- ¿Qué causa la sensación de hormigueo en la parte inferior de la pierna?
- Las lesiones neurológicas
- Enfermedades sistémicas
- Medicamentos, drogas o toxinas
- Disco herniado (deslizado) en la parte inferior de la espalda
- Síndrome de las piernas inquietas (SPI)
- Osteomielitis vertebral
- Lesión del nervio fibular
- Neuropatía diabética
- Ataque o tia (ataque isquémico transitorio)
- Neuropatía periférica crónica idiopática
- Enfermedad arterial periférica (EAP)
- Esclerosis múltiple (ms)
- Fibromialgia
¿Qué causa la sensación de hormigueo en la parte inferior de la pierna?
Hay muchas causas potenciales del hormigueo en la parte inferior de la pierna. Suelen ser lesiones neurológicas causadas por daños en los nervios o la médula espinal, enfermedades sistémicas que afectan a todo el cuerpo o efectos secundarios de los medicamentos. La gravedad del hormigueo en la parte inferior de la pierna y la rapidez con la que se debe buscar atención médica dependen de la causa.
Las lesiones neurológicas
Las causas que son más graves debido a una lesión neurológica pueden incluir las siguientes.
- Accidente cerebrovascular: Un accidente cerebrovascular o ataque isquémico transitorio (AIT) se produce cuando se bloquea el flujo sanguíneo a una parte del cerebro. Dependiendo de la parte del cerebro a la que le falte flujo sanguíneo/oxígeno, los síntomas pueden ser diferentes. A veces, los accidentes cerebrovasculares provocan hormigueo, entumecimiento, debilidad o parálisis en las piernas, junto con otros síntomas como hormigueo, debilidad o entumecimiento en los brazos, problemas de visión, problemas de equilibrio o dificultad para hablar. Si tiene alguno de estos síntomas debe buscar atención médica inmediata.
- Disco deslizado: Entre los huesos que forman la columna vertebral hay discos blandos llenos de una sustancia gelatinosa que mantienen los huesos individuales de la columna vertebral en su sitio. Cuando un disco se rompe y la sustancia gelatinosa sobresale, puede presionar uno de los nervios que salen de la médula espinal. Por lo general, el abultamiento o el deslizamiento de los discos se produce al forzar la espalda cuando se levantan muebles pesados o se hace ejercicio. Una hernia discal puede irritar los nervios que van a la parte inferior de las piernas y esta irritación puede provocar un hormigueo en la parte inferior de las piernas.
- Estenosis espinal: La médula espinal está protegida y rodeada por los huesos que forman la columna vertebral. Viaja a través de un canal formado por estos huesos, y con el tiempo, especialmente con la edad, este canal puede volverse más estrecho. Si el estrechamiento se produce en la zona lumbar, puede ejercer presión sobre los nervios que salen de la columna vertebral. Cuando esto ocurre, puede experimentar hormigueo en las piernas, entumecimiento, debilidad y dolor/calambres en la(s) pierna(s) al estar de pie o al caminar que mejora al inclinarse hacia adelante o al sentarse.
- Ciática: Cuando una hernia discal o una estenosis espinal afecta al nervio ciático (un nervio que se ramifica desde la parte baja de la espalda y recorre las caderas, las nalgas y cada una de las piernas), puede tener síntomas de ciática. El dolor de la ciática se irradia desde la parte baja de la espalda hasta las nalgas y desciende por la parte posterior de las piernas, dependiendo del nervio ciático que esté irritado, y también puede percibirse como una sensación de choque o ardor. La ciática también puede asociarse con hormigueo, entumecimiento y debilidad en la(s) pierna(s) afectada(s).
- Tumor o crecimiento anormal: Los crecimientos anormales o tumores pueden ejercer presión sobre la columna vertebral en su recorrido por el canal espinal. Los tumores o crecimientos en la parte inferior de la espalda pueden irritar la columna vertebral o los nervios que salen de la columna y pueden provocar hormigueo, entumecimiento, debilidad o dolor en la parte inferior de la pierna.
