El argumento principal se ramifica a menudo en flashbacks de árboles significativos del pasado de John Wade. Su infancia es constantemente referida como el advenimiento de su persona, Sorcerer. De niño, John sufría frecuentes abusos verbales y emocionales por parte de un padre alcohólico, que era admirado por otros niños por su imagen pública. John visitaba a menudo el Estudio de Magia de Karra, donde compraba la Guillotina de la Muerte, adquirida por su padre. John quedó destrozado tras la muerte de su padre y canalizó su dolor en la magia.
Wade conoció a su futura esposa Kathy durante sus años de universidad, llegando a intimar con ella a pesar de su carácter reservado. John espiaba a Kathy, de lo que ella era consciente, al igual que él era consciente de su aventura con un dentista. Cuando John fue destinado a Vietnam, él y Kathy se comunicaban por carta; algunas de ellas asustaban a Kathy. John se sumergió profundamente en su identidad como Hechicero. Se le retrata como miembro de la Compañía Charlie, que participó en la masacre de My Lai. Mientras trabajaba en un despacho de registros, John borró su participación en la Compañía.
Después de la guerra, John entró en política. Fue elegido vicegobernador de Minnesota y más tarde se presentó como candidato al Senado de los Estados Unidos, con su campaña dirigida por el empresario Tony Carbo. En un momento dado, Kathy se somete a un aborto, a pesar de su gran deseo de tener un bebé, porque John consideraba que el hecho de que ella tuviera un hijo sería problemático para su carrera política.
Después de su aplastante derrota en la carrera al Senado, durante la cual se reveló el papel de John en My Lai, John y Kathy se van de vacaciones a una cabaña en el Lago de los Bosques. Están preocupados por la revelación de los secretos de John en Vietnam, pero fingen ser felices. Una noche, John se despierta y decide hervir agua para el té. Vierte el agua hirviendo sobre algunas plantas de la casa, recitando «Matar a Jesús». Recuerda que vuelve a meterse en la cama con Kathy, pero a la mañana siguiente ella ya no está.
Después de un día recorriendo la zona y descubriendo la ausencia del barco, John habla con sus vecinos más cercanos, los Rasmussen. Al cabo de un tiempo llaman al sheriff y organizan un grupo de búsqueda. Las autoridades sospechan del comportamiento tranquilo de John y de su falta de participación en la búsqueda. La hermana de Kathy se une a la búsqueda y John también lo hace. Después de dieciocho días, el grupo de búsqueda se suspende; la investigación sobre John se intensifica. Con un bote de Claude y provisiones del Mini-Mart, John se dirige al norte del lago. Claude es la última persona que habla con John por la radio del barco y cree que parece desorientado.
O’Brien introduce numerosas alternativas a lo largo de la novela. Tal vez Kathy había acelerado sobre el lago con demasiada rapidez, había chocado con una zona de aguas bravas y había sido arrojada al lago y ahogada. Tal vez se perdió en el desierto y se quedó sin provisiones. O posiblemente John había vuelto al dormitorio con el agua hirviendo y se la había echado en la cara, escaldándola y matándola. Después pudo haber hundido la barca y el cuerpo en el lago, lastrado por varias rocas. O el suceso podría haber sido el último gran truco de magia de John, un acto de desaparición.
John y Kathy podrían haber planeado juntos su desaparición, con la intención de que John se uniera a ella y de que volvieran a empezar. O’Brien introduce detalles que apoyan cada una de las posibilidades y deja las conclusiones en manos del lector. Aunque el final inconcluso irritó a muchos lectores, O’Brien sostuvo que ésta es la forma más verdadera de contar una historia. Es una reminiscencia de su libro The Things They Carried (Las cosas que llevaban), que presenta varias historias enlazadas en las que aparecen distintos personajes y, a veces, percepciones diferentes de los mismos acontecimientos.