El plan integral, también conocido como plan general, plan maestro o plan de uso del suelo, es un documento diseñado para guiar las acciones futuras de una comunidad. Presenta una visión de futuro, con metas y objetivos a largo plazo para todas las actividades que afectan al gobierno local. Incluye orientaciones sobre cómo tomar decisiones en relación con las propuestas de desarrollo de terrenos públicos y privados, el gasto de fondos públicos, la disponibilidad de la política fiscal (incentivos fiscales), los esfuerzos de cooperación y las cuestiones de interés apremiante, como la preservación de las tierras agrícolas o la rehabilitación de las zonas de los barrios más antiguos. La mayoría de los planes se redactan para orientar las actividades futuras durante un periodo de 10 a 20 años tras su adopción. Sin embargo, los planes deberían recibir una revisión considerada y una posible actualización cada cinco años.
Un plan integral de la comunidad cumple las siguientes funciones:
- El plan proporciona continuidad. El plan proporciona continuidad a lo largo del tiempo y ofrece a los sucesivos organismos públicos un marco común para abordar las cuestiones relacionadas con el uso del suelo.
- Es el medio por el que una comunidad puede equilibrar los intereses privados en conflicto. John Public puede querer almacenar bidones de aceite en su propiedad. Jane Citizen, su vecina, quiere abrir un restaurante en su propiedad. La planificación busca el equilibrio entre las numerosas demandas que compiten por el suelo creando modelos de desarrollo que sean ordenados y racionales, que proporcionen los mayores beneficios para los individuos y la comunidad en su conjunto y que eviten conflictos molestos entre los usos del suelo.
- Es el medio por el que una comunidad puede proteger las inversiones públicas. La planificación es el medio por el que una comunidad evita cavar la nueva carretera del año pasado para colocar la nueva tubería de alcantarillado de este año. Las pautas de desarrollo bien planificadas, ordenadas y escalonadas son también menos costosas para una comunidad que el desarrollo disperso y de baja densidad.
- Permite a las comunidades planificar el desarrollo de forma que se protejan los recursos valiosos. La planificación puede identificar características medioambientales como los humedales, las tierras agrícolas, los bosques y las pendientes pronunciadas y sugerir estrategias para preservar esos recursos de la destrucción o la degradación por un desarrollo inadecuado.
- Proporciona orientación para dar forma a la apariencia de la comunidad. Un plan puede establecer políticas que fomenten un sentido distintivo del lugar.
- Promueve el desarrollo económico. El plan contiene información valiosa que impulsa las decisiones de ubicación de las posibles empresas.
- Proporciona justificación para las decisiones. Los planes proporcionan una base fáctica y objetiva para respaldar las decisiones de zonificación y pueden ser utilizados por las comunidades para defender sus decisiones si son impugnadas en los tribunales.
- A través del diálogo público, los ciudadanos expresan una visión colectiva del futuro. Por último, pero no por ello menos importante, el proceso de planificación ofrece a los ciudadanos la oportunidad de hacer una lluvia de ideas, debatir y discutir el futuro de su comunidad. Un plan desarrollado a través de un sólido proceso de aportaciones públicas goza de un fuerte apoyo de la comunidad. Las decisiones posteriores que son coherentes con las políticas del plan tienen menos probabilidades de verse envueltas en una controversia pública.
Gary D. Taylor, Iowa State University
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