El lupus eritematoso sistémico (LES), una enfermedad inflamatoria autoinmune multisistémica, puede afectar a cualquier órgano, incluido el hígado. La afectación del hígado en el LES no forma parte de los criterios del American College of Rheumatology y es relativamente rara. La enfermedad hepática suele ser leve y se manifiesta como una sutil elevación de las enzimas hepáticas. En algunos pacientes puede observarse ictericia y hepatomegalia; la enfermedad hepática avanzada con cirrosis es extremadamente rara. La patología precisa sigue siendo oscura. El LES puede causar cambios inespecíficos, incluyendo cambios hepatocelulares, colestáticos o vasculares. Deben excluirse el alcohol, las drogas, las infecciones víricas, los trastornos metabólicos, la hepatitis autoinmune y otras causas comunes de disfunción hepática. Los corticosteroides pueden acelerar el proceso de recuperación, pero pueden provocar una enfermedad de hígado graso no alcohólico y daño hepático. Varios estudios multicéntricos a gran escala han demostrado que la afectación hepática no es la principal causa de morbilidad y mortalidad en los pacientes con LES. En esta revisión, se analiza la patogénesis, el diagnóstico, el diagnóstico diferencial, las manifestaciones clínicas, el manejo, las complicaciones y el pronóstico de la hepatitis lúpica.