Cualquier cosa que tenga un fuerte formato competitivo, que requiera un conjunto específico de habilidades, una gran coordinación mano-ojo y entrenamiento, es un deporte.
Es tiempo extra. Tu mente está en la zona, ves a alguien del equipo contrario con el balón que va a toda velocidad hacia tu dirección cerca de la portería. Estás preparado para él. Te abalanzas sobre él y haces que el balón pase de su control al tuyo. Te esfuerzas hasta encontrar el impulso de la velocidad. Lo consigues y con una precisión perfecta disparas a portería y ganas con éxito el partido para tu equipo.
Este es un escenario común de un videojuego conocido como Rocket League, no del juego conocido como fútbol.
En el mundo actual la demografía del juego está cambiando de recreativo a competitivo. Debido a este cambio, el juego competitivo profesional (conocido como Esports) es un verdadero deporte.
Argumentar que los juegos que participan en deportes no se consideran un verdadero deporte sería ridículo. Un deporte como el fútbol y un esport como «Dota 2» requieren el mismo tipo de concentración, entrenamiento y competitividad.
Por ejemplo, para haber participado en The International 2017 Dota 2 Championships en agosto, tú y tus compañeros tendrían que pasar incontables horas entrenando, practicando y ganando otros torneos con el juego.
La bolsa de premios de este torneo fue de algo menos de 24,7 millones de dólares. Los torneos profesionales de esports pueden oscilar entre los 50 y 1.000 dólares y los millones. La gran bolsa empuja a estos equipos, que han demostrado ser lo mejor de lo mejor, a ser incluso más competitivos que los deportes regulares como el béisbol o el fútbol. Esto se debe a que en los deportes regulares, ganen o pierdan, todos cobran. En los esports hay que estar en la cima del juego en todo momento para obtener el mayor pago posible.
Por último, mirando la definición de lo que es un deporte, los juegos incluidos en el juego competitivo profesional son, sin duda, verdaderos deportes.
La definición común de un deporte es «una actividad que implica esfuerzo físico y habilidad en la que un individuo o equipo compite contra otro u otros para entretenerse.» El juego competitivo cumple con cada uno de estos puntos. En el juego competitivo tus habilidades deben incluir una increíble coordinación mano-ojo y precisión. Necesitas ser extremadamente competitivo contra el equipo contrario junto con ser un jugador de equipo en el tuyo propio.
Por último, en el aspecto físico, necesitas esforzarte físicamente en tus manos a través de un entrenamiento y una práctica constantes. Necesitas entrenar tus manos para pulsar y tirar rápidamente de una amplia gama de teclas, gatillos y botones. Se sabe que los jugadores se rompen los dedos debido a la tensión de este entrenamiento físico.
Debido a su formato competitivo increíblemente grande, a la tensión física y al conjunto de habilidades requeridas, jugar en los deportes electrónicos es tanto un deporte como jugar en un partido de fútbol.