El lupus eritematoso sistémico (LES) tiene una fuerte contribución genética al riesgo, concluyeron autores de más de 70 universidades que colaboraron en la identificación de 24 nuevos marcadores genéticos que predisponen a las personas al LES. Se hallaron contribuciones al riesgo de LES tanto dependientes como independientes de la ascendencia.
El descubrimiento de las regiones genómicas que contribuyen a un patrón de aceleración del riesgo de LES llevó a los investigadores a proponer la «hipótesis del golpe acumulativo»: el riesgo genético se manifiesta como una función no lineal de la carga alélica de riesgo acumulativa, un patrón potencialmente compartido entre las enfermedades autoinmunes y no autoinmunes.
El sistema inmunitario normalmente puede absorber el efecto de algunos de los genes de riesgo, afirmaron, pero a medida que aumenta el número de genes, el sistema inmunitario se ve desbordado y se produce un trastorno como el LES.
El LES presenta marcadas disparidades de género y étnicas, señalaron los investigadores internacionales. Llevaron a cabo un amplio estudio de asociación transancional del LES utilizando los datos del genotipo de Immunochip de 27.574 personas de ascendencia europea, africana y amerindia hispana. Identificaron 83 regiones distintas no relacionadas con el HLA, incluidas 24 nuevas regiones de LES, señales de asociación refinadas en regiones establecidas, asociaciones ampliadas a otras ascendencias y un efecto multigénico complejo del HLA desentrañado.
Los resultados del estudio se publicaron recientemente en Nature Communications.
La distribución ancestral de los genes podría explicar las disparidades étnicas en el LES, sugirieron los investigadores.
«Estas nuevas observaciones ayudarán a orientar las investigaciones futuras para diagnosticar y tratar mejor la enfermedad, a la vez que permitirán comprender por qué el lupus afecta de forma desproporcionada a ciertas etnias en mayor proporción y con mayor gravedad», dijo la doctora Rosalind Ramsey-Goldman, catedrática de medicina de la Sociedad de Investigación Solovy/Artritis en la División de Reumatología de la Universidad Northwestern.
«Existe una predisposición genética a desarrollar lupus y este estudio ayudará a los científicos a descifrar las heterogéneas manifestaciones de la enfermedad, que es difícil de diagnosticar y tratar», añadió. «La esperanza es que estos descubrimientos conduzcan a mejores herramientas de diagnóstico, como los biomarcadores, y ayuden al desarrollo de terapias dirigidas».
El cribado de la población a gran escala puede no ser práctico desde el punto de vista financiero, dijeron los autores, pero acelerar el diagnóstico de la sospecha de lupus mediante el análisis de marcadores genéticos estrechos como los revelados en el estudio actual puede ser realista.
Divulgaciones:
La investigación, dirigida por científicos de la Facultad de Medicina de Wake Forest, contó con el apoyo de la Alianza para la Investigación del Lupus, el Premio Estratégico Especial de la Investigación de la Artritis del Reino Unido, la subvención AR049084 de los Institutos Nacionales de Salud (NIH); el Consorcio Internacional sobre la Genética del Lupus Eritematoso Sistémico AI083194, CA141700 y AR058621; Proyecto de Excelencia, Consejería de Andalucía AR043814, AR-06562, AR060366, MD007909, AI107176, AR-057172, RC2 AR058959, U19 A1082714, R01 AR063124, P30 GM110766, R01 AR056360, P60 AR053308, la parte del MUSC es de UL1RR029882 y 5P60AR062755; Oklahoma muestras U19AI082714, U01AI101934, P30GM103510, U54GM104938 y P30AR053483; Northwestern P60 AR066464 y 1U54TR001018; Este estudio fue apoyado por el U.Este estudio fue apoyado por el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel de los NIH K01 AR067280, P60 AR062755, N01AR22265; APPLE Investigators R01AR43727; NIH AR 043727 y 069572; NIAMS/NIH P50-AR055503. El estudio también contó con el apoyo de la fundación RILITE y de Genentech.