Los extractos de kava se obtienen del rizoma del arbusto kava (Piper methysticum) y contienen varias pironas que se utilizan como remedios ansiolíticos a base de plantas para los síndromes de ansiedad generalizada de grado bajo e intermedio. La dosis diaria comúnmente recomendada de 60-120 mg de kavapironas y la duración de la terapia de hasta 3 meses no deben aumentarse sin consultar al médico y no fueron seguidas por la mayoría de los pacientes, ya que los medicamentos a base de hierbas son considerados por la población no sólo como eficaces sino también como seguros. Mientras que los extractos de kava son bien tolerados por la mayoría de los pacientes y los raros efectos secundarios son rápidamente reversibles tras la interrupción del fármaco, hay sospechas de reacciones hepatotóxicas notificadas durante los últimos años en asociación temporal y no necesariamente causal con una terapia con extractos de kava. Casi el 80% de los pacientes tomaron kavapironas en sobredosis (como máximo 480 mg/día) y/o durante un tiempo prolongado de más de 3 meses hasta 2 años. Entre los factores de riesgo adicionales se encuentran la automedicación con hasta otros 5 fármacos químicos o herbales con propiedades en parte potencialmente hepatotóxicas, así como una deficiencia genética del citocromo P450 2D6 microsomal hepático. En 7 pacientes con sobredosis y/o larga duración de la terapia con kavapironas se produjeron cursos clínicos graves con trasplante de hígado y posible desenlace fatal. Por lo tanto, las medidas preventivas deben incluir una dosis de 120, máximo 210 mg de kavapironas al día durante 1 mes, máximo 2 meses, así como la prescripción de un médico. Deben realizarse pruebas de laboratorio (ALT y gamma-GT) antes y durante la terapia, y deben evitarse la medicación conjunta y el consumo de alcohol. Con estas medidas se podrían minimizar los riesgos hepatotóxicos bajo el tratamiento con kavapironas, que también están disponibles a través de Internet y desde el extranjero con posibles consecuencias graves cuando se toman sin supervisión médica.