La globalización tiene muchos impactos negativos en el medio ambiente. Las empresas que más se benefician de la globalización deben trabajar por la sostenibilidad.
Por Megan Nichols (@nicholsrmegan)
En términos generales, la globalización se refiere a la mayor interdependencia de las naciones y a la forma en que personas de diferentes culturas y ubicaciones geográficas pueden recibir bienes o comunicarse entre sí gracias al libre comercio y la tecnología de la información, entre otras cosas. Pero es un fenómeno mucho más complejo que eso, y es necesario tener una comprensión global de lo que implica. Aquí examinaremos cómo afecta la globalización al medio ambiente, tanto de forma positiva como negativa, y qué cambios podrían hacerse para paliar sus efectos adversos en un mundo postglobalización.
La globalización provoca cambios ambientales que afectan a la salud
En su profundo artículo académico, Anthony J. McMichael, del Centro Nacional de Epidemiología y Salud de la Población de la Universidad Nacional de Australia, afirma que los efectos de la globalización no son eventos separados y encapsulados, sino fenómenos multifacéticos que tienen un efecto de dominó en el medio ambiente. Explica cómo el cambio climático dificultará excepcionalmente los cultivos, contribuyendo a las crisis de escasez de alimentos, y predice que la globalización será parcialmente culpable de la introducción de nuevas enfermedades en determinadas regiones. Otra consecuencia que McMichael considera, pero que no suele aparecer en otros debates sobre los efectos de la globalización, es la de los cambios en las aguas oceánicas y la forma en que provocan un menor contenido de proteínas en el pescado.
Aunque los contras de la globalización son numerosos, también hay algunos aspectos positivos. Por ejemplo, unos inviernos más suaves podrían reducir la tasa de mortalidad por problemas de salud, como una apoplejía. También es posible que a los mosquitos les resulte más difícil sobrevivir a medida que el tiempo se vuelve más caluroso y seco debido al cambio climático, lo que podría conducir a una disminución de las muertes provocadas por enfermedades transmitidas por los mosquitos, como la malaria.
Según McMichael, la globalización ya ha provocado cambios relacionados con la salud, y aún se producirán más cambios a un ritmo especialmente rápido si numerosas partes no intervienen con prontitud. Más concretamente, el sector de la salud debe colaborar con otras industrias y averiguar cómo alterar las formas en que los seres humanos producen y comparten cosas y se dedican a las actividades que conforman su existencia teniendo en cuenta el cambio climático y sus efectos.
Un profesor estadounidense y un líder empresarial haitiano se unen para lograr un objetivo común
Un efecto positivo de la globalización en lo que respecta al medio ambiente es que facilita la unión de personas de diferentes orígenes para abordar los problemas medioambientales. El profesor Stephen Blair Hedges, director del Centro para la Biodiversidad de la Universidad de Temple, y Philippe Bayard, director general de Sunrise Airways y presidente de Société Audubon Haiti, un importante grupo conservacionista, trabajaron juntos para establecer la primera reserva natural privada de Haití. Las zonas protegidas de la reserva actúan como refugio para las especies en mayor riesgo de extinción, una amenaza especialmente grave dada la conexión existente entre la cubierta forestal y la biodiversidad, y el hecho de que -como señala Hedges- Haití es uno de los países más deforestados del mundo. El problema es grave, pero el proyecto compartido por Hedges y Bayard ilustra cómo la globalización ayuda a las personas a desafiar las fronteras geográficas y a poner en común sus conocimientos.
Hedges también ha sido coautor de una investigación cuyo objetivo principal es mejorar los datos de notificación de la cubierta forestal y relacionar los resultados con la biodiversidad. Según Hedges, el método actual utilizado por las Naciones Unidas para controlar los bosques del mundo no es lo suficientemente detallado. Sin embargo, los esfuerzos por preservar las especies que están desapareciendo en Haití podrían dar lugar a cambios positivos a nivel gubernamental y generar colaboraciones similares entre los expertos.
La sostenibilidad como parte de las estrategias corporativas y nacionales
Aunque los individuos pueden tomar medidas personales para apoyar la sostenibilidad medioambiental, Ravi Fernando, director de operaciones del Instituto de Estrategia de los Océanos Azules de Malasia, sostiene que ayudar a que el planeta prospere debería formar parte de las estrategias corporativas y nacionales ideadas por las personas que ocupan puestos de liderazgo, porque son ellas las que tienen el poder y los recursos necesarios para impulsar avances positivos.
En su documento «Globalización sostenible e implicaciones para la sostenibilidad estratégica corporativa y nacional», Fernando señala cómo el clima y la pobreza son «los dos retos de sostenibilidad global que lo impregnan todo». Y aunque los líderes piensen en estos retos, suele ser sólo con una mentalidad a corto plazo. Pero cuando los líderes visionarios colaboran con los consumidores que se mantienen al tanto de los acontecimientos relevantes y mantienen la percepción del mundo real, los cambios se producen. Las políticas nacionales son un buen punto de partida, pero sólo cuando se complementan con prácticas empresariales sostenibles y el apoyo de los consumidores dispuestos a hacer las cosas de forma diferente a la anterior en favor de la sostenibilidad.
Fernando también habla de la enorme influencia que ejercen las naciones y empresas más poderosas. Como tales, tienen una gran responsabilidad y deben recordar que cuando toman medidas para ayudar o perjudicar al medio ambiente, el mundo mira, y algunas personas responderán de la misma manera. Ya sea de forma independiente o en colaboración con otros, las empresas y los gobiernos pueden combinar conocimientos y otros recursos para obtener beneficios para el planeta.
En cuanto a los esfuerzos individuales, la gente podría ayudar reaccionando favorablemente cuando las empresas y los gobiernos tomen decisiones ventajosas para el medio ambiente. También podrían expresar su desaprobación ante cualquier propuesta legislativa que pudiera perjudicar al medio ambiente. Y a nivel personal, podrían empezar a cambiar sus costumbres, por ejemplo, comprando productos de empresas más sostenibles. Porque todo esfuerzo merece la pena.
Imagen destacada: Una descarada representación de la globalización por Esther Dyson, vía Flickr.
-Megan Ray Nichols es una escritora científica y editora de su blog, Schooled by Science. Le apasiona aprender y es curiosa por naturaleza. Sus temas favoritos son la astronomía, el medio ambiente y la tecnología. Mantente al día con Megan siguiéndola en Twitter y LinkedIn.
La primera reserva natural privada de Haití creada para proteger especies en peligro. (2019). Temple University.
Hedges, S. B., Cohen, W. B., Timyan, J., &Yang, Z. (2018). La biodiversidad de Haití amenazada por la pérdida casi total del bosque primario. Actas de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos de América, 115 (46), 11850-11855. DOI:10.1073/pnas.1809753115. Resumen recuperado de https://www.pnas.org/content/115/46/11850.
McMichael, A. J. (2013). Globalización, cambio climático y salud humana. The New England Journal of Medicine, (368)1335-1343. DOI:10.1056/NEJMra1109341.
Ravi Fernando, (2012), «Sustainable globalization and implications for strategic corporate and national sustainability», Corporate Governance, Vol. 12 Iss: 4 pp. 579 – 589.