La importancia de la fijación
Para poder estudiar los tejidos con un microscopio deben ser conservados (fijados) y cortados en secciones lo suficientemente finas como para ser translúcidas. La fijación es un paso crítico en la preparación de secciones histológicas. Si no se realiza en condiciones óptimas o si se retrasa la fijación, una muestra de tejido puede sufrir daños irreversibles. Por mucho cuidado que se tenga posteriormente en el procesamiento de los tejidos, la microtomía y la tinción, la información morfológica e histoquímica que se pueda obtener de la muestra se verá comprometida.
El objetivo general de la fijación de los tejidos es preservar las células y los componentes de los tejidos en un «estado similar al de la vida» o con la menor alteración posible del tejido vivo, y hacerlo de tal manera que permita la preparación de secciones finas y teñidas. La elección del fijador y del protocolo de fijación puede depender de los pasos adicionales de procesamiento y de los análisis finales previstos. No existe un fijador perfecto, aunque el formaldehído es el que más se acerca. Por lo tanto, hay una variedad de fijadores disponibles para su uso, dependiendo del tipo de tejido presente y de las características que se vayan a demostrar.
Tipo de fijación
La fijación de los tejidos puede lograrse por medios químicos o físicos.
Los métodos físicos incluyen el calentamiento, el micro-ondulado y la criopreservación (liofilización).
La fijación química suele lograrse sumergiendo la muestra en el fijador (fijación por inmersión) o, en el caso de animales pequeños o de algunos órganos enteros como un pulmón, perfundiendo el sistema vascular con fijador (fijación por perfusión). Para algunos procedimientos histoquímicos especializados se han aplicado ocasionalmente fijadores en forma de vapor. Por ejemplo, el paraformaldehído y el tetróxido de osmio pueden utilizarse para fijar en forma de vapor los tejidos liofilizados.
- Aprenda más sobre Soluciones de fijación populares
Mecanismo de fijación
Los dos mecanismos principales de fijación química son la reticulación y la coagulación.
La reticulación implica la formación de enlaces covalentes tanto dentro de las proteínas como entre ellas, lo que hace que el tejido se endurezca y, por lo tanto, resista la degradación.
La coagulación se produce por la deshidratación de las proteínas mediante el uso de alcoholes o acetona. Estos reactivos eliminan y sustituyen el agua libre en las células y los tejidos y provocan un cambio en la estructura terciaria de las proteínas al desestabilizar el enlace hidrofóbico. También se denomina desnaturalización.
Factores que afectan a la fijación
- Temperatura: En general, un aumento de la temperatura aumenta la tasa de fijación pero también aumenta la tasa de autolisis y de difusión de los elementos celulares. Tradicionalmente, se ha considerado que la temperatura ideal para la fijación de especímenes era de 0 a 4 °C. Ahora la fijación se realiza de forma rutinaria a temperatura ambiente.
- Tamaño: 1-4 mm de grosor
- Relación de volumen: Al menos 15-20 veces mayor que el volumen del tejido
- Tiempo: 24 – 48 horas
- PH: Debe mantenerse en el rango fisiológico, entre pH 4-9. El pH para la conservación de la ultraestructura debe estar tamponado entre 7,2 y 7,4.
Protocolos
- Métodos y protocolos para la descalcificación de material óseo
- Protocolo estándar para tejidos embebidos en parafina fijados con formalina
Enlaces útiles
- El proceso de fijación y la Naturaleza de los fijadores
- Soluciones fijadoras populares
- Introducción básica a la histología
- Sociedad nacional de histotecnología
- Introducción a la descalcificación
- Guía práctica de buenas prácticas de histología
.