Una hernia inguinal es una protuberancia que se produce en la región de la ingle, la zona entre la parte inferior del abdomen y el muslo. Las hernias inguinales se producen debido a un debilitamiento de los músculos de la parte inferior del abdomen.
Tres capas protegen los intestinos dentro de la parte inferior del abdomen. La primera es una fina membrana llamada peritoneo. La segunda está formada por los músculos abdominales y la tercera es la piel.
Una hernia inguinal se forma cuando los intestinos y el peritoneo empujan a través de los músculos y aparecen como un bulto bajo la piel. Las hernias inguinales son peligrosas porque tienden a aumentar de tamaño y el intestino puede quedar atrapado dentro de la protuberancia y perder el suministro de sangre. Esto se denomina hernia inguinal estrangulada, y puede ser necesaria una intervención quirúrgica para corregir el problema.
Hechos sobre la hernia inguinal
Las hernias inguinales pueden producirse en uno o ambos lados del cuerpo y son mucho más frecuentes en los hombres que en las mujeres. Una hernia inguinal puede aparecer a cualquier edad. Los bebés pueden nacer con una que no se manifiesta hasta que son adultos. Aproximadamente cinco de cada 100 niños nacen con esta afección.
Una hernia inguinal también puede desarrollarse con el tiempo si aumenta la presión sobre las paredes de los músculos abdominales a través de actividades como el esfuerzo para ir al baño, la tos durante un período prolongado, el sobrepeso o el levantamiento de grandes pesos. Si tiene antecedentes familiares de hernia inguinal, puede tener un mayor riesgo de padecerla. Los bebés que nacen antes de la fecha prevista de parto también tienen un mayor riesgo.
Tipos de hernia inguinal
Las hernias inguinales son de dos tipos:
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Hernia inguinal indirecta. Este es el tipo más común, y un tipo de hernia con la que se puede nacer. Aunque puede ocurrir en hombres y mujeres, es mucho más común en los hombres. Esto se debe a que el testículo masculino comienza en el interior del abdomen y tiene que bajar por una abertura en la zona de la ingle para llegar al escroto (la bolsa que contiene los testículos). Si esta abertura no se cierra al nacer, se produce una hernia. En las mujeres, este tipo de hernia puede producirse si los órganos reproductores o el intestino delgado se deslizan hacia la zona de la ingle debido a una debilidad de los músculos abdominales.
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Hernia inguinal directa. Este tipo de hernia está causada por el debilitamiento de los músculos abdominales a lo largo del tiempo y es más probable que se vea en adultos. Las hernias inguinales directas sólo se producen en los hombres.
Síntomas
El síntoma principal es un bulto visible en la zona de la ingle. En los hombres, una hernia inguinal puede extenderse hasta el escroto y causar un agrandamiento del mismo. Las hernias pequeñas pueden deslizarse hacia adelante y hacia atrás a través de la abertura del abdomen y no causar ningún síntoma. Las hernias más grandes pueden volver a introducirse en el abdomen mediante un masaje. Los síntomas de las hernias que retroceden y avanzan incluyen:
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Una protuberancia que aumenta de tamaño cuando se esfuerza y desaparece cuando se tumba
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Dolor repentino en la ingle o el escroto al hacer ejercicio o esfuerzo
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Sensación de debilidad, presión, ardor o dolor en la ingle o el escroto
Una hernia inguinal que no se puede desplazar hacia el abdomen se denomina hernia encarcelada. Se trata de una situación peligrosa porque la parte del intestino que se encuentra dentro de la hernia puede quedar estrangulada, lo que constituye una emergencia médica. Los síntomas de una hernia inguinal estrangulada incluyen:
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Dolor intenso y enrojecimiento
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Dolor que sigue empeorando
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Fiebre
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Ritmo cardíaco rápido
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Náuseas y vómitos
Diagnóstico
La hernia inguinal se diagnostica con mayor frecuencia a través de la historia clínica y la exploración física. Su médico le hará preguntas sobre los síntomas de la hernia. Durante el examen, buscará y palpará un bulto en la ingle o en la zona escrotal. Es posible que le pida que se ponga de pie y tosa para hacer aparecer la hernia. Las hernias inguinales en los niños pueden verse o palparse sólo cuando el niño llora.
Tratamiento
La forma de reparar una hernia inguinal suele ser con un procedimiento quirúrgico. En los adultos con hernias pequeñas que no causan síntomas, el tratamiento puede consistir únicamente en vigilarla. Los adultos con síntomas y la mayoría de los niños suelen ser operados para prevenir la posible complicación de una hernia estrangulada en el futuro. Una hernia encarcelada o estrangulada puede necesitar una intervención quirúrgica de urgencia.
Hay dos tipos principales de cirugía para la hernia inguinal:
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Reparación abierta. Se realiza una incisión a través de la piel en la zona de la ingle. El cirujano mueve la hernia hacia el interior del abdomen y cierra la pared abdominal con puntos de sutura. A veces, si la abertura es grande, el cirujano puede utilizar una malla sintética (fabricada) para reforzar el cierre.
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Laparoscopia. Este tipo de cirugía utiliza unas pocas incisiones pequeñas y un visor delgado con una cámara diminuta. El cirujano trabaja a través del endoscopio para reparar la hernia. En la cirugía laparoscópica de la hernia también puede utilizarse una malla sintética. El tiempo de recuperación después de la laparoscopia puede ser más corto que el de la reparación abierta.
Prevención
No hay nada que pueda hacer para prevenir una hernia inguinal indirecta, el tipo con el que se nace. Las hernias directas que se producen con el tiempo pueden prevenirse con estas precauciones:
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Aprenda a levantar objetos pesados correctamente.
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Evite y, cuando sea necesario, trate el estreñimiento para evitar el esfuerzo al defecar.
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Obtenga tratamiento para cualquier tos persistente.
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Si es un hombre con la próstata agrandada y hace esfuerzos para orinar, hágase tratar.
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Si tiene sobrepeso, pierda los kilos de más.
Cómo manejar la hernia inguinal
Si le han operado de una hernia inguinal, es importante que siga todas las instrucciones de su médico y acuda a las citas de seguimiento. Levantarse de la cama y caminar es una parte importante de la recuperación y ayuda a prevenir complicaciones. Para evitar que la hernia inguinal reaparezca después de la operación, evite levantar objetos pesados y realizar otras actividades extenuantes. Pregunte a su médico qué tipo de actividades son seguras y cuándo puede volver al trabajo.
Si tiene una hernia pequeña que está siendo vigilada o una hernia reparada, tome medidas para evitar el estreñimiento. Coma mucha fibra, beba mucho líquido, haga ejercicio y vaya al baño cuando sienta la necesidad.
Llame a su médico si los síntomas de la hernia inguinal empeoran, y llame siempre de inmediato si:
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Tiene una protuberancia dolorosa que no puede empujar hacia adentro.
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Tiene dolor, hinchazón o enrojecimiento crecientes.
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Tiene náuseas, fiebre o vómitos junto con el dolor de la hernia.