¿Has sufrido alguna vez un episodio de parálisis del sueño? Puede ser una experiencia tremendamente aterradora, que probablemente no olvidarás. Te despiertas del sueño inmovilizado, sin poder mover el cuerpo ni girar la cabeza. Intentas emitir un sonido, pero no puedes abrir la boca. Sientes que te falta el aire, con una fuerte sensación de presión en el pecho, que pesa sobre tu cuerpo. Tiene una profunda sensación de temor o peligro, incluso puede sentir que hay una presencia extraña en la habitación.
Aunque es aterradora, la parálisis del sueño -una forma de parasomnia- no es realmente peligrosa, ni suele ser un signo de una enfermedad grave. La parálisis del sueño es un síntoma de la narcolepsia, pero muchos casos de parálisis del sueño no son una indicación de narcolepsia u otro trastorno del sueño. Los episodios de parálisis del sueño pueden durar desde unos segundos hasta unos minutos. La parálisis del sueño puede ocurrir cuando te despiertas del sueño y también puede ocurrir cuando estás en el proceso de quedarte dormido. ¿Qué hay detrás de esta difícil experiencia de sueño? No se conoce la causa de la parálisis del sueño. Pero parece probable que muchos casos de parálisis del sueño se produzcan debido a la dificultad de transición entre las diferentes etapas del sueño, especialmente al entrar y salir del sueño REM.
Durante el REM, el cuerpo entra en un estado de parálisis conocido como atonía REM. Se trata de una parte normal de la etapa de sueño, en la que se paralizan los principales grupos musculares y la mayoría de los músculos voluntarios. Una función importante de esta parálisis puede ser la de proteger al cuerpo de lesiones durante el sueño. La fase REM es una etapa del sueño en la que se producen muchos sueños activos. Sin los efectos paralizantes de la atonía REM, podríamos actuar físicamente en respuesta a nuestros sueños. En algunos trastornos del sueño, como el trastorno de conducta REM, la parálisis normal del sueño REM no funciona como debería, y las personas actúan físicamente -a veces de forma agresiva y violenta- durante el sueño.
Los científicos del sueño creen que la parálisis del sueño puede producirse cuando las transiciones de entrada y salida del sueño REM y de otras etapas del sueño no se producen sin problemas. La parálisis, que normalmente se limita al sueño REM, se extiende a otras fases del sueño y, si se despierta, se da cuenta de la parálisis de su cuerpo y de la aterradora sensación de no poder moverse ni hablar. La parálisis del sueño también puede incluir alucinaciones. Las personas suelen describir la sensación de una presencia similar a la de un fantasma en la habitación con ellos, así como sentimientos de terror y presentimiento. Estas alucinaciones pueden incluir sonidos extraños e incluso olores, junto con sensaciones de caída o vuelo. Aunque los mecanismos de la respiración no se ven afectados por la parálisis del sueño, las personas a veces se sienten sin aliento y a menudo sienten una presión en el pecho. La experiencia de la parálisis del sueño puede ser aterradora, especialmente la primera vez que ocurre.
Si alguna vez ha experimentado la parálisis del sueño, no está solo. En realidad, el fenómeno es relativamente común y puede ocurrir en cualquier momento de la vida. Las estimaciones varían mucho, pero hasta el 65% de las personas pueden sufrir un episodio de parálisis del sueño en algún momento de su vida. A veces el fenómeno ocurre sólo una o dos veces en la vida de una persona, mientras que otras personas pueden tener encuentros más frecuentes y regulares con la parálisis del sueño. Algunas personas corren más riesgo de sufrir esta aterradora alteración del sueño. Las personas con ciclos de sueño interrumpidos, las que han sufrido traumas o las que padecen ansiedad o depresión pueden ser más propensas a sufrir episodios de parálisis del sueño.
Una nueva investigación analiza los posibles factores que contribuyen a la parálisis del sueño, y los resultados indican que la genética puede desempeñar un papel importante. Científicos del Reino Unido examinaron el papel de la herencia en la parálisis del sueño entre un grupo de 862 gemelos y hermanos. Los participantes eran adultos jóvenes de entre 22 y 32 años, todos ellos inscritos en el estudio Génesis 12-19, una investigación a largo plazo y en curso en el Reino Unido sobre genética y desarrollo.
Para determinar el papel que podría desempeñar la herencia, los investigadores compararon los datos sobre el sueño y la incidencia de la parálisis del sueño de los gemelos idénticos con los datos de los gemelos y hermanos no idénticos. Los gemelos idénticos llevan casi exactamente el mismo ADN, mientras que los gemelos no idénticos y los hermanos tienen aproximadamente un 50% de ADN en común. Su análisis reveló que la genética era un factor en el 53% de los casos de parálisis del sueño entre sus sujetos.
Los investigadores examinaron este vínculo genético más de cerca observando las variantes de un gen que participa en el control de los ritmos circadianos, los ritmos biológicos de 24 horas que ayudan a gobernar los ciclos de sueño y vigilia. Descubrieron que las personas con ciertas variaciones del gen PER2 eran más propensas a experimentar parálisis del sueño. El estudio también descubrió que las personas con sueño interrumpido, así como las que experimentaron ansiedad, eventos estresantes o traumáticos eran más propensas a sufrir episodios de parálisis del sueño.
Estos hallazgos se alinean con investigaciones anteriores que sugieren vínculos familiares con la parálisis del sueño, así como con investigaciones que indican que el estrés, el trauma, la ansiedad y la depresión hacen más probable la parálisis del sueño. Este último estudio da una nueva dirección para explorar más de cerca la conexión entre la parálisis del sueño y los genes que dirigen los ritmos circadianos.
Puede ayudar a disminuir sus posibilidades de experimentar parálisis del sueño centrándose en los fundamentos del sueño saludable: mantener una rutina de sueño regular, evitar los estimulantes (especialmente el alcohol), hacer ejercicio regularmente, comer bien y evitar comer tarde por la noche. También es importante prestar atención al estrés y a su salud mental. La ansiedad y la depresión son comunes. Buscar tratamiento para estas condiciones puede ayudarle a dormir mejor en general, y puede ayudarle a evitar la parálisis del sueño.
Si experimenta la parálisis del sueño, no se asuste. Recuérdese a sí mismo que, aunque sea aterrador y desconcertante, se trata de una condición temporal e inofensiva que pronto pasará. Comprender lo que le ocurre fisiológicamente puede ayudarle a evitar lo peor del miedo asociado a este aterrador fenómeno del sueño.
Dulces sueños,
Michael J. Breus, PhD
The Sleep Doctor™
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