El modafinilo ha surgido como el príncipe de la corona de las drogas inteligentes, ese seductor grupo de amigos farmacéuticos que prometen mejorar la memoria, la motivación y una implacable capacidad de concentración, todo ello durante horas.
A falta de datos a largo plazo, los medios de comunicación, sobre todo los estudiantiles, han tendido a mostrarse relajados respecto a los posibles efectos secundarios. El Oxford Tab, por ejemplo, simplemente se encoge de hombros: A quién le importa?
La novelista MJ Hyland, que padece esclerosis múltiple, escribió recientemente en The Guardian un elogio del fármaco – comprensiblemente, para ella, cualquier efecto secundario potencial merece la pena el riesgo dados los beneficios que ha experimentado.
Pero ¿deberían los estudiantes estresados, tentados por una solución rápida, preocuparse por lo que el modafinilo podría estar haciendo a sus cerebros a largo plazo?
La profesora Barbara Sahakian, de la Universidad de Cambridge, ha estado investigando el modafinilo como posible tratamiento clínico para los problemas cognitivos de los pacientes con psicosis. Le fascinan las personas sanas que toman estos fármacos y ha sido coautora de un libro reciente sobre el tema.
«Algunas personas sólo quieren tener una ventaja competitiva: quieren ser mejores en los exámenes para poder entrar en una universidad mejor o conseguir un título mejor. Y hay otro grupo de personas que quieren funcionar lo mejor posible en todo momento. Pero la gente también me ha dicho que ha utilizado estos fármacos para ayudarles a realizar tareas que no les parecían muy interesantes, o cosas que habían estado posponiendo.»
¿Cómo funciona el fármaco? «Creemos que el modafinilo es un fármaco con múltiples acciones», afirma Sahakian. «Esto se debe a que actúa sobre varios sistemas de neurotransmisores en el cerebro. Sospecho que, al tener estas acciones múltiples, se consiguen mejorar varias cosas, pero no todas por la misma razón».
Los neurotransmisores son las sustancias químicas que transmiten señales entre las células del cerebro y el doctor Peter Morgan, de la Universidad de Yale, cree que el modafinilo afecta a tres en particular. «El modafinilo afecta sin duda al sistema de la dopamina y la dopamina te hará estar más alerta, y también más interesado en las cosas», dice. «Afecta a la norepinefrina, que también puede hacer que estés más alerta y puedas concentrarte mejor, y también afecta a la histamina, que puede mantenerte despierto».
Pero es el impulso del modafinilo a la memoria de trabajo lo que interesa a muchos, en particular a los estudiantes que se dedican a estudiar a última hora. Se cree que mejora la memoria a corto plazo hasta en un 10%, gracias a su influencia en un neurotransmisor llamado glutamato.
Sahakian pide precaución: «Mucha gente, sobre todo los estudiantes, lo adquieren por Internet, por lo que no saben lo que compran: puede ser cualquier cosa. No procede de una fuente acreditada, no saben que no ha sido contaminada y no saben si es segura para ellos».
Los efectos pueden variar mucho en función de la dosis tomada. Un estudio reciente de la Dra. Nora Volkow y sus colegas, basado en escáneres PET, sugirió que dosis de 400 mg tenían efectos en áreas cerebrales que se sabe que están implicadas en el abuso y la dependencia de sustancias.
La investigación de Sahakian también sugiere que el uso prolífico durante un periodo de tiempo prolongado podría tener un efecto potencialmente dañino en la arquitectura del sueño.
«Algunos profesionales tienden a usarlo en ocasiones específicas: cuando tienen jetlag o cuando han tenido una noche de sueño especialmente mala», dice. «No lo usan todos los días ni lo hacen en múltiples dosis. En cambio, si se habla con los estudiantes, a menudo se toman una dosis y luego, cuando sienten que se les pasa el efecto, se toman otra.
«Y, por supuesto, eso afecta a su patrón de sueño, porque cuando deberían irse a la cama, todavía tienen la droga en su organismo, que sigue ejerciendo sus efectos promotores de la vigilia. Esto es, por supuesto, contraproducente, ya que consolidamos nuestros recuerdos durante el sueño».
Hablé con estudiantes que utilizaban modafinilo durante los periodos de exámenes. Revelaron que, tras varias semanas, tenían la sensación de estar permanentemente atrapados en una zona crepuscular, ni dormidos ni despiertos.
Morgan investiga tratamientos para adictos a la cocaína con graves trastornos del sueño y tiene una posible explicación. «Si alguien toma modafinilo a largo plazo, puede desarrollar algunos de los mismos déficits en el sueño de onda lenta que los consumidores de cocaína», dice. «El sueño de ondas lentas es el sueño profundo que solemos tener a primera hora de la noche. Pero al tomar un estimulante que obliga al cuerpo a estar despierto más de lo que quiere, se está alterando su capacidad para regular la cantidad de sueño que obtiene y el tipo de sueño que tiene, por lo que nunca se siente debidamente refrescado».
Cree que el uso a largo plazo podría dañar la memoria. «Mira la nicotina», dice. «La nicotina es un increíble potenciador cognitivo, ¡sólo desde la perspectiva del laboratorio! Pero en el caso de las personas que consumen nicotina de forma crónica, sabemos que su función cognitiva de base desciende y la nicotina quizá les devuelva a la normalidad. Así que ahora la nicotina ya no es un potenciador cognitivo, es un normalizador cognitivo. Debido al uso crónico, el cerebro se ha adaptado y sin ella, el rendimiento es menor. No hay razón para pensar que el modafinilo vaya a ser diferente».
Pero sean cuales sean los riesgos, lo más probable es que la demanda de drogas inteligentes siga creciendo. «En una reunión de la Asociación Americana de Psiquiatría en Estados Unidos, los psiquiatras se acercaron a mí para comentarme que con frecuencia se les presiona para que den un diagnóstico de TDAH a un niño aunque el psiquiatra considere que los síntomas no son lo suficientemente graves como para hacerlo», me dice el profesor Sahakian.
«Los psiquiatras creen que los padres lo hacen por los efectos de mejora cognitiva del Ritalin para su hijo. En mis conferencias, trato de señalar que nuestros cerebros todavía están en desarrollo hasta el final de la adolescencia o la joven edad adulta, así que si eres un niño sano y normal, ¿cuáles son los efectos de la manipulación de los neurotransmisores mientras tu cerebro todavía se está desarrollando?
«Sencillamente, no sabemos cómo afectará el tratamiento farmacológico crónico a la función cerebral ‘sana’ en los años futuros.»
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