El café más refinado del mundo, o al menos el más caro, está hecho de excrementos. En efecto, el café Kopi luwak se produce a partir de las semillas de las bayas de café que come y defeca un curioso animal, la civeta de palma asiática (Paradoxurus hermaphroditus).
La civeta de palma asiática es un pequeño mamífero de la familia de los Viverridae y es similar a una mangosta. Este animal es originario de China, el sudeste asiático, Java, Sumatra y otras islas de Indonesia y Filipinas, y se alimenta de las bayas del café, sin digerirlas.
El café Kopi luwak se obtiene a partir de estas bayas, extraídas de las heces del animal, y se vende por unos 800 euros el kilogramo, es decir, 12 euros por taza. Al principio, los productores sólo recogían las heces de las civetas salvajes, pero cuando el café empezó a hacerse enormemente popular en todo el mundo, empezaron a surgir problemas para estos graciosos animales.
Actualmente, las civetas son capturadas en la naturaleza, mantenidas en pequeñas jaulas y alimentadas a la fuerza con los granos de café, que representan sólo una pequeña parte de su dieta omnívora. Los animales se ven así privados de su libertad y de sus espacios naturales, lo que les provoca enfermedades, depresión y comportamientos neuróticos. Hechos similares a lo que ocurre con los osos lunares por su bilis.
Por lo general, las civetas son explotadas durante 3 años y luego liberadas, pero sus condiciones suelen ser comprometidas y no sobreviven. Además de las horribles prácticas llevadas a cabo con estos animales, cuya especie ya está amenazada por la tala ilegal, la calidad del café también se ve comprometida.
En la naturaleza, las civetas asiáticas seleccionan las bayas, favoreciendo los frutos maduros que contienen granos más dulces. En cambio, en cautividad no hay proceso de selección, los animales son alimentados con bayas con diferentes estados de maduración, en detrimento del sabor del café.
Hay que ser valiente para beber un café producido a partir de excrementos, pero aún más valiente para beberlo cuando se conoce la horrible verdad que hay detrás de su producción.
Traducción de Camilla Soldati