Aunque la costra láctea definitivamente no es bonita, felizmente tampoco es permanente. También conocida como dermatitis seborreica, esta afección de la piel suele comenzar en los tres primeros meses de vida del bebé y puede prolongarse durante el primer año (aunque lo más frecuente es que siga su curso escamoso cuando el bebé tiene 6 meses).
Por suerte, en la mayoría de los casos la costra láctea no molestará al bebé, y hay algunas medidas sencillas que puedes tomar para prevenirla y tratarla.
¿Qué es la costra láctea?
La costra láctea es una afección cutánea inflamatoria que aparece como una piel escamosa que puede ser roja (más pequeña que el acné infantil) y con escamas y costras amarillas. Suele empezar en el cuero cabelludo del bebé y a veces se observa en las cejas, la nariz, el cuello, la ingle, las axilas y los párpados.
La costra láctea del bebé puede producir picor, por lo que, sin un tratamiento adecuado, algunos bebés mayores pueden rascarse las zonas afectadas, lo que puede provocar enrojecimiento, hemorragia e infección.
¿Qué causa la costra láctea?
No se sabe con certeza cuál es la causa de esta inofensiva afección cutánea, que suele ser hereditaria. Algunos expertos especulan que la costra láctea se debe a que las hormonas del embarazo de la madre permanecen en el organismo del bebé durante algún tiempo después del nacimiento, lo que hace que las glándulas sebáceas del cuero cabelludo de algunos bebés se activen. A su vez, estas glándulas producen una mancha de aceite, que atrapa las células viejas de la piel en la parte superior de la cabeza del bebé y la piel circundante, dando lugar a escamas y erupciones.
Un tipo de levadura que se encuentra en la piel puede desempeñar un papel en el desarrollo de la costra láctea.
Cómo tratar la costra láctea
La mayoría de los casos de costra láctea son leves, con la aparición de escamas superficiales grasientas en el cuero cabelludo. Diferentes técnicas y productos funcionan para diferentes bebés. Aquí tienes algunos para probar con tu hijo:
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- Aceite mineral o vaselina: Masajear cualquiera de los dos en el cuero cabelludo del bebé para aflojar las escamas. Siga con un champú a fondo para eliminar las escamas de la piel y la grasa. Evitar el aceite de oliva.
- Cepillar el cuero cabelludo del bebé: Utiliza suavemente un cepillo suave en el cuero cabelludo del bebé unas cuantas veces al día, incluso después del champú, para aflojar las escamas. Asegúrate de lavar el cepillo a diario con agua y jabón para eliminar los restos de piel y grasa.
- Leche materna: Prueba a frotar un poco de esta maravilla natural en la zona afectada; también puede ayudar a aliviar las escamas.
- Champús y tratamientos naturales: Hay una serie de champús suaves, no medicados, hechos específicamente para la costra láctea del bebé. Utilízalo a diario hasta que no veas escamas, y luego úsalo sólo dos veces por semana. Hay muchas opciones, así que si un producto no parece tener ningún efecto en tu bebé después de una o dos semanas de uso, prueba otro.
Cómo prevenir la costra láctea
Desgraciadamente, no hay forma de prevenir la costra láctea – aunque hay medidas que puedes tomar para disminuir los síntomas:
- La afección suele empeorar cuando el cuero cabelludo suda, así que mantén la cabeza de tu bebé lo más fresca y seca posible.
- Olvida el sombrero a menos que haga sol o frío. Quíteselo cuando esté en el interior o en un coche con calefacción.
Cuándo llamar al médico por la costra láctea de su bebé
Consulte al médico si su bebé tiene un caso que no responde a ninguno de los tratamientos anteriores (con escamas pesadas y/o parches marrones y costras amarillas). Su bebé puede beneficiarse del uso diario de un champú antiseborreico que contenga sulfuro de selenio o ácido salicílico (hay algunas fórmulas sin lágrimas). Dado que estos champús pueden irritar la delicada piel del bebé, utilícelos sólo con la recomendación de su médico.
Asimismo, acuda a su pediatra si nota que el cuero cabelludo de su bebé drena líquido o pus o se ha vuelto muy rojo: podría indicar una infección bacteriana o fúngica que requiere medicación.
La erupción seborreica puede extenderse a la cara o las nalgas. En los casos graves, el médico de su hijo probablemente le recetará una crema o pomada de cortisona tópica. Asegúrese de seguir todas las instrucciones de aplicación (¡más no es siempre mejor!).