Israelita, descendiente del patriarca hebreo Jacob, cuyo nombre fue cambiado a Israel después de una lucha de toda la noche en Penuel, cerca del arroyo de Jaboc (Génesis 32:28). En la historia temprana, los israelitas eran simplemente miembros de las 12 tribus de Israel. Tras el año 930 a.C. y el establecimiento de dos reinos hebreos independientes en Palestina, las 10 tribus del norte que constituían el reino de Israel fueron conocidas como israelitas para distinguirlas del reino del sur de Judá. El reino del norte fue conquistado por los asirios en el 721 a.C., y su población fue finalmente absorbida por otros pueblos.
En el uso litúrgico, un israelita es un judío que no es ni cohen (descendiente de Aarón, el primer sumo sacerdote) ni levita (descendiente de los primeros funcionarios religiosos). La distinción es significativa, ya que si un cohen está presente en el servicio de la sinagoga, debe ser llamado primero para la lectura de la Ley; luego le sigue un levita. Normalmente, por tanto, un israelita no es llamado hasta la tercera lectura.