- Síndrome de las piernas inquietas (SPI): El síndrome de las piernas inquietas provoca sensaciones desagradables o incómodas en las piernas, acompañadas de un impulso irresistible de moverlas, que suele comenzar a última hora de la tarde, pero que es más intenso por la noche cuando se está descansando. Estas sensaciones pueden incluir hormigueo, ardor, picor, dolor y/o una sensación espeluznante y pueden dificultar la conciliación del sueño o el mantenimiento del mismo, especialmente porque las molestias suelen aliviarse moviendo las piernas o caminando.
Enfermedades sistémicas
Otras enfermedades subyacentes pueden provocar sensaciones de hormigueo en la parte inferior de la pierna, como:
- Deficiencia de vitaminas o desequilibrio de electrolitos: Una dieta mal equilibrada que provoque deficiencias vitamínicas, especialmente de vitamina B, puede provocar daños en los nervios que causen hormigueo en la parte inferior de la pierna. Además, algunos problemas renales y hepáticos pueden causar una acumulación o reducción de electrolitos (como el potasio, el calcio y el magnesio) que pueden provocar daños en los nervios y hormigueo en la parte inferior de la pierna.
- Diabetes mellitus: La diabetes puede causar un tipo de daño nervioso denominado neuropatía diabética, que provoca entumecimiento, hormigueo y/o ardor en los pies y, cuando es grave, también en las piernas.
- Problemas en los vasos sanguíneos: Afecciones médicas como la hipertensión y la diabetes, así como el tabaquismo, pueden provocar un estrechamiento o una obstrucción parcial de los vasos sanguíneos de la(s) pierna(s), lo que conduce a una disminución del suministro de oxígeno a los nervios. Esto se conoce como enfermedad arterial periférica (EAP). Cuando esto ocurre, el daño nervioso puede manifestarse como entumecimiento, hormigueo, debilidad, dolor y/o sensación de quemazón en diferentes nervios de su cuerpo, incluidos los que van a las piernas.
- Enfermedades autoinmunes: Una enfermedad autoinmune se produce cuando el sistema inmunitario, que normalmente trabaja para protegerle contra enfermedades e infecciones, empieza a atacar a las células sanas que componen su cuerpo. Algunas enfermedades autoinmunes, como la esclerosis múltiple (EM) y el síndrome de Guillain-Barré, atacan los nervios y a veces están asociadas a infecciones víricas recientes. Pueden causar entumecimiento de las piernas, hormigueo, debilidad y a veces parálisis.
- Enfermedades infecciosas: Algunas enfermedades infecciosas pueden causar daños en los nervios, ya sea estimulando los ataques autoinmunes (véase más arriba) o atacando los nervios directamente. La mayoría de las enfermedades infecciosas que provocan daños en los nervios son virales e incluyen el virus del Nilo Occidental, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y el virus del herpes simple (VHS). La enfermedad de Lyme es una infección bacteriana que puede afectar a los nervios.
Medicamentos, drogas o toxinas
Muchos medicamentos, drogas y toxinas pueden causar efectos desagradables el hormigueo en la parte inferior de la pierna es una posibilidad. Ciertos fármacos de quimioterapia causan daños en los nervios de los brazos y las piernas y pueden estar asociados con el hormigueo en las piernas. El consumo excesivo de alcohol también puede provocar daños en los nervios a largo plazo. La exposición a toxinas como el plomo, el mercurio y el arsénico también puede provocar hormigueo en la(s) parte(s) inferior(es) de la pierna.
Esta lista no constituye un consejo médico y puede no representar con exactitud lo que usted tiene.
Disco herniado (deslizado) en la parte inferior de la espalda
La columna vertebral, o espina dorsal, está formada por 26 huesos llamados vértebras. Entre los huesos hay discos blandos llenos de una sustancia gelatinosa. Estos discos amortiguan las vértebras y las mantienen en su sitio. Aunque se habla de una hernia discal, en realidad nada se sale de su sitio. La cubierta exterior del disco se rompe y la sustancia gelatinosa sobresale. Una hernia discal es más probable que se produzca debido a un esfuerzo en la espalda, como cuando se levanta algo pesado, y las personas mayores tienen un mayor riesgo.
