Introducción
Los bloques de tejidos embebidos en parafina suelen referirse a las muestras de tejidos embebidos en parafina fijados en formalina (FFPE) que se han utilizado en diversas aplicaciones terapéuticas y en la investigación durante muchas décadas. Se trata de un método utilizado para preservar y preparar especímenes biológicos para su uso en investigación experimental, examen, diagnóstico y desarrollo terapéutico. En primer lugar, la muestra de tejido se conserva mediante la fijación con formalina o formaldehído para garantizar que las estructuras vitales y las proteínas del tejido se mantengan lo más cerca posible del estado en que se encontraban cuando aún formaban parte del huésped. Después de la fijación, se incrusta en un bloque de parafina para facilitar el seccionamiento y el montaje en portaobjetos para su examen.
Proceso
Los tejidos se recogen primero de huéspedes enfermos y normales. En los bioespecímenes de cáncer, el oncólogo suele comparar el tumor primario con muestras que se obtienen de sitios metastásicos distantes. Los tejidos obtenidos suelen medir sólo unos pocos centímetros, dependiendo de la naturaleza y la fuente y el tejido. Inmediatamente después de la escisión, la bioespecie se sumerge en formol neutro al 10% durante 18 a 24 horas para endurecer el tejido. A continuación se deshidrata y se limpia utilizando concentrados crecientes de etanol. A continuación, se incrusta en parafina de grado inmunohistoquímico que se utiliza específicamente para incrustar tejidos fijados en formol. Uno de los factores más cruciales es el tiempo de fijación, ya que los tejidos que se fijan demasiado pronto pueden resultar inutilizables para los estudios de biología molecular. La duración de la fijación tiene que ser lo suficientemente larga como para asegurar la preservación.
Una vez adquiridas, las muestras se manipulan cuidadosamente para mantener la calidad. Una manipulación inadecuada puede dar lugar a la aparición de características inusuales que pueden afectar a los resultados o deducciones de la investigación. El método de preparación suele depender de los requisitos del equipo de investigación. Puede variar desde las especificaciones relativas a la finalidad del tejido, el tamaño o el corte del mismo. Un buen ejemplo sería el corte del músculo a lo largo del «grano» de las fibras musculares o a través de ellas. A lo largo de la preparación de la muestra, un patólogo médico certificado participará para garantizar que el procedimiento se complete con precisión y también para la evaluación de la calidad.
Una vez completadas las muestras, se almacenan en bancos de tejidos. También deben conservarse registros útiles, como la información demográfica y la fecha de recogida o conservación del tejido, ya que pueden ser útiles para el equipo de investigación. Otra información crítica que debe almacenarse incluye los formularios de consentimiento firmados y los documentos legales relacionados con la bioespecie, ya que pueden afectar a la posibilidad de utilizar la bioespecie en la investigación y los ensayos clínicos.
Aplicaciones
Los bloques de tejido incluidos en parafina tienen muchas aplicaciones en la investigación. Estos bloques de tejido se utilizan a menudo en inmunohistoquímica, donde las secciones de tejido se montan en un portaobjetos. A continuación, estas secciones se bañan con una solución que contiene anticuerpos que se unen a proteínas y estructuras. La tinción también puede realizarse para ayudar a la visualización de los anticuerpos, lo que muestra la ubicación de las estructuras que están presentes en la muestra. Esta información puede ser fundamental para ayudar a diagnosticar enfermedades como el Alzheimer o el cáncer. La información obtenida de la inmunohistoquímica también es vital para muchos proyectos sobre el cáncer que se llevan a cabo en los laboratorios hoy en día. Algunas de las áreas terapéuticas en las que se utilizan habitualmente las muestras de tejido son:
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Inmunología: se analizan las respuestas del sistema inmunitario tanto en el estado enfermo como en el sano. El estudio de las muestras de tejido de un paciente con la enfermedad autoinmune ayuda a determinar la causa y el desarrollo de la terapia para los afectados.
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Hematología – los bloques de tejido embebidos en parafina son vitales en el estudio de varios trastornos sanguíneos y relacionados. La hematología es un campo crucial que ha ayudado al descubrimiento de muchas curas de enfermedades relacionadas con la sangre y sus componentes. Algunos estudios relacionados con este campo son los estudios de la médula ósea, que pueden incluir la genética, la toxicología y la regeneración de tejidos.
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Oncología: los bloques de tejido embebido en parafina son importantes en oncología, ya que los tejidos tumorales conservados tienen morfologías características que no están presentes en otros tejidos. Los equipos de investigación suelen utilizar estas muestras para buscar proteínas que puedan ayudar al diagnóstico y evaluación de la enfermedad. Los tejidos tumorales fijados en formol e incluidos en parafina (FFPE) generalmente deben tener un 60% de contenido tumoral.
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Comparativa: también hay bloques de tejido incluidos en parafina que son tejidos sanos recogidos de donantes sanos. Estos tejidos se utilizan con fines comparativos y también son importantes para la investigación y el desarrollo.
Desventaja
En los bloques de tejido embebido en parafina, el proceso de fijación suele requerir el uso de formalina o formaldehído que desnaturaliza las proteínas que están en la muestra de tejido. Esto puede hacer que las proteínas sean invisibles para los anticuerpos desarrollados específicamente para detectarlas. Para compensar, se han desarrollado técnicas de recuperación de antígenos para recuperar específicamente las proteínas, el ADN y el ARN de estos bloques de tejido. Esto ayuda a abrir un vasto archivo de material conservado y anotado para estudios de bioquímica y biología molecular.
Conclusión
La calidad de los bloques de tejido embebidos en parafina es crucial para los trabajos que utilizan estas muestras como fuente de proteínas, ADN y ARN. Esto se debe al hecho de que incluso el tejido mejor conservado contendrá proteínas, ADN y ARN inactivos parcialmente degradados.