Unidos por el destino o unidos para crecer
El doctor Raymond Knee sigue a día de hoy inmerso en el estudio de la concepción social de las «almas gemelas». Desde su departamento podemos realizar un test con el que podemos evaluar nuestra visión sobre el tema. Tras realizar este test sabremos si pertenecemos a uno de estos dos grupos:
- Personas que creen en la existencia de las almas gemelas. Desde este enfoque, la atracción mental se entiende como un proceso por el cual nuestra unión con la otra persona es tan íntima y excepcional que no necesitamos decir lo que queremos o lo que nos falta para que la otra persona lo sepa. Somos un solo ser.
- Las personas que creen en las relaciones románticas como parte de su crecimiento personal y emocional. En este caso, el destino tiene poca o ninguna importancia. Nadie está predestinado a otra persona. Somos nosotros los que creamos nuestras relaciones invirtiendo tiempo, voluntad y esfuerzo cuando encontramos ese compañero de viaje.
En el segundo caso, la atracción mental significa compartir intereses, pasiones, valores y la facilidad con la que negociamos. Incluye cómo nos entendemos para llegar a acuerdos sin esperar a que la otra persona «adivine» lo que nos pasa. Entenderlo de otra manera podría llevarnos a una profunda frustración.
Las claves de la atracción mental
La atracción física es algo muy fuerte, intenso e incontrolable. Conocemos y amamos este hecho. Sin embargo, la magia que caracteriza a las relaciones más auténticas y estables es el equilibrio. Encontrar un equilibrio ideal entre ambas dimensiones. Un lugar en el que la seducción mental es siempre el ingrediente más descarado, vivo y excitante.
«El amor hace posible la paradoja de que dos personas se conviertan en una sola… sin dejar de ser dos seres»
-Erich Fromm-
Así mismo, si nos detenemos a profundizar un poco en las claves de una auténtica atracción mental, nos daríamos cuenta de algo. Efectivamente, hay muy poco de sobrenatural en ella. En su lugar, hay un montón de emociones, impulso, química y ese tipo de intuiciones enterradas en nuestro subconsciente. Esta mezcla nos dice que esa persona concreta es la que más nos conviene en ese momento concreto.
Veamos algunos de estos aspectos.
El primer aspecto es sin duda la reciprocidad. Algo tan básico como que nos respondan de forma positiva, como sentirnos reconocidos y valorados. Tan básico como vernos como figuras importantes a los ojos de la otra persona. Esto conforma una atracción muy significativa.
La atracción mental también converge en intereses similares. En ver el mundo desde el mismo punto de vista y bajo los mismos principios. Puede haber algunas diferencias en ciertos aspectos, por supuesto. Pero, estas pequeñas disonancias se respetan e incluso se valoran.
Así mismo, la atracción mental se enciende a través de los retos. Hay personas que nos hacen sentir vivos, que nos desafían. Tienen esa sutil combinación donde lo familiar se mezcla con lo desconocido. Poco a poco, se crea algo que nos excita. Llena nuestra mente para encender irremediablemente nuestro corazón y dejar que nuestras almas se acaricien.