Resumen
La respiración aeróbica es un proceso común a casi todos los organismos eucariotas y consiste en la oxidación controlada de sustratos orgánicos reducidos, carbohidratos, lípidos, aminoácidos y ácidos orgánicos, a CO2 y H2O, en las mitocondrias. Esto libera una gran cantidad de energía libre que se conserva en los enlaces de anhídrido ácido de las moléculas de ATP. Además, las vías primarias de la respiración proporcionan intermediarios metabólicos que sirven como sustratos para la síntesis de ácidos nucleicos, aminoácidos, ácidos grasos y muchos metabolitos secundarios. Aunque el proceso general de respiración en las plantas es el mismo que en otros eucariotas, hay una serie de características específicas que son exclusivas de las plantas. Al parecer, estas modificaciones evolucionaron para hacer frente a las circunstancias ambientales y metabólicas únicas a las que suelen enfrentarse las plantas. Las mitocondrias de las plantas, especialmente las de las hojas, también participan en varias vías sintéticas y oxidativas únicas, como las que intervienen en el metabolismo de la glicina, el ácido fólico, el ácido lipoico, la biotina y la síntesis del ácido ascórbico (Ravanel et al., capítulo 12, en este volumen). Este capítulo introductorio ofrece una visión general de la estructura y la función básicas de las mitocondrias de las plantas y tiene por objeto proporcionar antecedentes suficientes para guiar al lector hacia los capítulos posteriores más detallados. Para una visión más detallada de la función mitocondrial de las plantas, el lector puede consultar Siedow y Day (2002).