El desgaste muscular es la disminución de la masa muscular debido a la falta de actividad física o de una alimentación adecuada. Es más común en las personas que llevan un estilo de vida sedentario que en las que son muy activas. El desgaste muscular también se denomina pérdida de masa muscular o marchitamiento muscular. Se produce habitualmente en los músculos de las manos y los pies.
¿Qué es el desgaste muscular?
El desgaste muscular, también conocido como atrofia muscular, es una pérdida de tejido muscular causada por la disminución de la movilidad o por una enfermedad subyacente. Muchas enfermedades neuromusculares e inflamatorias crónicas están estrechamente relacionadas con la debilidad muscular, la atrofia del músculo esquelético y la fatiga muscular. Dependiendo de la causa subyacente, la atrofia muscular puede ser un desgaste parcial o completo de los músculos.
La atrofia muscular se desarrolla cuando hay daños en los nervios que controlan las fibras musculares y en las personas encamadas. La atrofia muscular resultante de una enfermedad o lesión dificulta el movimiento de las extremidades.
¿Cuáles son las causas de la atrofia muscular?
La atrofia muscular se debe principalmente a la inactividad física y a la disminución de la movilidad. Algunas de las causas más comunes del desgaste muscular son:
- Envejecimiento: A medida que avanza la edad, la mayoría de los individuos se vuelven físicamente inactivos y llevan un estilo de vida sedentario. Esto puede provocar una pérdida degenerativa de la masa muscular esquelética. A partir de los 30 años, las personas menos activas pierden entre un 3% y un 5% de masa muscular cada década. La pérdida de músculo con el envejecimiento se conoce como sarcopenia.
- Desnutrición: La falta de nutrientes necesarios para el desarrollo muscular puede contribuir a la atrofia muscular, que puede dar lugar a enfermedades graves. Los problemas para absorber los nutrientes de los alimentos, los desórdenes alimenticios y una dieta deficiente pueden provocar desnutrición.
- Enfermedades neurológicas: Varias enfermedades neurológicas, como la atrofia de la médula espinal, el ictus, la parálisis cerebral y la neuropatía, pueden provocar un desgaste muscular. Asimismo, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), el síndrome de Guillain-Barré y la poliomielitis pueden alterar la comunicación entre los nervios y los músculos. La incapacidad de los músculos para responder a las señales nerviosas puede dar lugar a una falta de movilidad, con lo que se produce un desgaste muscular.
- Artritis: La artritis provoca rigidez e inflamación de las articulaciones, lo que causa dificultad para moverse de un lugar a otro. El dolor asociado a la artrosis y la artritis reumatoide hace que la persona lleve un estilo de vida extremadamente sedentario, lo que conduce a la atrofia muscular.
- Hospitalización prolongada: En algunos casos, una enfermedad prolongada o una lesión requieren una larga estancia en el hospital, lo que puede mostrar un profundo impacto en los tejidos musculares. Un tiempo de recuperación prolongado puede conducir a la degeneración muscular, provocando a su vez el desgaste muscular.
Síntomas del desgaste muscular:
La atrofia de los músculos puede reducir la fuerza básica que es esencial para llevar a cabo las actividades cotidianas. Los síntomas comunes asociados con el desgaste muscular incluyen:
- Pérdida de coordinación muscular
- Debilidad o entumecimiento de las extremidades
- Deterioro del equilibrio al caminar
- Hormigueo o debilidad de las extremidades
- Fatiga y sensación general de enfermedad
- Debilidad progresiva
- Debilidad facial
- Pérdida gradual de memoria
Algunos de los síntomas graves asociados al desgaste muscular que requieren atención médica inmediata incluyen:
- Habla arrastrada
- Imposibilidad de mover una parte del cuerpo (parálisis)
- Pérdida de conciencia
- Cambios en la visión
- Una debilidad brusca en un lado del cuerpo
- Dolor de cabeza intenso
Factores de riesgo para el desgaste muscular:
Las personas que tienen riesgo de desarrollar desgaste o atrofia muscular incluyen:
- Pacientes que no pueden hacer ejercicio
- Personas que están en reposo y no pueden mover algunas de las partes del cuerpo debido a una condición médica
- Individuos que llevan un estilo de vida sedentario
- Pérdida rápida de peso
Diagnóstico del desgaste muscular:
Para diagnosticar el desgaste muscular, el médico realiza un examen físico y revisa las lesiones recientes o antiguas y las afecciones médicas previamente diagnosticadas. El médico recomendaría las siguientes pruebas y procedimiento de diagnóstico para descartar ciertas afecciones:
- Análisis de sangre: Se recoge una muestra de sangre y se analizan los niveles de la enzima creatina quinasa (CK). Los niveles elevados de la enzima creatina quinasa indican que los músculos se están deteriorando. Sin embargo, es una prueba inespecífica, ya que muchas otras afecciones pueden causar niveles elevados de CK en la sangre.
- Radiografías: Se toman una serie de radiografías para obtener imágenes del cuerpo, que ayudan a revelar el alcance del daño muscular.
- Resonancia magnética (RM): La resonancia magnética ayuda a elegir un músculo para una prueba de biopsia en pacientes con atrofia muscular grave.
- Tomografía computarizada (TC): La TC ayuda a crear imágenes transversales del músculo para identificar su fuerza y su pérdida funcional.
- Electromiografía (EMG): Una prueba de electromiografía registra la actividad eléctrica en el músculo para identificar la causa subyacente de la pérdida o atrofia muscular.
- Biopsia muscular: Se recoge una muestra de tejido muscular y se examina con un microscopio para analizar las anomalías en la muestra.
Tratamiento del desgaste muscular:
El tratamiento del desgaste muscular depende de la magnitud de la pérdida muscular y de la causa subyacente de la enfermedad. Las opciones de tratamiento para el desgaste muscular incluyen:
- Fisioterapia: Un fisioterapeuta enseña ciertos ejercicios que facilitan el movimiento de brazos y piernas.
- Terapia de ultrasonidos: Las ondas sonoras se utilizan para tratar las condiciones de dolor crónico, mejorar la circulación en los músculos y promover la curación de los tejidos.
- Cirugía: El médico llevaría a cabo una cirugía si alguna contractura (rigidez o constricción en el tejido conectivo) deformidad está causando la atrofia muscular.
Prevención de la pérdida de masa muscular:
Las siguientes son las medidas que ayudan a reducir el riesgo de atrofia:
- Asegurarse de llevar una dieta nutritiva completa.
- Ejercite regularmente.
- Manténgase hidratado.
- Consuma más cantidad de proteínas.
- Duerma lo suficiente.
Preguntas
1. ¿El desgaste muscular produce complicaciones?
Sí. Si no se busca un tratamiento inmediato para el desgaste muscular se pueden producir complicaciones potenciales, como la disminución de la movilidad, la pérdida permanente de la fuerza muscular y la parálisis.