La Estructura de Costos es el último -pero no menos importante- componente de un Modelo de Negocio. Recoge los costes más importantes que conlleva toda la operación desde el principio. Es el último bloque, precisamente porque necesitamos tener todos los componentes anteriores ya definidos para poder estimar los costes de cada uno de ellos.
Esto es así porque crear una Propuesta de Valor, mantener una Relación con el Cliente y desarrollar Flujos de Ingresos genera costes, al igual que los Recursos Clave, las Actividades y los Socios exigen sus propios gastos.
Algunos Modelos de Negocio, sin embargo, están mucho más condicionados por los costes que otros. Así que conozcamos el papel y la importancia de la Estructura de Costes para su Modelo de Negocio.
Negocios impulsados por los costes frente a negocios impulsados por el valor
Los modelos de negocio impulsados por los costes se centran en minimizar cualquier coste siempre que sea posible. Buscan, por tanto, crear y mantener una estructura más barata, mediante Propuestas de Valor de menor precio, utilizando procesos de automatización y externalización siempre que sea posible. El objetivo es tener menos gastos para generar un producto final más asequible.
Sin embargo, conviene recordar que una empresa sólo debe reducir sus propios costes en función de sus gastos internos y nunca en respuesta a lo que hace su competencia.
Cualquiera que opte por la guerra de precios puede enfrentarse a la ruina en el mercado. Esto se debe a que si la empresa no es capaz de gestionar los costes creando eficiencia operativa, el precio bajo puede llegar a ser insostenible.
Por otro lado, los modelos de negocio orientados al valor se preocupan menos por los costes de transacción y se centran en la creación de Propuestas de Valor. Estas propuestas de valor suelen tener un alto nivel de personalización, desarrollado según las preferencias de los clientes.
Es el caso de los hoteles de lujo, por ejemplo, que se esfuerzan por crear una experiencia por la que los clientes están dispuestos a pagar mucho.
Las estructuras de costes pueden tener las siguientes características:
- Costes fijos: en estas estructuras, los gastos del negocio son siempre los mismos, independientemente del tamaño de la producción. Los costes están limitados en el tiempo, como es el caso de los salarios y los alquileres. Y las propuestas de valor se centran en el bajo precio, la máxima automatización y la amplia externalización.
- Costes variables: en estas estructuras, los costes dependen mucho del volumen de producción. Si no se produce, por ejemplo, no hay costes variables. Por tanto, estos costes son sensibles a la demanda y difíciles de predecir, ya que aumentan proporcionalmente al incremento de la mano de obra y del capital. Implican el gasto en servicios y materias primas, por ejemplo.
- Economías de escala: aquí, cuanto mayor sea el volumen de producción, menor será el coste total por unidad. La mayoría de las grandes empresas con una elevada cuota de producción se caracterizan por esta estructura de costes. Esto se debe a que los costes totales se dividen por la cantidad de artículos producidos. Así, el coste medio por unidad se reduce.
Por eso, generalmente, una empresa grande tiene un coste unitario menor que una pequeña. Y este ahorro suele trasladarse al consumidor final, que puede pagar un precio más bajo en el mercado. - Economías de alcance: en esta estructura, los costes se reducen cuando la empresa invierte en mercados variados o en un mayor ámbito de operaciones. Esto se debe a que los diferentes productos comparten recursos y procesos.
Por ejemplo, la empresa ya tiene una infraestructura en marcha, con los departamentos de Marketing, Finanzas y RRHH, por ejemplo, y puede disfrutar de la misma organización y sólo ampliar el alcance, ahorrando al final.
Las economías de alcance ofrecen varias ventajas, como: flexibilidad en el diseño y en la mezcla de productos, mayor velocidad de respuesta y menor tiempo para los cambios en el mercado, reducción de los residuos, predicción más precisa de los cambios y de los ciclos, uso más eficiente del software y del hardware.
En definitiva, hay menos riesgo en un negocio que vende más de un producto y/o segmenta varios mercados, ya que aunque el mercado se tambalee, la empresa tendrá más alternativas para sostenerse mientras reequilibra su estrategia.
Qué preguntar a la hora de crear una estructura de costes
Al hacer un análisis completo de tu Modelo de Negocio, llegará el momento en el que necesites establecer tu propia Estructura de Costes, que encaje satisfactoriamente con cada uno de los bloques anteriores. Para ayudarte en este camino, puedes hacerte las siguientes preguntas sobre tu emprendimiento:
- ¿Cuáles son los costes de referencia que se derivan de mi modelo de negocio?
- ¿Qué Recursos Clave pueden suponer un fuerte gasto para el negocio?
- ¿Qué Actividades Clave pueden requerir altos costes para el negocio?
- ¿Cómo generan costes sus Actividades Clave?
- ¿Se corresponden estas mismas Actividades Clave con las Propuestas de Valor elegidas?
- ¿Cuando reconfigura su modelo de negocio, los costes siguen siendo fijos o se convierten en variables?
- ¿Su negocio está más orientado a los costes o al valor?
Es importante tener en cuenta que el 90% de las nuevas empresas fracasan en los tres primeros años de vida porque no han sido capaces de entender los costes necesarios para desarrollar sus Propuestas de Valor.