Rareza: Común
Síntomas principales: dolor lumbar, dolor de espalda moderado, dolor de espalda que se dispara hacia la pierna, dolor de espalda que empeora al sentarse, debilidad en las piernas
Urgencia: Médico de atención primaria
Síndrome de las piernas inquietas (SPI)
El síndrome de las piernas inquietas (SPI) es una afección crónica que se caracteriza por sensaciones molestas al estar acostado y un fuerte impulso de mover las piernas. El movimiento de las piernas alivia temporalmente las sensaciones desagradables, lo que a menudo provoca un sueño de mala calidad. El SPI es co..
Osteomielitis vertebral
La osteomielitis vertebral, u osteomielitis espinal, es una infección en los huesos de la columna vertebral. Suele afectar a la zona lumbar, o parte baja de la espalda, y puede ser aguda o crónica.
La infección está causada por bacterias, más comúnmente Staphylococcus aureus y Pseudomonas aeruginosa, y por algunos tipos de hongos. Estos agentes pueden viajar a través del torrente sanguíneo desde una herida infectada en otra parte del cuerpo y llegar a los huesos de la columna vertebral.
Las personas más susceptibles son las que tienen un sistema inmunitario debilitado, una circulación deficiente, una lesión reciente o están sometidas a hemodiálisis. La osteomielitis de la columna vertebral es la forma más común de osteomielitis en adultos, aunque los niños también pueden verse afectados.
Los síntomas incluyen hinchazón, enrojecimiento y dolor en el lugar de la infección, junto con fiebre, escalofríos y fatiga.
Se debe acudir a un proveedor de servicios médicos por estos síntomas, ya que la osteomielitis vertebral puede progresar hasta convertirse en un absceso y causar más complicaciones si no se trata.
El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre, imágenes de la columna vertebral y, en ocasiones, una biopsia.
El tratamiento consiste en varias semanas de medicación antibiótica o antimicótica intravenosa, que puede administrarse de forma ambulatoria.
Rareza: Rara
Síntomas principales: dolor en la parte superior de la espalda, dolor espontáneo en el cuello o la espalda, fiebre, entumecimiento de los pies, entumecimiento de la parte superior de las piernas
Urgencia: Urgencias hospitalarias
Lesión del nervio fibular
Los nervios fibulares también se conocen como nervios peroneos. Los nervios fibulares van desde la parte inferior de la columna vertebral hasta la parte posterior de la pierna, terminando en el talón. Si los nervios fibulares están dañados o comprimidos, puede producirse una afección conocida como caída del pie.
Los nervios fibulares pueden resultar dañados por una intervención quirúrgica, especialmente la artroplastia de cadera o la artroplastia total de rodilla; por cualquier lesión en la rodilla o en la parte baja de la espalda; o por enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple o la enfermedad de Parkinson.
La caída del pie significa que la persona es incapaz de flexionar el pie hacia arriba desde el tobillo, porque los nervios fibulares que controlan este movimiento voluntario han resultado dañados. También puede haber dolor, entumecimiento y debilidad en el pie, y dificultad para caminar.
El diagnóstico se realiza mediante una exploración física, estudios de conducción nerviosa y pruebas de imagen como radiografías o resonancias magnéticas.
El tratamiento implica el uso de plantillas ortopédicas, que son zapatos, soportes y aparatos ortopédicos especialmente fabricados para el pie; fisioterapia y, a veces, cirugía para descomprimir o ayudar a reparar el nervio.
Rareza: Poco común
Síntomas principales: dolor en la distribución del nervio fibular, entumecimiento en la distribución del nervio fibular, dificultad para caminar o debilidad con la dorsiflexión del pie
Urgencia: Esperar y observar
Neuropatía diabética
La neuropatía diabética es el daño nervioso causado por la diabetes mellitus (DM) de larga duración o mal controlada. Otros factores de riesgo para el desarrollo de la neuropatía diabética son la obesidad, el tabaquismo, las enfermedades cardiovasculares y los niveles anormales de lípidos.
