A menos que se cuente el aire, realmente hay muy poco en nuestro mundo que no tenga forma. La forma está en todas partes. A menudo es lo primero que ves cuando observas una escena, seas consciente de ello o no.
En el arte (y la fotografía), la forma es uno de los seis elementos clásicos del diseño, que también incluye la línea, la forma, la textura, el color y el espacio. Casi todas las fotografías contienen una o más formas, pero las grandes fotografías son aquellas en las que el fotógrafo ha utilizado la forma de forma única o interesante.
La forma se refiere únicamente a las cualidades bidimensionales de un objeto. (La forma, prima de la forma, aporta las cualidades tridimensionales.) Puede encontrarse en cualquier objeto que tenga un contorno definido. Para la versión más sencilla de esta idea, mira una imagen en la que el sujeto ha sido silueteado contra un fondo brillante, como una puesta de sol. En la imagen silueteada no se ha captado ninguna información tridimensional, por lo que el espectador puede centrarse únicamente en la forma. Las siluetas son atractivas porque los detalles de un objeto están ocultos, dejando al espectador que especule sobre el aspecto real del objeto.
La forma no se limita a las siluetas, por supuesto. Un objeto tridimensional también puede tener una forma fuerte. El truco está en aprender a encontrar objetos con formas atractivas y plasmarlas de forma igualmente atractiva. Al igual que los demás elementos clásicos del diseño, el uso hábil de la forma puede dar sentido e interés a tu fotografía. Entender los diferentes tipos de formas y cómo utilizarlas en tu trabajo es una forma de mejorar notablemente la calidad de tus fotografías.
Forma orgánica frente a forma geométrica
Las formas orgánicas aparecen con frecuencia en la naturaleza (de ahí su nombre). Incluyen curvas, como las que se pueden ver en el pétalo de una flor, y formas irregulares como las que se pueden ver en una pared de roca.
Las formas geométricas, en cambio, son rectas y simétricas. Como ya habrás adivinado, las formas geométricas se encuentran más a menudo en el mundo artificial que en la naturaleza: incluyen cosas como edificios, carreteras y puentes.
Forma positiva frente a forma negativa
Si estás empezando a jugar conscientemente con la forma en tu fotografía, probablemente te hayas centrado principalmente en la forma positiva. Las formas positivas se encuentran en los objetos visibles. Una calabaza tiene una forma positiva. Un pájaro tiene una forma positiva. Pero también deberías dedicar tiempo a buscar las formas negativas, es decir, aquellas que están hechas por los objetos que las rodean pero que no tienen una forma tangible propia. Este tipo de forma puede encontrarse en un arco o en la forma de corazón que se forma cuando dos pájaros se enfrentan.
Lo que dice la forma
En general, las formas transmiten mucha información al espectador. Sugieren tamaño y peso, y la forma en que interactúan con el espacio negativo y los demás objetos de la imagen le dice al espectador algo sobre la proporción del objeto, cómo se compara con otros objetos y lo importante o dominante que es.
Al igual que la línea, los distintos tipos de formas transmiten mensajes diferentes. Las formas regulares, como los círculos, los cuadrados y los triángulos con lados pares, transmiten una sensación de orden y estabilidad. Las formas irregulares, como los rectángulos, los triángulos sesgados, los paralelogramos y los óvalos, pueden dar a una fotografía la ilusión de movimiento o simplemente hacerla parecer más dinámica. Las formas curvas y orgánicas sugieren relajación y movimiento perezoso.
Utilizar la forma con eficacia
Cuando observe el objeto, decida qué es lo que lo hace interesante. Si el contorno del objeto es más dominante que sus cualidades tridimensionales, debe enfocar su fotografía con un ojo para la forma en lugar de la forma. (Por el contrario, si el objeto parece interesante por la forma en que la luz incide sobre él, o por su volumen, entonces tu fotografía debe centrarse más en la forma del sujeto). Es importante hacer esta distinción porque la forma y la figura dan lugar a dos tipos de imágenes muy diferentes. Si el sujeto es más interesante por su forma, debes centrarte más en el ángulo, la perspectiva y la colocación de otros objetos en la escena. Si el sujeto es más interesante por su forma, tendrás que preocuparte más por la luz y la sombra y por cómo resaltar mejor la forma bidimensional del objeto.
La forma puede encontrarse en un solo objeto o en un conjunto de objetos. Para evitar abrumar al espectador, intente encontrar colecciones de objetos que tengan una forma similar, como una pila de cajas o un racimo de uvas. Añadir varios tipos de formas -como una combinación de círculos, triángulos y cuadrados- puede resultar confuso y crear el caos.
Poniéndolo en práctica
A veces es necesario convertirse en espectador para ser mejor fotógrafo. Un ejercicio sencillo que puedes hacer para iniciar el camino hacia el dominio de la forma es revisar tu propio trabajo y examinar cada foto para ver si puedes encontrar las formas positivas y negativas. Elige tus fotos favoritas y también las que no parecen funcionar tan bien. Busca las que tienen formas geométricas fuertes y pregúntate qué hace que sean buenas fotos. Ahora busca las formas orgánicas y determina qué tipo de estado de ánimo parecen transmitir esas imágenes. ¿Tus fotos favoritas contienen diferentes tipos de formas o formas similares? ¿Las que tienen formas diferentes tienen una sensación de desorden o te hacen sentir incómodo?
Una vez que hayas terminado con tu propio trabajo, pasa a las imágenes convencionales y a las colecciones de fotos de fotógrafos conocidos. Lo más probable es que detectes fácilmente las formas en esas fotos. Compáralas con las tuyas y comprueba si hay margen de mejora.
Ahora llévate estas nuevas habilidades al campo. Siempre que esté fotografiando una escena que no requiera que se mueva rápidamente o pierda la toma, tómese unos momentos para examinar cuidadosamente su entorno en busca de formas. Si no encuentras ninguna forma fuerte en la escena, prueba con una perspectiva o un ángulo diferentes. Obligarte a fijarte en las formas de tu entorno te ayudará a desarrollar un ojo natural para ello.
No todas las fotos tienen que tener una forma fuerte, por supuesto. Si estás familiarizado con los seis elementos clásicos del diseño, puedes centrarte en cualquiera de ellos y obtener una buena fotografía. Pero la forma es un buen punto de partida, sobre todo para un aficionado que quiera enfocar su fotografía desde una perspectiva más artística. La forma es el más fácil y natural de los seis elementos de diseño que se pueden encontrar en una escena, y dominarla es una gran manera de añadir belleza clásica a tu portafolio.