Estudios anteriores han demostrado que los hombres homosexuales difieren de los heterosexuales en varios rasgos somáticos y que los legos atribuyen con precisión la orientación sexual basándose en imágenes faciales. Por lo tanto, podemos predecir que las diferencias morfológicas entre los rostros de los individuos homosexuales y heterosexuales pueden indicar la orientación sexual. El objetivo principal de este estudio era comprobar las posibles diferencias en la forma facial entre hombres heterosexuales y homosexuales. Además, probamos si la orientación sexual autodeclarada se correlacionaba con la orientación sexual y la masculinidad-feminidad atribuida a partir de imágenes faciales por calificadores independientes. En el Estudio 1, utilizamos la morfometría geométrica para comprobar las diferencias de forma facial entre hombres homosexuales y heterosexuales. El análisis reveló diferencias de forma significativas en los rostros de hombres heterosexuales y homosexuales. Los hombres homosexuales mostraban caras relativamente más anchas y cortas, narices más pequeñas y cortas, y mandíbulas más bien macizas y redondeadas, lo que resultaba en un mosaico de rasgos tanto femeninos como masculinos. En el Estudio 2, se comprobó la precisión del juicio sobre la orientación sexual a partir de fotos faciales estandarizadas que fueron evaluadas por 80 calificadores independientes. La regresión logística binaria no mostró ningún efecto de la orientación sexual atribuida sobre la orientación sexual autodeclarada. Sin embargo, los hombres homosexuales fueron calificados como más masculinos que los heterosexuales, lo que podría explicar el juicio erróneo de la orientación sexual. Así, nuestros resultados mostraron que las diferencias en la morfología facial de los hombres homosexuales y heterosexuales no reflejan simplemente la variación en la feminidad, y la asociación estereotipada de los hombres de aspecto femenino como homosexuales puede confundir los juicios de orientación sexual.