El misterioso valle del amor de la IA.

En 2001, Steven Spielberg dirigió la película, Ai: Inteligencia Artificial, trataba de un chico que busca el amor, la cosa es que no es real.
Este año, nos hemos aislado, y la tecnología es la que nos mantiene conectados. Nos hemos convertido en nómadas digitales, escapando a un mundo, que es a la vez artificial y aumentado.
La IA o Inteligencia Artificial, está trabajando detrás de las escenas en nuestra vida diaria. Desde las películas y vídeos que vemos en Internet, hasta lo que compramos en la red. Todas las recomendaciones que nos hacen las empresas tecnológicas son posibles gracias a la inteligencia artificial y el aprendizaje automático.
En nuestros hogares, hablamos con Alexa, nos comunicamos con ella como si fuera una persona real. Aunque no sepamos nada de la IA, está aquí y está en todas partes. La inteligencia artificial está ayudando a los científicos y a las empresas farmacéuticas a encontrar una cura para el Covid-19. La noticia de que una vacuna está en marcha, tan pronto como en diciembre de 2020, sólo pudo ocurrir gracias a la IA.
El tiempo es esencial. La IA permitió a las empresas farmacéuticas automatizar los procesos y ayudó a acelerar el desarrollo de una vacuna o medicamentos que puedan curar el Covid-19.
El New York Times informa que con la Inteligencia Artificial, las empresas están creando rostros falsos. Las caras falsas, no se parecen a nada que hayamos visto antes, no son caras robóticas.
Se parecen a ti y a mí. Porque estas caras falsas una vez pertenecen a una persona real, una cara real, y a través del aprendizaje de la máquina creado nuevas caras de miles de conjuntos de datos. Es personalizable, en base a cualquier atributo físico, emociones, o estados de ánimo, como una cara feliz o triste, piensa en ello, como el zapato encaja.
En 2013, hubo esta película, llamada Her, el personaje principal, Theodore Twombly, interpretado por Joaquin Phoenix, se enamoró de un sistema operativo de ordenador, Samantha (con la voz de Scarlett Johansson), y en un futuro no muy lejano, puede suceder o ya está aquí.
El amor tiene diferentes formas, y con la IA, el amor puede llegar a ser real cuando tenemos una cara a la que mirar, de la que enamorarnos, una que nunca envejece ni nos deja.
Amor virtual: El valle misterioso de la IA ¿El amor puede ser real o no?
Mystic Messenger es un juego para mujeres que buscan vivir su historia de amor virtual online. El amor en la época de la IA es lo más real que puede haber para algunas mujeres que persiguen un romance con un personaje del juego.
El mundo puede ser solitario, cruel con los amantes y con quienes buscan el amor. Cuando el estándar de belleza es sólo superficial. Cuando se celebra la juventud y cuando en nuestra vejez, sólo nos encontramos a nosotros mismos.
En breve, la IA podría ayudarnos a superar algunos momentos difíciles de nuestra vida. En nuestro aislamiento, podemos pedir una persona, no real, un amante inventado, un amigo inventado, alguien que nos hable y escuche, o incluso que nos corresponda.