Cómo odiar a la gente…

¡La PNL y los 7 pasos para odiar con gran eficacia!

A menudo se piensa en la PNL como una colección de técnicas para solucionar problemas. Y, sí, tiene un montón de herramientas y técnicas muy útiles para esto.

Pero en su núcleo la PNL trata de modelar, es decir, identificar los pasos automáticos que una persona sigue para hacer algo que es útil (para que podamos mejorar esto) o algo que se interpone en su camino (para que podamos ayudarles a cambiar lo que hacen).

Toma el odio – odiar a los demás – por ejemplo.

Muchos consideran que se trata de una emoción automática o inconsciente que «obtenemos» y luego tenemos que aprender a manejar o controlar.

Sin embargo, si utilizamos la PNL para modelar el odio encontramos que hay una serie de piezas que deben estar en su lugar para poder odiar efectivamente.

El siguiente artículo irónico analiza los resultados de modelar «cómo odiar».

«Quiero seguir odiando»

Hay una historia sobre el poeta y ensayista Charles Lamb en el Londres del siglo XVIII que tuvo un largo conflicto con otro autor. Los dos nunca se habían conocido – el conflicto se había llevado a cabo a través de cotilleos sobre el otro y en cartas a los periódicos.

Cuando un amigo se ofreció a presentarle a su protagonista, Lamb se apresuró a declinar diciendo: «Quiero seguir odiándole, y no puedo hacer eso con un hombre que conozco».

Cuanto más conocemos a alguien, más difícil es odiarle – y cuanto menos le conocemos, más fácil es odiarle.

Hagamos que odien

Por eso, cuando nuestros líderes, gobiernos y/o elementos de los medios de comunicación desean suscitar apoyo para su última aventura, primero tienen que deshumanizar al grupo objetivo.

Deben hacerlo porque, si nos centráramos en los «individuos» del grupo objetivo, podríamos empezar a reconocer cómo aparece el mundo a través de sus ojos. Y esto nos impediría odiarlos.

Por lo tanto, los manipuladores de la opinión pública deben asegurarse de que no veamos las cosas a través de los ojos del grupo objetivo, ni siquiera queramos hacerlo.

Por lo tanto, si aceptamos activamente el proceso, ya no los vemos como personas sino como «el enemigo». Ahora están deshumanizados y separados de nosotros, las personas normales y corrientes y, con el tiempo, se convierten en lo «desconocido».

Esto activa nuestros prejuicios más arraigados y el miedo a lo desconocido y, en lugar de reconocerlos como individuos de carne y hueso, los percibimos como lo desconocido y lo que hay que temer.

Cómo ser sistemático en el odio – como se explica a través de la PNL

Como en todos los demás procesos humanos hay un proceso bastante sistemático para desarrollar – y mantener – la enemistad.

Y cuando utilizamos la PNL para modelar el proceso de cómo adquirimos, desarrollamos y mantenemos el odio hacia los demás, encontramos que hay siete pasos clave.

Paso 1 – Mirar sólo con tus propios ojos

El primer paso para odiar es evitar considerar cómo es la situación desde el punto de vista de nuestro nuevo «enemigo».

Este es un paso crítico porque, como reconoció Charles Lamb, es muy difícil odiar a alguien si nos ponemos en su lugar y vemos el mundo a través de sus ojos y sentimos como ellos sienten.

A la mayoría de nosotros nos resulta bastante fácil este paso. Somos innatamente egoístas y desde que nacemos hemos refinado nuestra capacidad de mirar las situaciones sólo a través de nuestros propios ojos y de nuestras propias necesidades. Modelo de perspectivas diferentes.

Paso 2. Mantener la sencillez con el pensamiento ‘blanco y negro’

Decidir que hay normas absolutas de lo correcto y lo incorrecto. Y que tú tienes razón y que «ellos» están equivocados.

Este es otro paso fácil ya que requiere muy poco pensamiento. Simplemente adoptas una postura, decides que es la correcta y te mantienes en tus trece (¡!).

