La meditación Shamatha -atención o concentración- es la base de la práctica budista. Lama Rod Owens nos enseña una versión de la tradición Vajrayana.
Ilustración de Carole Henaff.
Shamatha significa «permanencia pacífica» o «tranquilidad». También llamada meditación de atención plena o de concentración, shamatha es una importante práctica introductoria que conduce a la práctica de vipashyana, o meditación de comprensión.
El propósito de la meditación shamatha es estabilizar la mente cultivando una conciencia constante del objeto de meditación. La práctica tradicional de shamatha utiliza diferentes tipos de soportes o anclajes para nuestra práctica. Con el tiempo, esto nos lleva a practicar sin soportes y a meditar en la vacuidad misma en una conciencia abierta. Para esta práctica en particular, las instrucciones serán para la meditación shamatha utilizando la respiración como el foco de nuestra práctica.
La meditación shamatha nos permite experimentar nuestra mente tal como es. Cuando practicamos shamatha, somos capaces de ver que nuestra mente está llena de pensamientos, algunos conducentes a nuestra felicidad y mayor realización, y otros no. No es extraordinario que nuestra mente esté llena de pensamientos, y es importante comprender que es natural que sucedan tantas cosas en la mente.
Con el tiempo, la práctica de la meditación shamatha calma nuestros pensamientos y emociones. Experimentamos la tranquilidad de la mente y permanecemos tranquilamente con nuestros pensamientos tal y como son. Con el tiempo, esto conduce a una disminución de los pensamientos inútiles.
Cuando experimentamos una conciencia estable, estamos preparados para practicar vipashyana, en la que desarrollamos la percepción de lo que es la «mente» investigando la naturaleza de los propios pensamientos. En la tradición Vajrayana del budismo, el objetivo final es practicar la permanencia en la calma y la visión en unión, lo que abre la puerta a la realización de la verdadera naturaleza de la mente.
Tradicionalmente, la práctica de shamatha se enseña a través de instrucciones sobre el cuerpo físico y luego observando las propias instrucciones de meditación.
La postura de los siete puntos
La postura de los siete puntos del Vairochana es un antiguo conjunto de puntos de postura que se dice que alinean el cuerpo físico con nuestro cuerpo energético. La postura ha sido practicada durante miles de años por los yoguis hindúes y budistas. Los siete puntos son:
- Sentarse con las piernas cruzadas.
- Las manos en el regazo o sobre las rodillas.
- Tener la espalda recta.
- Doblar los hombros para abrir el centro del corazón.
- Bajar la barbilla.
- Abrir ligeramente la boca con la lengua apoyada en el paladar.
- Ojos abiertos, mirando unos cuatro dedos de ancho más allá de la punta de la nariz.
Una postura sensible al cuerpo
Todos tenemos cuerpos y capacidades diferentes. Es importante ajustar esta exigente postura tradicional para satisfacer las necesidades de nuestros propios cuerpos, y no luchar para adaptar nuestros cuerpos a la postura. Lo más importante en cuanto a la postura corporal es mantener la espalda y la columna vertebral lo más rectas posible y permanecer cómodos. Así que los siete puntos de una postura más sensible al cuerpo podrían ser:
- Sentarse en un cojín o en una silla, de pie o tumbado.
- Acomodar las manos de cualquier manera que sea cómoda.
- Mantener la espalda lo más recta posible.
- Mantenga los hombros relajados y el pecho abierto.
- Mantenga la cabeza a cualquier nivel que le resulte cómodo.
- Mantenga la mandíbula inferior ligeramente abierta.
- Mantenga los ojos cerrados o abiertos.
La meditación
Hay muchos tipos de meditaciones de la respiración. Algunas han sido escritas, mientras que otras sólo han sido transmitidas oralmente de maestro a alumno. La siguiente es una meditación básica sobre la respiración de la tradición Vajrayana:
- Ajuste el cuerpo en una posición cómoda y comience la práctica tomando conciencia de su respiración. Fíjate en la inhalación y la exhalación.
- Mientras te fijas en la respiración, sigue soltando los pensamientos a medida que vayan surgiendo. Cada vez que te distraigas aferrándote a un pensamiento, vuelve a la respiración. Sigue haciendo esto una y otra vez.
- Al final, al exhalar, sé consciente de que tu respiración se escapa y se disuelve en el espacio. Experimente lo mismo con la inhalación.
- Al reducir la velocidad, empiece a permitir que su conciencia se mezcle en el espacio abierto con la respiración tanto en la inhalación como en la exhalación.
- Para profundizar en la práctica, empiece a mantener la respiración después de la inhalación durante unos segundos antes de exhalar. Al hacer esto, está dividiendo la respiración en tres partes: inhalación, retención y exhalación. Siga haciendo esto.
- Al inhalar, comience a cantar om para sí mismo. Al retener, cante ah. Al exhalar, canta hung. El canto de estas sílabas sagradas ayuda a mantener la conciencia y se cree que purifica nuestra mente.
- Al continuar con la exhalación, relájate más. Continúe con la práctica de la conciencia, dejando ir los pensamientos y volviendo a la respiración. Haga esto durante todo el tiempo que pueda.
¿Puede ayudarnos en un momento crítico?
COVID-19 ha traído un tremendo sufrimiento, incertidumbre, miedo y tensión al mundo.
Nuestro sincero deseo es que estas enseñanzas budistas, las prácticas guiadas y las historias puedan ser un bálsamo en estos tiempos difíciles. En el último mes, más de 400.000 lectores como tú han visitado nuestro sitio, leyendo casi un millón de páginas y transmitiendo más de 120.000 horas de enseñanzas en vídeo. Queremos ofrecer aún más sabiduría budista, pero nuestros recursos son escasos. ¿Puede ayudarnos?
Nadie está libre del impacto de la pandemia, incluido Lion’s Roar. Dependemos en gran medida de la publicidad y de las ventas en los quioscos para apoyar nuestro trabajo, y ambas han disminuido drásticamente este año. ¿Puede prestar su apoyo a Lion’s Roar en este momento crítico?