El Dr. Michael Fanselow, profesor de neurociencia del comportamiento, ha propuesto una teoría de la memoria que difiere de la visión tradicional de que los recuerdos se forman en el cerebro como una grabadora de vídeo que capta un acontecimiento. En el escenario tradicional, una experiencia está grabada en el cerebro, y cuando queremos recordarla simplemente reproducimos el recuerdo desde esa parte específica del cerebro. A veces el proceso funciona bien. Otras veces, el equipo funciona mal; el recuerdo sólo se queda en la mente o desaparece. Según el Dr. Fanselow, el proceso de creación y recuperación de recuerdos es dinámico y maleable. Los recuerdos se crean mediante cambios en conjuntos de neuronas y las conexiones o sinapsis entre ellas. Un recuerdo puede establecerse en un grupo de circuitos neuronales, pero recuperarse en otro. Cada vez que recordamos un recuerdo, éste puede cambiar en función de los circuitos neuronales que se activen en ese momento. Es decir, no lo recordamos exactamente igual cada vez.
«La idea fascinante es que, si la memoria es muy dinámica, ¿cómo orquesta el cerebro esa especie de danza?»
– Dr. Michael Fanselow
Además, crear y recordar recuerdos es un proceso que se desvía fácilmente. Para entender mejor por qué, el doctor Fanselow se está centrando en un tipo particular de memoria vinculada al miedo y en áreas del cerebro, la amígdala y el hipocampo, que desempeñan papeles clave en el procesamiento de las emociones y en el aprendizaje y la memoria.
En su laboratorio, ha mapeado los circuitos cerebrales donde se almacenan los recuerdos del miedo y está examinando qué células y moléculas cambian durante la formación de ese recuerdo del miedo.
«Lo que podemos hacer ahora es observar el cerebro y ver dónde y qué neuronas concretas están implicadas», dice el doctor Fanselow. «Podemos ver en qué se diferencia un recuerdo del miedo adaptativo de uno inadaptado. A partir de ahí, podemos pensar en cómo tratar los recuerdos del miedo. Tal vez se puedan identificar las neuronas que expresan determinados genes y tal vez podamos idear tratamientos farmacológicos que actúen sobre esas neuronas concretas».