Al reducir todo a términos simplistas, en blanco y negro, evitamos el tedio de tener que considerar que tales absolutos pueden cambiar dependiendo de cómo una persona perciba una situación.

Paso 3. Azotar sus emociones

Se apasiona tanto por su postura que se sumerge en sus propios sentimientos sobre la situación. Esto funciona porque volverse muy emocional sobre algo bloquea el pensamiento racional u objetivo. Y, una vez más, podemos evitar los detalles inconvenientes que podrían contradecir nuestra postura.

Ahora bien, los pasos 1 a 3 funcionan bastante bien por sí solos, pero a veces es útil tener algunas «pruebas racionales» para tu postura, en caso de que la gente se oponga a tu punto de vista. Los siguientes pasos proporcionan esta ‘evidencia de que yo tengo razón y ellos están equivocados’.

Paso 4. Selecciona cuidadosamente tus pruebas

Recuerda que nuestro objetivo es un pensamiento simplificado, en blanco y negro. Así que no queremos enturbiar la cuestión con demasiada información objetiva.

Así que debes seleccionar cuidadosamente las pruebas que apoyen tu punto de vista e ignorar todo lo que pueda oponerse a él. Esto no es tan difícil como puede parecer siempre que lo hagas de forma sistemática. He aquí cómo

(a) Seleccione primero su grupo objetivo e identifique los comportamientos particulares de éste que apoyan su postura.

(b) Busque ahora dos o tres ejemplos de individuos de este grupo que tengan esos comportamientos.

(c) Generalice: concluya que esos individuos son típicos de todo el grupo.

(d) Por último, empiece a reunir pruebas que apoyen su conclusión. No te preocupes. Esto no te llevará mucho tiempo, aunque debes tener cuidado de no prestar atención a ninguna prueba contradictoria, ya que esto podría socavar tu justa indignación. Simplemente decida que esto es….. Fake News.

Paso 5. Evite el pensamiento crítico

Este es otro paso realmente fácil. El pensamiento crítico generalmente requiere que usted aplique una mezcla de autocuestionamiento activo y visualización para examinar un asunto desde varios ángulos.

¡Demasiado esfuerzo! Evite esta molestia simplemente llenando su mente de prejuicios como en el paso 5. Aunque sigue existiendo el riesgo de que el pensamiento crítico ocasional se cuele entre tus defensas.

Felizmente hay una forma muy eficaz de garantizar el pensamiento no crítico sobre tus prejuicios. Únase a un grupo que comparta sus puntos de vista. De este modo tendrás acceso constante a consignas ya hechas, a estímulos e incluso a pruebas seleccionadas para apoyar tus puntos de vista. Con suerte, incluso podrás compartir la embriagadora emoción de participar en algunas manifestaciones (¿demostraciones?).

Ahora bien, no hay nada mejor que una buena manifestación ruidosa para desarrollar una sólida creencia en tu causa. La multitud crea un bonito proceso de pensamiento grupal en el que todos pensarán y actuarán al unísono. Otra ventaja es que las consignas y los cánticos bloquean el pensamiento activo, algo que los expertos en control de multitudes, como Hitler, Mussolini y muchos otros desde entonces, han utilizado con buenos resultados. ¿Suerte? Por supuesto. ¡Tener que defender las creencias de uno es una gran manera de fortalecerlas! Si todo el mundo estuviera de acuerdo contigo podría empezar a cuestionar tus creencias. Pero cuando tienes que defender tus puntos de vista contra los incrédulos esto fortalece tu creencia. Así que las personas que se oponen activamente a ti son tus mejores aliados – ¡están reforzando tus prejuicios!

Por cierto, hay muchas otras formas de conseguir un apoyo confirmatorio de tu actitud, especialmente si no tienes acceso a un grupo. Puedes optar por leer sólo los periódicos, libros y revistas que apoyen tus puntos de vista. O seleccionar cuidadosamente los programas de radio y televisión a los que asiste y buscar en la web sitios web, listas de correo electrónico y grupos de noticias que le apoyen.

