Las personas con miopatía inducida por estatinas a las que se les administró el suplemento tuvieron menos síntomas que las de los grupos de placebo (Qu, 2018).

Puede reducir las migrañas

Los investigadores creen que hay una conexión entre la disfunción mitocondrial y algunos tipos de migrañas (Yorns, 2013). Y se ha descubierto que los enfermos de migraña tienen niveles más bajos de CoQ10 que los que no sufren los debilitantes dolores de cabeza. De hecho, sus niveles son lo suficientemente bajos como para considerarse una deficiencia de CoQ10 (Hershey, 2007). Pero añadir CoQ10 a su régimen de suplementos puede reducir las migrañas. Los suplementos orales de la enzima aliviaron con éxito los síntomas de la migraña en comparación con el placebo en un pequeño estudio. Los participantes que tomaron CoQ10 experimentaron menos días de dolor de cabeza, frecuencia de ataques de migraña e incidentes de náuseas inducidas por el dolor de cabeza (Sandor, 2005).

Puede aumentar el rendimiento físico y la resistencia

Dado que la CoQ10 ayuda a las mitocondrias y a la producción de energía en las células, la falta de CoQ10 en las células musculares puede dificultar la función muscular y el rendimiento físico. (Piense en una miopatía, pero mucho menos grave.) De hecho, la intolerancia al ejercicio es un efecto secundario común de la enfermedad mitocondrial. La disfunción de estos centros vitales de producción de energía hace que los músculos produzcan más ácido láctico (lo que hace que los músculos se acalambren durante o después del ejercicio intenso) y radicales libres (Siciliano, 2007). Durante el ejercicio, los radicales libres también pueden causar daños celulares. Pero un estudio encontró que la suplementación con CoQ10 puede prevenir este proceso después del ejercicio intenso (Gül, 2011). Otro encontró resultados similares, pero también que la suplementación con esta enzima, y el aumento de los niveles de CoQ10 pueden potenciar la resistencia tanto en participantes entrenados como no entrenados (Cooke, 2008).

Cómo obtener suficiente coenzima Q10

El cuerpo produce menos CoQ10 a medida que envejecemos, por lo que potenciar la ingesta dietética u optar por la suplementación con CoQ10 es más crítico. Pero el envejecimiento no es lo único que reduce nuestros niveles de CoQ10. Sus niveles pueden ser más bajos después de tomar medicamentos con estatinas o de sufrir un ataque al corazón. En estos casos, o en el caso de la deficiencia de coenzima Q10, un proveedor de atención médica puede recomendar dosis altas para que los niveles vuelvan a la normalidad. Cabe destacar que la deficiencia de CoQ10 es poco frecuente, ya que se estima que afecta a 1:100.000 personas (Salviati, 2017). Los suplementos de CoQ10 están ampliamente disponibles en forma de cápsulas, y es posible que veas que se utiliza la forma de ubiquinol de esta enzima.
Este compuesto es generalmente bien tolerado, y los efectos secundarios de la suplementación con coenzima Q10 -si se producen- tienden a ser leves. Los efectos secundarios pueden incluir náuseas, malestar estomacal, pérdida de apetito y vómitos. En algunas personas, los suplementos pueden causar alergias e irritación de la piel.
Los suplementos pueden ser la forma más fácil de obtener una dosis diaria de este nutriente y ayudar a que sus niveles de CoQ10 se mantengan lo suficientemente altos y estables. (Las vísceras son excelentes fuentes alimentarias, aunque pueden ser difíciles de incluir en su dieta diaria. El consumo de pescado graso, como la caballa, es otra forma eficaz de aumentar la ingesta dietética de CoQ10. También hay fuentes de CoQ10 aptas para veganos. Algunas frutas y verduras contienen este compuesto, así como algunas legumbres, frutos secos y semillas.