Su hijo está metido en la cama y usted se acomoda en el sofá para pasar una noche de series y acurrucarse. Entonces, de la nada, los ronroneos suaves y somnolientos de su hijo se convierten en toses fuertes y estridentes. Sueltas el mando a distancia y te acercas a su lado para ver qué le pasa.
Pero mientras la consuela, se pregunta: ¿Mi hijo tiene un resfriado leve o está pasando algo más grave?
No te preguntes más. Descifra la tos con esta práctica guía, y no dejes de llamar a tu pediatra para que te haga un diagnóstico adecuado o si tienes alguna duda o preocupación.
La tos con mocos
Una tos con flemas, que suena como si los mocos traquetearan en su garganta. Su hijo también puede tener secreción nasal, estornudos y fiebre leve.
La causa probable:
Un resfriado. En algunos niños, la tos puede ser el primer signo del resfriado, y en otros niños, el goteo nasal o los estornudos pueden aparecer primero. Además de los mimos habituales, las palabras tranquilizadoras y todo el cariño, pruebe estas tácticas para que se sienta mejor:
- Dé a su hijo mucho líquido. Lo mejor es el agua, pero los niños de 1 a 3 años también pueden tomar hasta 4 onzas de zumo al día. (No le dé zumo a los bebés menores de 1 año). El té descafeinado caliente también puede ayudar a aliviar el cosquilleo que desencadena la tos. Pero si su hijo se niega a beber, los polos fríos pueden tentarle, y también pueden aliviar el dolor de garganta.
- Haga funcionar un humidificador de vapor frío en su habitación por la noche (un humidificador caliente puede suponer un peligro en la habitación de su hijo si se acerca demasiado a él). Esto llenará el aire de humedad, lo que aliviará una garganta inflamada y rasposa, y aflojará la mucosidad y aliviará la congestión.
- Prueba a utilizar gotas nasales y una jeringa de pera para eliminar la mucosidad de la nariz.
- Ofrece una cucharada de miel antes de acostarse para recubrir su garganta y aliviar el dolor. (Sólo dé miel a los niños mayores de un año. En los bebés menores de un año, la miel puede provocar botulismo, una enfermedad potencialmente mortal).
- No le dé a su hijo pequeño medicamentos para la tos o el resfriado. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y la Academia Americana de Pediatría (AAP) no recomiendan los medicamentos para la tos y el resfriado a los niños pequeños. No son eficaces y, lo que es peor, pueden exponer a tu hijo a peligrosos efectos secundarios.
La tos perruna
Un sonido perruno acompañado de un chillido agudo al inhalar. Otros síntomas son fiebre, ronquera y dificultad para tragar o respirar.
Más sobre la tos y los resfriados
La causa probable:
El crup, típicamente una infección viral, se produce cuando la laringe y la tráquea se inflaman, haciendo que las vías respiratorias se hinchen y se estrechen. Para aliviar la tos de los niños pequeños:
- Lleve a su hijo al cuarto de baño, haga correr una ducha caliente y cierre la puerta. Permanezca en el baño con vapor durante 15 o 20 minutos. El aire caliente y húmedo debería aliviar la inflamación de las vías respiratorias. O pruebe con aire fresco y húmedo sacándolo al exterior en la noche fresca, o abriendo el congelador y haciéndole respirar durante varios minutos.
- Una vez que su exhausto niño deje de toser, mantenga un humidificador de aire fresco en su habitación durante las siguientes noches (el crup suele durar de tres a siete días).
- Si en algún momento su hijo tiene fiebre alta, le cuesta respirar o presenta un tono azulado alrededor de la boca, busque ayuda médica de inmediato.
La tos sibilante
Una tos flemosa acompañada de silbidos agudos o sibilancias cuando su hijo pequeño respira. Su hijo también puede vomitar, tener fiebre, mostrar una respiración superficial o rápida, y puede estar aletargado.
La causa probable:
Bronquiolitis, una infección que provoca hinchazón e inflamación en las diminutas vías respiratorias (bronquiolos) de los pulmones.
