Tener mal aliento, halitosis, olor bucal o como quieras llamarlo, puede ser una verdadera molestia. Tanto si te levantas con aliento de dragón como si te vas a dormir con un hedor a comida en la boca, este problema puede interferir en casi todos los aspectos de la vida diaria. Y un aspecto poco comentado del olor bucal es que no es contagioso.
La causa del 99 por ciento de los casos de mal aliento son las bacterias. Incluso la halitosis que proviene de alimentos malolientes o del tabaquismo suele verse agravada por los microbios de la boca. Estos microorganismos pueblan la lengua, el paladar y las encías por miles de millones. Muchos de ellos son inofensivos. Otros no lo son.
Varias docenas de especies de bacterias emiten las moléculas olorosas -llamadas compuestos volátiles de azufre (CVS)- que dan a la halitosis su olor característico. Y en caso de que piense que ése es el único daño que pueden causar estos microbios, tenga en cuenta que estas mismas cepas pueden atacar el esmalte de los dientes, infectar las encías, empeorar la extensión de la placa y provocar la enfermedad periodontal.
Por suerte, casi todas las bacterias orales no pueden transmitirse de persona a persona. Hay varios vectores de los que se suele sospechar. El más criticado, como probablemente se puede adivinar, es el de los besos. Pero, en definitiva, esto no propaga la halitosis.
Otras formas en las que la gente sospecha que propaga el mal aliento (pero no es así) son compartir los cubiertos, beber del mismo vaso o pajita, compartir algún otro aparato bucal (como un cepillo de dientes o la boquilla de un instrumento musical) o, en raras ocasiones, que alguien tosa o estornude muy cerca de su cara. Sin embargo, aunque el olor bucal no es contagioso, es un signo de mala salud dental. Y como no puedes contagiarte la halitosis de otros, si tu aliento huele mal, es difícil culpar a nadie más que a ti mismo.
Para prevenir el mal aliento, la halitosis y otros problemas bucales derivados de las bacterias, no sientas que tienes que evitar besuquearte. En su lugar, utilice productos especiales para refrescar el aliento que neutralicen los microbios. Los mejores productos son las fórmulas oxigenantes, los probióticos y los dentífricos sin SLS que combaten el mal aliento con ingredientes más saludables.
* Estas afirmaciones no han sido evaluadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos. Este producto no está destinado a diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad. Por favor, tenga en cuenta: El material de este sitio se proporciona sólo con fines informativos. Consulte siempre a su profesional de la salud antes de comenzar cualquier terapia nueva.