Mi botella de suavizante Downy presume de que es «mejor junto» con las hojas para la secadora (marca Downy, por supuesto). Conozco mucha gente que usa uno o el otro, o ninguno, pero no mucha que use ambos. Probablemente sea porque mucha gente no está segura de si hacen cosas diferentes.
Tanto el suavizante de telas como las hojas para la secadora añaden aroma y suavidad y reducen las arrugas y la estática, funcionan de forma un poco diferente y no tienen exactamente los mismos resultados. «El acondicionador de tejidos se aplica durante el ciclo de lavado y penetra en las fibras del tejido para acondicionar y proteger la ropa del estiramiento, la decoloración y la pelusa, mientras que las hojas para secadora se activan con el calor en la secadora y actúan en la superficie para combatir las arrugas y la electricidad estática», explica Mary Johnson, científica de cuidado de tejidos de P&G. «Piensa en el acondicionador para tejidos como el acondicionador que te aplicas al pelo después del champú, y en las hojas para secador como la laca de acabado que te aplicas cuando terminas de peinarte».»
Suenan como beneficios encantadores, pero no todo el mundo está tan enamorado de ellos. La experta en limpieza Jolie Kerr básicamente piensa que el suavizante pertenece a uno de los círculos del infierno de Dante. Definitivamente hay algunos tejidos que no se mezclan bien con el líquido. Cubrir las toallas, la microfibra y la ropa deportiva con acondicionador las hace menos eficaces. Las toallas no absorben tan bien, la microfibra no puede recoger el polvo tan bien, y la ropa de gimnasia no absorbe el sudor adecuadamente. Los frascos de suavizante también llevan una advertencia sobre su uso en la ropa de dormir de los niños, porque reduce la resistencia al fuego. También puede afectar a tejidos como el vellón y la chenilla. El vinagre es una alternativa para cosas como las toallas. También puede suavizar la tela y reducir la estática.
Lamentablemente, un suavizante parece no estar disponible. Sofft era un proyecto de Kickstarter de 2014 que prometía que apenas tendríamos que volver a lavar la ropa, porque convertía tu vestuario ordinario en prendas que repelían las manchas cuando lo añadías al ciclo de lavado. Piensa en lo naturalmente suaves que se volverían tus vaqueros si no tuvieras que meterlos en la lavadora durante meses.
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