Sé que esto es contrario a la opinión pública, pero el juego del fútbol es más seguro que nunca, y está evolucionando hacia un juego aún más seguro.
En los últimos años, la N.F.L. ha realizado 39 cambios en las reglas para mejorar la seguridad de los jugadores. Las patadas de salida se trasladaron a la línea de 35 yardas desde la línea de 30 yardas para aumentar los touchbacks y disminuir las peligrosas devoluciones de patadas de salida. Se estableció un protocolo más riguroso para tratar las conmociones cerebrales. Los observadores médicos independientes pueden ahora pedir un tiempo muerto si ven que un jugador puede haber sufrido una conmoción cerebral. Los receptores de un pase interceptado se clasifican ahora como jugadores indefensos. Estos son sólo algunos de los cambios recientes que han tenido resultados medibles.
En lugar de boicotear la N.F.L., los aficionados deberían exigir aún más a la N.F.L., que lidere la ciencia sobre las lesiones cerebrales.
El mayor problema es la encefalopatía traumática crónica, el trastorno cerebral que es la enfermedad industrial de la N.F.L.. Esta misma semana, dos grandes mariscales de campo, Ken Stabler y Earl Morrall, se han sumado a la lista de ex jugadores que han sufrido esta enfermedad. El Dr. Bennet Omalu, que descubrió la ETC en 2005, y el Dr. Robert Stern, de la Universidad de Boston, están liderando los esfuerzos para entender la conexión entre las conmociones cerebrales y la ETC. En lugar de «seguir la ciencia», como le gusta decir a Roger Goodell, la N.F.L. debe liderar la ciencia.
Así que cuando vea la Super Bowl el domingo, sepa que está viendo un juego que evoluciona y que es más seguro que nunca. El fútbol tiene grandes lecciones de vida y en lugar de rehuirlo, unámonos para hacer el juego más seguro.
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