La neuropatía diabética puede presentarse como un número …
Ataque o tia (ataque isquémico transitorio)
El ataque isquémico transitorio, o AIT, se denomina a veces «miniaccidente cerebrovascular» o «ataque de advertencia». Cualquier ictus significa que el flujo sanguíneo en alguna parte del cerebro ha sido bloqueado por un coágulo.
Los factores de riesgo son el tabaquismo, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares, aunque cualquiera puede sufrir un AIT.
Los síntomas son «transitorios», lo que significa que aparecen y desaparecen en cuestión de minutos porque el coágulo se disuelve o se desplaza por sí solo. Los síntomas del accidente cerebrovascular incluyen debilidad, entumecimiento y parálisis en un lado de la cara y/o del cuerpo; dificultad para hablar; visión anormal y dolor de cabeza repentino e intenso.
Un AIT no causa daños permanentes porque termina rápidamente. Sin embargo, el paciente debe recibir tratamiento porque un AIT es una advertencia de que es probable que se produzca un accidente cerebrovascular más dañino. Lleve al paciente a urgencias o llame al 9-1-1.
El diagnóstico se realiza a través de los antecedentes del paciente; la exploración física; la tomografía computarizada o la resonancia magnética; y el electrocardiograma.
El tratamiento incluye la medicación anticoagulante para prevenir nuevos coágulos. También puede recomendarse la cirugía para limpiar algunas de las arterias.
Rareza: Común
Síntomas principales: mareos, entumecimiento de las piernas, entumecimiento de los brazos, nuevo dolor de cabeza, rigidez de cuello
Síntomas que nunca se dan con el ictus o el tia (ataque isquémico transitorio): debilidad bilateral
Urgencia: Servicio de urgencias
Neuropatía periférica crónica idiopática
La neuropatía periférica se refiere a la sensación de entumecimiento, hormigueo y sensación de pinchazos en los pies. Idiopática significa que no se conoce la causa, y crónica significa que la afección es continua sin mejorar ni empeorar.
La afección se encuentra con mayor frecuencia en personas mayores de 60 años. La neuropatía idiopática no tiene una causa conocida.
Los síntomas incluyen el incómodo entumecimiento y hormigueo en los pies; la dificultad para ponerse de pie o caminar debido al dolor y la falta de sensibilidad normal; y la debilidad y los calambres en los músculos de los pies y los tobillos.
La neuropatía periférica puede interferir en gran medida con la calidad de vida, por lo que se debe acudir a un médico para tratar los síntomas y reducir las molestias.
El diagnóstico se realiza mediante una exploración física; análisis de sangre para descartar otras afecciones; y estudios neurológicos y musculares, como la electromiografía.
El tratamiento incluye analgésicos de venta libre; analgésicos con receta para controlar el dolor más intenso; fisioterapia y medidas de seguridad para compensar la pérdida de sensibilidad en los pies; y calzado terapéutico para ayudar a mantener el equilibrio y a caminar.
Rareza: Raro
Síntomas principales: adormecimiento distal, dolores musculares, rigidez articular, adormecimiento en ambos lados del cuerpo, pérdida de masa muscular
Urgencia: Médico de atención primaria
Enfermedad arterial periférica (EAP)
La enfermedad arterial periférica también se denomina EAP, claudicación intermitente o enfermedad vascular. La gran arteria principal del corazón es la aorta, y sus ramas más pequeñas son las arterias periféricas.
En la arteria periférica, estas arterias están obstruidas por la placa, que son restos que se acumulan en el revestimiento de estas arterias y acaban cortando el flujo sanguíneo.
Los factores de riesgo de la arteria periférica son el tabaquismo, la hipertensión arterial y la diabetes.
La arteria periférica suele afectar a las arterias que van a las piernas, pero puede afectar a cualquier arteria. Los síntomas incluyen entumecimiento y dolor en las piernas, especialmente con el ejercicio cuando se necesita más circulación pero el flujo está bloqueado.
