Si tiene una hernia, conoce el dolor y las molestias. El aspecto de una hernia también puede ser inquietante. Pero no tiene que vivir con ella, y puede volver a disfrutar de la vida.
Los síntomas que llevan a la mayoría de las personas al médico, y finalmente a un diagnóstico de hernia, suelen incluir dolor en el abdomen, especialmente en la zona de la ingle. El dolor tiende a empeorar si se estornuda, se tose, se levanta algo pesado o se hace un esfuerzo.
Pero diferentes tipos de hernia pueden causar otros síntomas. Por ejemplo, el tipo más común de hernia es la inguinal, que se produce cuando el intestino sobresale a través de un punto débil en el músculo que normalmente lo sujeta todo.
Los síntomas de la hernia inguinal incluyen:
- una protuberancia que puede doler o arder en la zona que duele; si se presiona la protuberancia mientras se está tumbado, normalmente se puede hacer que desaparezca
- al agacharse, toser y levantar objetos provocan dolor en la zona
- el abdomen puede sentirse pesado y débil o incluso puede sentir presión
- también puede experimentar náuseas
- los hombres también pueden sentir dolor o hinchazón en los testículos
En general, las hernias no ponen en peligro la vida, pero puede desarrollar complicaciones graves. Si nota alguno de los siguientes síntomas, debe hablar con su médico de inmediato:
- dolor repentino que empeora rápidamente
- náuseas y vómitos
- fiebre
- descoloración del bulto de su hernia, especialmente de color rojo púrpura o un oscurecimiento general
- estreñimiento o incapacidad para expulsar gases
Todos estos pueden ser signos de que el suministro de sangre a su hernia se ha cortado, lo que puede conducir a la muerte del tejido si no se trata adecuadamente.
En los niños, las hernias inguinales se observan con mayor frecuencia en lugar de notar los síntomas. Los bebés pueden nacer con hernias, que provocarán un abultamiento en el abdomen. Lo mismo ocurre con los niños pequeños. La hernia será más perceptible después de que el niño haya estado de pie durante un tiempo.
Las hernias en las mujeres pueden ser difíciles de diagnosticar. Las mujeres tienden a desarrollar protuberancias más pequeñas e internas que no se manifiestan exteriormente como en los hombres. Sin la protuberancia obvia, el dolor de la hernia puede ser descartado como quistes ováricos, endometriosis u otras condiciones ginecológicas.
Las mujeres también son más propensas a desarrollar una hernia umbilical debido al embarazo, el parto y la obesidad. La buena noticia sobre las hernias umbilicales es que son más fáciles de diagnosticar que las inguinales en las mujeres. Mientras que las hernias inguinales pueden esconderse, las umbilicales cuelgan del ombligo y pueden hacer que éste pierda su forma.