Por Dina Cheney
El ajo en polvo lo cogemos del estante de las especias cuando no nos apetece complicarnos con las frescas, pero para ser sinceros, siempre nos sentimos un poco avergonzados por ello. Parece tan… poco elegante, como un poco de evasión culinaria.
Pero la verdad es que el ajo en polvo es más que un intercambio de ahorro de tiempo de un cocinero ocupado.
Al igual que el parmesano y la levadura nutricional, el ajo en polvo aporta una generosa cantidad del aminoácido glutamato, responsable de impartir umami (el quinto sabor salado). Como los bulbos están secos y el agua que contienen se ha evaporado, su sabor está concentrado. El resultado es un sabor picante, ligeramente dulce, casi a nuez. El ajo en polvo puede soportar un calor intenso que haría que el fresco se quemara. Y para un aliño de especias, el producto seco supera al fresco en cuanto a textura.
Como ventaja añadida, este alimento básico económico también aporta algunas trazas de nutrientes, como la vitamina B-6, el fósforo y el manganeso.
Así que, aunque nos sigue gustando el ajo fresco y lo preferimos para muchas cosas, vamos a sacar ese tarro de ajo en polvo de su escondite.
Consejo profesional: Como ocurre con otras especias, el ajo en polvo pierde su potencia cuanto más tiempo pasa, así que resiste el impulso de abastecerte del tamaño económico. Cómpralo en pequeñas cantidades y consúmelo lo antes posible. ¿Te sientes aventurero? Incluso puede prepararlo usted mismo.
Aquí tiene algunas de nuestras formas favoritas de disfrutar del ajo en polvo:
- Palomitas de ajo y pimienta negra: Mezcle las palomitas recién hechas con ajo en polvo, sal, pimienta negra molida, pimentón ahumado y aceite de oliva virgen extra.
- Albóndigas con ajo: Añade un poco de ajo en polvo a tu receta favorita de albóndigas en lugar de fresco para conseguir un sabor más suave a ajo y una textura uniforme.
- Patatas dulces al horno con lima: Mezcle batatas cortadas en forma de fósforo con aceite de oliva extra virgen, ajo en polvo, chile en polvo y sal. Asar en el horno a 425ºF hasta que estén crujientes, dándoles la vuelta a mitad de camino. Espolvorear con cáscara de limón recién rallada.
- Cobertura crujiente de ajo y limón: Mezclar panko integral con aceite de oliva virgen extra, ajo en polvo, sal, pimienta negra, ralladura de limón y perejil fresco picado. Espolvorear sobre pescado, tofu o pollo al horno.
- Sopa de pollo potenciada: Añada ajo en polvo a la sopa de pollo de caja y cueza a fuego lento para obtener un nuevo nivel de sabor.
- Pescado con ajo y pimentón: Unte los filetes de pescado blanco con mayonesa (nuestra favorita: Primal Kitchen, hecha con aceite de aguacate). Espolvorear con sal, pimienta, pimentón y ajo en polvo. Hornee a 400ºF hasta que estén opacos, unos 8 a 10 minutos por cada pulgada de grosor. Espolvorear con perejil fresco picado y servir con trozos de limón.