Es importante buscar tratamiento para estos síntomas. La arteriopatía periférica puede aumentar el riesgo de infarto de miocardio, derrame cerebral e infección, así como de gangrena, una emergencia médica potencialmente mortal.
El diagnóstico se realiza a través de la historia clínica del paciente, la exploración física, los análisis de sangre y, en ocasiones, una prueba en cinta de correr, una resonancia magnética y un arteriograma.
El tratamiento incluye medicación y cirugía para abrir o desviar las arterias obstruidas, así como cambios en el estilo de vida en lo que respecta a la dieta, el ejercicio y el abandono del tabaco.
Rareza: Común
Síntomas principales: entumecimiento de la pierna, dolor espontáneo en el pie, disminución de la tolerancia al ejercicio, pies fríos, dolor en el muslo
Síntomas que nunca se presentan con la enfermedad arterial periférica (almohadilla): dolor en la pantorrilla por una lesión, dolor en el muslo por una lesión
Urgencia: Médico de atención primaria
Esclerosis múltiple (ms)
La esclerosis múltiple, o EM, es una enfermedad del sistema nervioso central. El sistema inmunitario del organismo ataca las fibras nerviosas y su cubierta de mielina. Esto provoca una cicatrización irreversible llamada «esclerosis», que interfiere en la transmisión de señales entre el cerebro y el cuerpo.
La causa es desconocida. Puede estar relacionada con una predisposición genética. La enfermedad suele aparecer entre los 20 y los 50 años y es mucho más frecuente en las mujeres que en los hombres. Otros factores de riesgo son los antecedentes familiares; las infecciones víricas, como la de Epstein-Barr; el padecimiento de otras enfermedades autoinmunes; y el tabaquismo.
Los síntomas incluyen entumecimiento o debilidad en los brazos, las piernas o el cuerpo; pérdida parcial o total de la visión en uno o ambos ojos; sensación de hormigueo o choque, especialmente en el cuello; temblores; y pérdida de coordinación.
El diagnóstico se realiza mediante la historia del paciente, un examen neurológico, análisis de sangre, una resonancia magnética y, a veces, una punción lumbar.
No existe cura para la EM, pero el tratamiento con corticosteroides y el intercambio de plasma (plasmaféresis) puede ralentizar el curso de la enfermedad y controlar los síntomas para mejorar la calidad de vida.
Rareza: Rara
Síntomas principales: fatiga severa, estreñimiento, entumecimiento, disminución del deseo sexual, signos de neuritis óptica
Urgencia: Médico de atención primaria
Fibromialgia
La fibromialgia es un conjunto de síntomas crónicos que incluyen fatiga continua, sensibilidad difusa al tacto, dolor musculoesquelético y, por lo general, cierto grado de depresión.
Se desconoce la causa. Cuando la fibromialgia aparece, suele ser después de un acontecimiento físico o emocional estresante, como un accidente de automóvil o un divorcio. Puede incluir un componente genético en el que la persona experimenta la sensación normal como dolor.
Casi el 90% de los enfermos de fibromialgia son mujeres. Cualquier persona con una enfermedad reumática, como la artritis reumatoide o el lupus, puede ser más propensa a padecer fibromialgia.
La falta de sueño suele ser un síntoma, junto con el pensamiento confuso, los dolores de cabeza, los períodos menstruales dolorosos y el aumento de la sensibilidad al calor, al frío, a las luces brillantes y a los ruidos fuertes.
No existe una prueba estándar para la fibromialgia. El diagnóstico suele hacerse cuando los síntomas anteriores se prolongan durante tres meses o más sin causa aparente.
La fibromialgia no desaparece por sí sola pero tampoco empeora.
Rareza: Común
Síntomas principales: fatiga, artralgias o mialgias, ansiedad, estado de ánimo deprimido, dolor de cabeza
Síntomas que se presentan siempre con la fibromialgia: artralgias o mialgias
Urgencia: Médico de atención primaria