En los años después de que el príncipe Guillermo y el príncipe Harry se convirtieran en adultos a principios de la década de 2000, Guillermo adquirió la reputación de ser un hombre de costumbres estrictas, mientras que Harry se dio a conocer como un juerguista con algunos escándalos en la prensa. A pesar de ello, siempre se pensó que los hermanos permanecían unidos a lo largo de los años, en parte gracias al vínculo que formaron durante el polémico matrimonio de sus padres y la trágica muerte de la princesa Diana en 1997. Pero en su nuevo libro, Robert Lacey, historiador y asesor de The Crown, comienza a cuestionar esa suposición.
En un extracto del Daily Mail de Battle of Brothers: William and Harry-The Inside Story of a Family in Tumult, Lacey echa un vistazo a esos días y ve algo diferente. Según Lacey, William estaba más cerca de las fechorías de Harry de lo que se informó en su momento, y esa diferencia de percepción podría haber provocado la ruptura de su relación más adelante.
Lacey cuenta que William presentó a su hermano a los fiesteros cuando Harry se unió a él en Eton, e incluso estuvo presente en la tienda de disfraces cuando Harry eligió su ofensivo disfraz de nazi en 2005. «Por primera vez, su relación se resintió de verdad y apenas se hablaron», dijo un asesor sobre la reacción de los medios de comunicación cuando se filtraron fotos del famoso disfraz. «A Harry le molestaba que Guillermo se librara tan a la ligera»
Según Lacey, las diferentes percepciones hicieron que su relación se deteriorara. «La función del hermano mayor era ser perfecto ante la opinión pública, tanto si lo era como si no», escribe Lacey, «y la función del menor era hacer que el resto se riera o se quejara o se sintiera desaprobado y, en cualquier caso, hacer que nos sintiéramos completamente superiores al pobre chico despistado. Este era el papel -el estereotipo cruel y aprisionante, un encogimiento de hombros colectivo- que todos nosotros le dimos forma al ‘querido y viejo Harry’ a lo largo de los años.»
En noviembre de 2018, Vanity Fair informó sobre las tensiones entre Harry y William, y citó fuentes que decían que podría ser la razón por la que Meghan y Harry planeaban dejar el Palacio de Kensington por un nuevo hogar en Windsor. «Harry sintió que William no estaba extendiendo la alfombra roja para Meghan y se lo dijo», dijo un amigo en ese momento. «Tuvieron un pequeño desencuentro que solo se resolvió cuando Carlos intervino y le pidió a Guillermo que hiciera un esfuerzo».
En el libro, Lacey también ofrece más detalles sobre esa pelea inicial por Meghan e informa de que Guillermo la intensificó al involucrar a su tío materno, Charles Spencer, poco después de conocer a Meghan. En el nuevo extracto, también señala que Guillermo tiene fama en la familia de tener un temperamento fogoso. «En los años que siguieron a su matrimonio con el príncipe Carlos en 2005, la nueva madrastra de Guillermo confió a su familia y a sus amigos cercanos su sorpresa por esta faceta inesperada del príncipe azul: «¡El chico tiene temperamento!»», escribe. «Camilla se había horrorizado por los desplantes que Guillermo podía soltar en ocasiones contra su marido, soltando la bronca sin aparente inhibición en su presencia.»
Menos de un año después de su traslado a Windsor, Meghan y Harry decidieron dejar su papel de miembros de la realeza mayor y establecerse en California. Lacey ha dicho que la ruptura entre los hermanos podría suponer una amenaza para el futuro de la monarquía, y cree que Guillermo jugó un papel más importante de lo que se ha reconocido. «Meghan no fue el factor original en la decisión del príncipe Harry de librarse de su familia en enero de 2020», escribe. «Ya tenía razones muy sólidas para ponerse a tiro del resto de nosotros y de nuestras suposiciones sonrientes del papel inferior -y en realidad bastante denigrante- que debería estar agradecido de desempeñar.»
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