(El ingrediente esencial del Paso 5 es evitar el pensamiento arduo – por lo que es prudente evitar el uso del Meta Modelo de la PNL.

Paso 6. Hable. No escuche!

Asegúrese de hablar todo lo posible cuando esté con personas que no están de acuerdo con usted. Este es un paso importante porque si usted comenzara a escuchar lo que su oponente tiene que decir esto podría socavar su certeza en su propia postura. (Por cierto, hacer casi toda la conversación también ayuda con el paso 7).

Así que, si es posible, sigue hablando para que no puedan decir nada. Si esto resulta difícil, comience a gritar. En las raras ocasiones en las que esto también falle y tengas que callar, puedes subvocalizar tus prejuicios y, en lugar de escucharlos, ensayar mentalmente lo que vas a decir cuando se callen.

Por cierto, si quieres ver a algunos expertos en esta habilidad, observa cómo los políticos manejan las entrevistas de televisión y, especialmente, las discusiones con sus oponentes. Son excelentes modelos de conducta.

Paso 7. Provocarles para que reaccionen de forma exagerada

Esta es una técnica maravillosa, pero desgraciadamente requiere cierta planificación y pensamiento estratégico, y requiere cierta práctica. Una forma sencilla de hacerlo es utilizar el paso 6 para frustrarlos.

En una confrontación, por ejemplo en un programa de televisión, asegúrate de que se frustren tanto con tus gritos o con tu negativa a responder a preguntas directas que pierdan la calma y se enfaden o se pongan agresivos. Esta es una gran táctica porque cuanto más frustrados estén, más te relajarás y parecerás tranquilo y sereno.

Entonces, cuando finalmente pierdan la calma y se pongan agresivos, sólo tendrás que lanzar al público y a la cámara tu mirada más inocente de «te lo digo». (No reserves esta técnica para ocasiones especiales; funciona igual de bien en la vida cotidiana).

Es bastante fácil, de verdad

Sí, estoy de acuerdo en que estos pasos pueden parecer complicados, al principio. Pero, créeme, puedes cogerle el truco rápidamente. Millones de personas lo hacen todos los días; sólo tienes que dedicarte a ello durante unos días y descubrirás que es fácil, siempre y cuando evites el pensamiento racional.

Digamos que estás aprendiendo a odiar, digamos, a los morados…

Busca unos cuantos ejemplos de morados que actúen mal y decide que esto es típico de todo el grupo. Como se mencionó anteriormente, debe tener mucho cuidado al usar el Paso 4 aquí, es decir, seleccionar su evidencia.

Podría arruinar su capacidad de odiarlos si cayera en la trampa de pensar que las acciones de unos pocos podrían no ser representativas de los millones de todo el grupo. (Esta es la categoría del metamodelo de la PNL de «Generalizaciones»).

Por cierto, las noticias de la televisión y los documentales pueden proporcionar muchos ejemplos de este tipo – y, si tienes prisa, prueba con YouTube. Los productores habrán reducido horas de metraje a unos pocos fragmentos de sonido/visión que han seleccionado para resumir una situación compleja.

Es un poco como una versión de comida rápida del pensamiento. Puedes encenderlo y coger un prejuicio recién preparado para llevar.

Es mejor que pensar…

Por último, esta no ha sido una lista completa y hay muchos refinamientos que puedo añadir. Sin embargo, es un buen comienzo para desarrollar la capacidad de odiar. Los pasos individuales trabajan en sincronía y el verdadero experto en odio habrá desarrollado tal competencia inconsciente que su habilidad parece hábil y completamente natural.

Así que si eres un principiante en el juego del odio acepta que la verdadera habilidad en esta área requiere un poco de práctica – pero ten por seguro que es mucho más fácil que tener que pensar por ti mismo…

Como dijo el filósofo británico Bertrand Russell «Mucha gente preferiría morir que pensar. De hecho, lo hacen…»

(Editado a partir del Boletín de PNL de Pegasus del 15 de abril de 2002)

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