Lo que empieza pareciendo un resfriado -fiebre, secreción nasal y tos- puede convertirse en problemas más graves, como dificultad para respirar y aceleración de los latidos del corazón, y en algunos casos (aunque no en la mayoría), puede requerir hospitalización.
La causa más común de la bronquiolitis es el virus respiratorio sincitial (VRS), pero otros virus, como el resfriado común y la gripe, también pueden causar bronquiolitis.
Aunque el VRS y la bronquiolitis suelen ser más peligrosos en los bebés, también pueden ser graves en los niños pequeños. Para cortar de raíz esta tos sibilante de los niños pequeños antes de que se les vaya de las manos:
- Llame inmediatamente al pediatra o al médico de guardia para concertar una cita por teléfono o en persona.
- Ofrézcale a su hijo muchos líquidos, como agua, zumo o té descafeinado caliente para aliviar su garganta y evitar la deshidratación.
- Haga funcionar un humidificador de vapor frío en su habitación por la noche para llenar el aire de humedad. Esto ayudará a aliviar la inflamación de los bronquiolos y aflojará la mucosidad de las vías respiratorias para aliviar la tos y la congestión.
- Intente utilizar gotas nasales y una jeringa de pera para eliminar la mucosidad de la nariz.
- Si su hijo también tiene fiebre alta, respiración dificultosa, labios o uñas azules, o muestra signos de deshidratación (labios agrietados, ojos hundidos, llanto sin lágrimas y disminución de la micción), llévelo rápidamente al médico o a un centro de atención urgente.
La tos continua
Una tos que no cesa, noche tras noche, junto con sibilancias – pero sin síntomas de resfriado.
La causa probable:
El asma, una enfermedad pulmonar crónica en la que las vías respiratorias se hinchan, sufren espasmos y se obstruyen con mucosidad. Qué hacer:
- Lleve a su hijo al médico para que le evalúe si tiene asma. Es importante obtener un diagnóstico y un tratamiento adecuados (es posible que necesite medicamentos inhalantes).
- Además de los medicamentos que le recete el médico, ayude a aliviar los síntomas ofreciéndole líquidos y poniendo un humidificador de vapor frío en su habitación por la noche.
La tos con dificultad para respirar
Una tos con flema junto con una respiración dificultosa, fiebre alta, dolores, dolor en el pecho, vómitos, escalofríos y, a veces, un color azul alrededor de los labios.
La causa probable:
Neumonía, una infección que hace que el tejido pulmonar se inflame y se llene de pus. Suele aparecer tras una infección vírica o bacteriana. Para tratarla:
- Llame a su pediatra: su hijo necesita atención médica de inmediato.
- Ayude a su hijo a sentirse mejor ofreciéndole líquidos (para evitar la deshidratación) y haciendo funcionar un humidificador de vapor frío en su habitación.
La tos con chillido
Ataques de tos seca -múltiples toses seguidas- junto con un chillido agudo cuando su hijo inhala.
La causa probable:
Tos ferina, una infección bacteriana también conocida como tos ferina. Aunque los brotes de tos ferina han ido disminuyendo, su hijo corre un mayor riesgo si no ha recibido la vacuna DTaP (la P significa tos ferina). Para tratar la tos:
- Consulte a su pediatra: su hijo necesita antibióticos.
- Para ayudar a su hijo a sentirse mejor, anímelo a beber todo lo que pueda (para evitar la deshidratación) y ponga un humidificador de vapor frío en su habitación para aliviar sus vías respiratorias.
Medios para la tos de los niños
Los niños nunca deben recibir medicamentos de venta libre para la tos o el resfriado.
En su lugar, ofrézcales remedios para la tos de los niños pequeños como un humidificador de niebla fría que funcione en la habitación de su pequeño, el vapor de la ducha caliente, líquidos como agua, zumo o té descafeinado caliente, gotas de suero fisiológico en la nariz utilizando una jeringa de pera para sacar la mucosidad y una cucharadita de miel si su hijo tiene más de un año.