Imagina la escena. Estás sentado disfrutando de unos vodkas con tus amigos y sale el tema de las citas. En lugar de contarles historias de citas traumáticas en Tinder, revelas al grupo que has conocido a alguien. Lo único es que acaba de romper con una ex novia. Está, a todos los efectos, técnicamente en el «rebote».
«Déjalo», podrían gritar.
¿Pero qué hay de malo en ser la primera chica con la que sale un chico tras una ruptura?
Por supuesto, todo depende de las circunstancias y de la fase en la que se encuentre el «proceso de ruptura». ¿Sigue llorando cada vez que menciona su nombre? ¿Recibe llamadas incesantes de ella? ¿Recibes TÚ llamadas incesantes de ella? ¿Hay niños de por medio?
Si se da alguno de los escenarios anteriores, puede ser inteligente hacerse a un lado y dejar que él resuelva su mierda.
Pero si él está avanzando genuinamente, entonces ¿por qué no explorar una conexión? Cualquiera que haya pasado por una ruptura sabe que hay luz al final del túnel y que la vida continúa. ¿Por qué no puede ser contigo?
Esto puede funcionar…
Ser la novia de rebote a menudo significa que al final hay una fecha de caducidad. Tanto si se trata de un breve flirteo con la idea de que él pueda pasar rápidamente a otra relación como si se trata de una situación de «limpieza de paleta», significa que te has librado de una relación a largo plazo.
Para las veinteañeras que sólo quieren divertirse sin optar por los rollos de una noche en serie, ésta podría ser la solución perfecta. En mi experiencia, los hombres recién solteros también son potencialmente más abiertos en el dormitorio, deseosos de pulir su actuación después de haber estado fuera de la escena de las citas durante tanto tiempo.
He cubierto un amplio espectro cuando se trata de territorio de rebote. He salido con un tipo recién salido de un divorcio, con chicos que se han separado de sus primeros amores y con chavales que se han vuelto a colocar en la estantería después de separaciones mutuamente y relativamente libres de dolor. No los busco (NUNCA LOS BUSCO), simplemente sucede. Me tropiezo con su desamor a través de una conversación casual o, como en un caso, preguntando por algo tan simple como un tatuaje.
El potencial de ser una novia de rebote es que puedes acabar encontrándote en una relación increíblemente satisfactoria. Aceptar el pasado de cada uno os ayuda a tener una comunicación abierta y ambos sabéis exactamente a qué ateneros. No hay secretos y tenéis una comprensión más profunda el uno del otro.
…Pero hay advertencias
Antes de explorar la opción de ser una novia de rebote hay algunos detalles que tienes que tener en cuenta. Seguramente hablará MUCHO de su ex, y no siempre de la manera más amable. Ponte en su lugar, ¿hablas con cariño de tus ex? Probablemente no.
Lo mejor es no estar de acuerdo o en desacuerdo con sus comentarios por debajo del cinturón. Simplemente asiente con la cabeza y di que entiendes de dónde viene. Si sus comentarios son especialmente mordaces, puede ser un indicador de su verdadero carácter. Hay una diferencia entre estar herido y simplemente actuar como un gilipollas.
Otra cosa a recordar es que NO es recomendable que te hagas amigo de la ex novia. Puede que te consideres supermadura por disfrutar de una aventura casual y sentirte ligeramente engreída por tener tanto control, pero lo más probable es que la ex de tu chico también esté intentando seguir adelante con su vida.
Lo último que quiere ver es que te acerques a ella en una discoteca, con un cóctel en la mano y susurrándole al oído ‘me estoy tirando a tu ex’. No está bien. La ex novia es una presencia invisible, pero si se manifiesta físicamente, simplemente finge que es un fantasma.
Elegí no castigarme por ser la chica despechada. Los hombres con los que salimos vienen con su historia, pero cada relación es completamente única. Sé cautelosa y no ignores ninguna señal de alarma, pero dale siempre a la gente el beneficio de la duda. Te gustaría que te consideraran de la misma manera, ¿verdad?
Mi consejo es que no descartes al «chico despechado» de inmediato. Nunca se sabe, puede acabar siendo el amor de tu vida. En su defecto, una experiencia de pareja de la que no te arrepentirás (ni deberías hacerlo).
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Este artículo apareció originalmente en The Debrief.