Estimar la fecha de implantación
La implantación se produce alrededor de nueve días después de la ovulación y marca el momento en el que el óvulo fecundado se adhiere a la pared uterina. Aunque la media es de nueve días, el tiempo de implantación puede oscilar entre seis y doce días.
La implantación del blastocisto desencadena que el útero comience a producir gonadotropina coriónica humana (hCG), lo que significa que también marca el momento a partir del cual se puede obtener una prueba de embarazo positiva (ya sea en forma de análisis de sangre o de orina), normalmente al cabo de 3-4 días.
- Para un embarazo natural: la implantación se produce nueve días después de la ovulación por término medio;
- Para un embarazo por FIV: la implantación se produce cuatro días después del día de transferencia de la FIV.
Es importante que las cifras anteriores sean una media y que cada embarazo sea único y las fechas puedan variar. Asimismo, en algunos embarazos, la implantación va seguida de un ligero manchado, conocido como sangrado de implantación, porque el revestimiento uterino puede estar alterado.
La diferencia entre el sangrado de implantación y la sangre del período es que esta última tiende a ser de color rojo brillante y vibrante, mientras que el manchado suele ser de color rosa o marrón oscuro.
La implantación también puede ir acompañada de calambres abdominales ligeros y de poca intensidad, que son bastante menos intensos que los calambres del período.